Entrada destacada

Bebés gemelos: Similares pero diferentes

 #bebés #bebésgemelos #padresdegemelos #consejossobrebebés #bebéscomportamiento La naturaleza es tan sabia que proporcionó nueve me...

Mostrando entradas con la etiqueta embarazadas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta embarazadas. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de abril de 2011

Embarazada - Ejercicios de Flexibilidad


Ejercicios de flexibilidad
Los ejercicios que describo están orientados a lograr la flexibilidad de las articulaciones que unen entre sí los huesos de la pelvis, así como a luchar contra el exceso de íordosis lumbar (arqueamiento) y contra el balanceo de la pelvis que acompaña a esa hiperlordosis.

Constituyen la mejor prevención del dolor de ríñones y de la ciática, tan frecuente en la mujer encinta.
Los siete ejercicios deben ser realizados en el orden en que quedan expuestos aquí:


Ejercicio 1
— Sentada en la postura del loto, las manos sobre las rodillas, la espalda bien recta y la barbilla apoyada en la base del cuello.

— Con los brazos tensos (sin forzarlos al principio), apoyar las manos sobre las rodillas, haciéndolas descender tan cerca del suelo como sea posible.

— Puede realizarse el mismo ejercicio apoyando las plantas de los pies una contra otra (y no con las piernas cruzadas), con los talones próximos a las nalgas


Ejercicio 2
— En posición del loto, con las manos sobre las rodillas.

— Separar las piernas abriéndolas al máximo y manteniendo la espalda recta. La pantorrilla y el muslo deben apoyarse totalmente en el suelo.

— Flexionar el tronco, por la parte más baja de la columna vertebral, alternativamente sobre la pierna derecha y sobre la izquierda. La espalda debe mantenerse bien recta, con los hombros en la misma línea.


Ejercicio 3
— Tendida de espaldas, brazos extendidos a veinte centímetros del cuerpo, piernas extendidas.

— Apoyarse sobre la nuca y sobre las plantas de los pies para elevar la pelvis haciendo puente, mientras se realiza una inspiración.

— Volver al suelo, espirando.

viernes, 1 de abril de 2011

Embarazo - Posiciones de Relajación


Las posiciones

Sentada. La posición más tradicional es sentada sobre el suelo, con la espalda recta, las piernas abiertas, dobladas, y los pies cruzados y pegados al bajo vientre; los antebrazos descansando cómodamente en las rodillas, con las palmas de las manos mirando hacia arriba.

Esta posición es parecida al asaría («modo de sentarse») yóguico más conocido, el Padma-asana o postura del loto.

De hecho, las numerosas variantes yóguicas de la posición de los pies son difíciles de realizar para un occidental. Lo esencial en la postura del loto, bastante incómoda al principio, es que resulta excelente para la espalda y la columna vertebral.

Se puede lograr igualmente una buena relajación en un sillón, a condición de que no sea demasiado blando y posea un respaldo recto.

Acostada sobre la espalda. Es la posición más fácil. Acuéstate en el suelo, sobre una alfombra y no sobre la cama, es demasiado blanda.

Debes tenderte sobre la espalda, con un almohadón bajo la cabeza —bajo la nuca sobre todo—, otro bajo las corvas, manteniendo las rodillas ligeramente dobladas, y otro bajo los pies, para que estén cómodos.

Acostada sobre un costado. Esta posición resulta muy agradable hacia el final del embarazo y durante el mismo parto, cuando la masa del útero pesa sobre el abdomen.

Debes apoyarte sobre un costado, casi sobre el vientre, con un almohadón bajo la cabeza. Si el lado elegido es el derecho, el brazo derecho debe deslizarse bajo el cojín, y el izquierdo reposar en el suelo, por delante del cuerpo; la pierna derecha, en contacto con el suelo, se mantiene casi recta, con una flexión muy ligera; la izquierda se lleva hacia delante, semiflexionada; puede colocarse un almohadón suplementario bajo la rodilla izquierda.

Naturalmente, si el elegido es el lado izquierdo, debes adoptar una postura simétrica de la que acabo de describir.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Embarazo - Ejercicios de Respiración


Tienen como objetivo: mejorar la capacidad torácica y la ventilación pulmonar, facilitando así la oxigenación de la sangre; enseñarte a controlar la respiración, a fin de respetar ciertos ritmos durante el parto, y coordinar la respiración y el esfuerzo muscular, en previsión del momento de la expulsión.

1. La posición
Lo ideal es la posición acostada que hemos descrito con anterioridad. Sin embargo, nada impide realizar a continuación ejercicios en posición sentada.

2. Tomar conciencia de la respiración
Tendida de espaldas, coloca una mano sobre el vientre y la otra sobre la parte superior del tórax.
Sigue las indicaciones de la monitora, y diferencia entre:

— respiración abdominal, que se lleva a cabo por medio de los movimientos del diafragma; el vientre se hincha en cada inspiración;

— respiración torácica, por medio de los movimientos de los rostados; el tórax se eleva en cada inspiración;

— respiración completa, que asocia ambos mecanismos.

3. Los ejercicios propiamente dichos
La mayoría se realizan utilizando la respiración torácica. Respiración regular controlada: 15 respiraciones por minuto.

— Lenta inspiración por la nariz.

— Retención del aire (5 o 10 segundos al principio).

— Espirar lentamente por la boca.

— Nueva pausa. Y vuelta a empezar.

Respiración bloqueada (apnea voluntaria). Tras realizar varios movimientos respiratorios normales, hacer una inspiración profunda, mantener bloqueado el tórax en posición de inspiración el mayor tiempo posible, vaciar los pulmones y reemprender la respiración normal.

Evidentemente, el período de apnea voluntaria debe ser reducido al principio, aumentando progresivamente hasta 30 segundos, 0 incluso más si el entrenamiento se efectúa a conciencia.

Respiración superficial. Este ejercicio sólo puede llevarse a cabo cuando se domina el mecanismo de la respiración torácica.
Tras realizar varios movimientos respiratorios normales (en respiración torácica), acelerar de modo progresivo el ritmo respiratorio, con la boca abierta, y efectuar pequeños movimientos respiratorios localizados en la parte superior del tórax (hasta 25 o 30 por minuto).

Respiración jadeante. Con la boca muy abierta (eventualmente, sacando la lengua), acelerar aún más el ritmo de la respiración superficial, hasta unas 40 respiraciones por minuto.

martes, 29 de marzo de 2011

La Preparación para el Parto


La preparación para el parto puede ser emprendida a partir del sexto o séptimo mes del embarazo.

Normalmente, dicha preparación supone un cierto número de Sesiones (de 6 a 8), reuniendo de cuatro a seis mujeres encinta en torno a una comadrona. Es muy conveniente la presencia del marido en esas sesiones, pues como ya he dicho, tanto el embarazo como el nacimiento deben ser preparados y vividos entre los dos.

Cada sesión se divide en tres partes:

— una primera parte teórica, que describe, con ayuda de esquemas o películas, las nociones anatómicas básicas, así como el mecanismo y el desarrollo del nacimiento;

— una segunda parte de ejercicios prácticos, donde se explican y ejecutan los diversos movimientos respiratorios, de relajación y gimnásticos descritos más adelante;

— una tercera parte de conversaciones libres, en la que se establece entre las participantes una libre discusión sobre cualquier lema que deseen abordar, que haga referencia de un modo u otro al nacimiento, al hijo, a la mujer.

Lo ideal sería que se pudiera añadir a esas sesiones reuniones periódicas con un psicólogo, a fin de abordar los componentes psíquicos del «mito» del parto, ya que, junto con la preparación física, es muy importante la preparación intelectual y psicológica

Como ya he indicado, su objetivo principal es hacer desaparecer el temor eliminando el misterio.

Eliminar el misterio supone proporcionarte algunas nociones esenciales e indispensables sobre tu anatomía y sobre el funcionamiento de tus diversos órganos, a fin de que puedas comprender mejor lo que va a ocurrir dentro de ti.

Dicho esto, hay un punto sobre el que quiero insistir ante todo: el hecho de que asistas regularmente a las clases no debe hacerte pensar que abordarás el alumbramiento sabiendo obstetricia (a modo de comparación, quiero recordarte que las comadronas requieren tres años de difíciles estudios para adquirir los conocimientos pertinentes).

La finalidad de esos cursos es que comprendas lo que acontece dentro de ti en el curso del embarazo y el parto, pero esos conocimientos, forzosamente elementales y esquemáticos, son insuficientes para permitirte analizar una situación obstétrica real.

Es absolutamente necesario que asimiles bien ese hecho, ya que imaginando que lo sabes todo correrías el riesgo de desorientarte al contacto con la realidad; tal desorientación podría hacerte perder todos los beneficios obtenidos durante la preparación.

lunes, 28 de marzo de 2011

Embarazadas - Ejercicios de Relajación

Ejercicios de relajación

La relajación es un elemento básico en el dominio del cuerpo, uno de los primeros peldaños que hay que franquear para lograr el descubrimiento del yoga.

Para Read, la tranquilidad física es el primer objetivo, a la vez que una condición indispensable para alcanzar la tranquilidad psíquica.

Vemos pues que hay una identidad de enfoque entre el pensamiento hindú y las ideas de Read: «El dominio de los sentidos y del psiquismo pasa por el dominio del cuerpo». Dicha identidad de enfoque justifica, a mi parecer, la introducción de ciertos ejercicios yóguicos en la preparación para el parto sin dolor.

Los médicos soviéticos reprochan a la relajación su carácter pasivo, que conduce, según ellos, a una regresión psicoafectiva. Opinan que la mujer debe hallarse activa, despierta, ser partícipe.

Creo ver en ello un burdo contrasentido, debido a que a los médicos rusos les engaña su materialismo cientificista. En efecto, resulta evidente que una relajación bien hecha constituye en realidad un fenómeno activo, que requiere la participación de la voluntad y puede desembocar en niveles superiores de conciencia. Lejos de ser una regresión, al abrir la vía del dominio de los sentidos la relajación conduce a la meditación y a la trascendencia.

En primer lugar, debes tomar conciencia de la existencia de los diversos grupos musculares, para lo cual has de contraer dichos músculos y después realizar el esfuerzo voluntario de relajarlos.

Por ejemplo, puedes comenzar por los músculos de los dedos de los pies, los de las pantorrillas —que controlan el movimiento de los pies— y los de los muslos.

A continuación, pasas a los miembros superiores, controlando asimismo la contracción —y después la relajación— de los dedos, los músculos de la muñeca y los del brazo.

La relajación del tronco es más difícil de lograr, pues se es menos consciente de los grupos musculares del mismo. Realizarás el mismo ejercicio de contracción y relajación muscular con las nalgas, el perineo (esfuerzo como para retener la deposición, y después relajación), la pared abdominal y el raquis (músculos de la espalda y del cuello).
Finalmente, la relajación del rostro: músculos de la masticación, de los párpados, de la frente y los utilizados en los gestos.

Tras tomar conciencia de los grupos musculares (lo que a menudo requiere varias sesiones), realizarás los ejercicios de relajación propiamente dicha; cada grupo muscular es relajado sucesivamente. Los miembros, y después el conjunto del cuerpo, dan la impresión de tornarse flaccidos por completo, así como más pesados, mientras que se siente una sensación de euforia, de bienestar, de total relajación.

Al final del ejercicio, que durará de cinco a quince minutos, debes evitar incorporarte bruscamente; respira, estírate, siéntate, y no te levantes hasta pasados unos minutos.

domingo, 27 de marzo de 2011

Ejercicios preparatorios del Parto


Los ejercicios físicos que describiré en las páginas siguientes son de sencilla ejecución, y constituyen el mínimo indispensable para una preparación eficaz al parto sin dolor. Si no los realizas a diario, difícilmente podrás beneficiarte de las ventajas del parto sin dolor, criticando luego los resultados de un método del que en definitiva no habrás seguido las directrices.

La preparación para el parto sin dolor, al igual que la adquisición de cualquier otra técnica, requiere disciplina, interés y paciencia.

Disciplina. Debes efectuar regularmente estos ejercicios, mana na y tarde, comenzando con sesiones de diez minutos, que prolongarás poco a poco hasta los veinte minutos. Puedes y de-hes encontrar el tiempo necesario para estos ejercicios.

Cualquier excusa para no llevarlos a cabo será una mala excusa, ya que, ¿hay acaso algo más importante para una futura madre que prepararse para la llegada de su hijo?

Interés. Debes comprender y penetrar la importancia real de la preparación que realizas, la eficacia real de los ejercicios, que nunca debes hacer distraída, escuchando la radio o dejando que te interrumpa otra persona. Paciencia. Debes admitir que ninguna técnica se adquiere rápidamente y sin esfuerzo. Debes realizar un esfuerzo cotidiano, y no abandonarte a medida que se acerca el tan esperado acontecimiento. Lo que se te pide es mínimo, y el beneficio será considerable, así que hay que tener paciencia y llegar hasta el final.

Algunas de mis lectoras reconocerán en los imperativos que acabo de enunciar las reglas básicas de muchas enseñanzas tradicionales de índole filosófica o espiritual. No es casual.

He asociado voluntariamente en estos ejercicios las ventajas del yoga ancestral a las técnicas occidentales kinesiterapéuticas. Los consejos del Hata-Yoga me han sido proporcionados por fieles discípulos del maestro hindú Iyengar, considerado como uno de los más escrupulosos garantizadores de la pureza del yoga.

En cuanto a las técnicas kinesiterapéuticas, he acudido en busca de consejo a varias kinesiterapeutas profesionales con hijos, ya que la práctica concreta me parece siempre superior a la teoría abstracta.

Como ya he dicho, los ejercicios preparatorios están divididos en cuatro grupos: relajación, respiración, flexibilidad y musculación. Describiré cada uno de estos grupos sucesivamente.

En la práctica de mañana y noche, debes realizar los ejercicios en el orden siguiente: respiración, flexibilidad, musculación, respiración, relajación.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Sexo del Bebé - ¿Niño o Niña?



¿Qué será, niño o niña?

Saber el sexo del niño antes del nacimiento constituye la legítima curiosidad de todas las madres. Sin embargo, debes comprender que, en el estado actual de la ciencia, no hay forma válida de responder a esa pregunta durante los primeros meses del embarazo. Tradicionalmente, existen unos métodos sencillos de adelantar una respuesta, transmitidos de madres a hijas desde hace siglos: forma del vientre, ombligo más o menos saliente; posición alta o baja del feto, fase de la luna en que ha sido concebido, sexo y fecha de fecundación de los hijos anteriores, etc. Detendré aquí mi enumeración, pues no deseo aventurarme en un terreno puramente alquímico o mágico. En cualquier caso, todos los métodos citados tienen en común su absoluta ineficacia. Ninguno resiste un análisis estadístico serio, basado en un amplio número de casos.

La auscultación del corazón del feto pareció aportar un argumento más científico; un ritmo rápido significaría un niño y un ritmo lento, una niña. A menos que sea al revés, no lo recuerdo bien... Desgraciadamente, tampoco este método, que contó con bastantes seguidores entre los parteros y comadronas del siglo pasado, ha podido resistir el control de la ciencia moderna. El registro electrónico del ritmo cardiaco —del que hablaré más adelante—, técnica de uso corriente en la obstetricia actual, ha demostrado, de modo irrefutable, que no existe relación alguna entre el ritmo y la intensidad de los latidos del corazón del niño y el sexo de éste.

En la actualidad, existen dos métodos científicos para saber el sexo del niño antes del nacimiento. Uno es muy simple, pero tan sólo da resultados válidos a partir del séptimo mes del embarazo: la ecografía uterina. El segundo podría indicar el sexo mucho antes, pero es un método difícil e incluso peligroso: la punción am-niótica.

La ecografía uterina, basada en los ultrasonidos —y por lo tanto sin ningún peligro—, permite estudiar el feto con gran detalle, proporcionando sobre una pantalla de televisión una especie de «fotografía», tan detallada que permite distinguir su sexo. Si el sexo resulta visible, lo que no siempre ocurre, pues depende de la posición del niño, un buen ecografista nunca se equivoca.

La punción amniótica consiste en tomar una muestra del líquido amniótico, mediante una punción a través del vientre de la madre.

El líquido amniótico (las aguas) es el que rodea al niño en el interior del útero. La muestra obtenida se observa al microscopio, a fin de estudiar las células que flotan en el líquido. Algunas provienen de la piel del feto. Como cualquier otra célula de su cuerpo, las cutáneas contienen 46 cromosomas en el núcleo. Entre ellos se encuentran los dos cromosomas sexuales, que permitirán descubrir el sexo del niño.

En efecto, el sexo de un individuo viene determinado por esos cromosomas sexuales.1 La presencia de dos cromosomas denominados X caracteriza el sexo femenino (XX = femenino); la presencia de un único cromosoma X y de otro, mucho más pequeño, denominado Y caracteriza el sexo masculino (XY = masculino). Si el estudio al microscopio de las células del niño tomadas de la muestra de líquido amniótico indica la presencia de dos cromosomas X, el feto es de sexo femenino.

Si, por el contrario, se descubre la presencia de un cromosoma X y un cromosoma Y, el feto es de sexo masculino. Pese a tratarse de un método complicado, el análisis de las células del líquido amniótico suministra una información válida, y podría parecer óptimo para saber el sexo del niño antes del nacimiento.

En realidad, el problema no radica tanto en el análisis del líquido amniótico —pese a que el margen de error sea de un 15 %— como en la punción misma. Se trata de un procedimiento relativamente fácil hacia el final, del embarazo, cuando el niño es percibido con claridad, mas para entonces la ecografía resulta mucho más simple. Sin embargo, en los primeros meses, con un embrión pequeño y con poco líquido, la punción es difícil y peligrosa.

Podría compararse al intento de pinchar —a través de la cascara— la clara de un huevo crudo sin tocar la yema, hallándose dicho huevo en el fondo de un cesto lleno de lana. El deseo de saber el sexo del niño no merece correr tantos riesgos. No obstante, es cierto que la punción amniótica se practica a veces durante los primeros meses del embarazo, pero de modo excepcional, y nunca para saber el sexo. Se trata de los casos graves (cuando se teme que se produzcan malformaciones), en los que el riesgo de la punción queda compensado por el de evitar que evolucione un embarazo anormal.

lunes, 14 de marzo de 2011

Medicamentos Nocivos para el bebé


¿Qué medicamentos son peligrosos para el niño?

Tras el drama de la talidomida, se ha creado una auténtica psicosis con respecto a los medicamentos que puede tomar la futura madre. Sin embargo, no hay que sacar las cosas de quicio. La inmensa mayoría de los medicamentos no tiene efectos desfavorables sobre el niño, sobre todo después del tercer mes, ya que el riesgo eventual sólo existe en los tres primeros meses del embarazo.

No obstante, algunos medicamentos están terminantemente prohibidos, en el estado actual de conocimientos: las hormonas masculinas y productos derivados, los anticoagulantes a base de antivitamina K, los vermífugos a base de estaño, la vacuna contra la rubéola, los medicamentos anticancerosos, el yodo radiactivo y el radio. Desde luego, estos medicamentos jamás se prescriben a una embarazada.

Otros deben ser empleados con prudencia: los antitiroideos sintéticos, las dosis fuertes y prolongadas de barbitúricos y morfínicos, ciertos medicamentos para bajar la tensión, algunos antibióticos administrados en dosis altas y durante un período prolongado, y las vacunas contra la viruela, la rabia, la difteria, la fiebre amarilla y la poliomielitis.

Para acabar, citaré al profesor Giraud: «No sería razonable dejar de aplicar a una mujer encinta un tratamiento necesario en base a un exceso de precaución. Tal actitud no sólo podría serle perjudicial a ella, sino también a su hijo, que puede sufrir indirectamente una enfermedad materna, o incluso ser atacado por esa misma enfermedad. Restablecer de inmediato la salud de la madre no puede suponer sino ventajas para el niño, a condición de que la terapéutica empleada no presente riesgos para éste, lo que exige una prudencia muy comprensible».

jueves, 3 de marzo de 2011

¿El Bebé se parecerá al padre o la madre?


¿A quién se parecerá mi hijo?
Ésta es una cuestión a la que resulta imposible responder, y vas a comprender por qué.

Tanto en lo que respecta al físico como al carácter, tu hijo dependerá de las particularidades hereditarias transmitidas por los cromosomas que sus padres le han legado. La primera célula que dará origen al embrión estará constituida por la unión del óvulo (formado en uno de tus ovarios), que contiene 23 cromosomas, y un espermatozoide de tu marido (contenido en su esperma, el cual se forma en los testículos), que contiene asimismo 23 cromosomas.

Los cromosomas son una especie de pequeños filamentos, situados en el núcleo de todas las células del organismo, y que son el vehículo de los caracteres hereditarios a lo largo de las generaciones.

El niño heredará pues características procedentes mitad de su padre y mitad de su madre, lo cual no significa que el niño sea un calcó de tu marido y tuyo a partes iguales, y eso por dos razones: en primer lugar, porque los cromosomas que le has transmitido (y los que le ha transmitido tu marido) provienen a su vez de la mitad de tu padre y la mitad de tu madre, y así indefinidamente.

En resumen, cada uno de sus ascendientes imprimirá su huella sobre el niño, huella por supuesto menos precisa cuanto más alejada en el tiempo. Cada uno de nosotros ha heredado ciertas características, más o menos difuminadas, que provienen de lejanos ancestros de la Edad Media o de la época de las cavernas, y que transmitiremos aún más difuminadas a nuestros hijos y nietos.

Y en segundo lugar, porque ciertos caracteres hereditarios son más vigorosos que otros; se trata de caracteres dominantes, por oposición a los caracteres recesivos, menos vigorosos. Así, los ojos oscuros prevalecen sobre los claros, y los cabellos rizados sobre los lisos. No obstante, los caracteres recesivos, habitualmente ocultos, pueden reaparecer en el niño cuando se ven reforzados por la existencia conjunta en ambos progenitores.

domingo, 27 de febrero de 2011

La Herencia en el Embarazo


Tenemos unos padres de ojos marrones, cada uno de los cuales tiene algún ascendiente de ojos azules. Ambos llevan en sus cromosomas el carácter que indica ojos azules, si bien en estado recesivo, pues de lo contrario los dos tendrían los ojos de ese color.

Si el azar hace que cada progenitor transmita al niño el carácter «ojos azules», éste es reforzado y se convierte en dominante; por consiguiente, el niño puede tener los ojos azules.

Esta transmisión de las particularidades físicas se da igualmente en el caso de las características morales, los rasgos del carácter y las dotes artísticas, si bien en este campo las cosas no resultan tan claras, dada la influencia preponderante del ambiente (entorno social, educación, amistades, etc.), que impone su impronta particular.

Es asimismo indiscutible que ciertas «debilidades» constitucionales o ciertas afecciones pueden ser transmitidas por la herencia. Citemos las «tendencias» hereditarias más conocidas: reumatismo, fragilidad venosa y varices, diabetes, asma, etc. Respecto a las enfermedades de transmisión hereditaria, citaré la hemofilia, el albinismo, ciertas sorderas, etcétera.

La posible existencia de esas taras en estado recesivo, es decir oculto, explica por qué los matrimonios consanguíneos son absolutamente desaconsejables. El hecho de tener los mismos ascendientes aumenta el riesgo de que ambos progenitores tengan la misma tara en estado recesivo, favoreciendo su aparición en el niño.

Resumiendo, queda claro ahora que tu hijo va a recibir en herencia una multitud de posibles características físicas e intelectuales, que se combinarán o se eliminarán unas a otras, siguiendo las leyes de la genética y las leyes que rigen las matemáticas de los grandes números.

La complejidad de tales procesos hace que al final las características del niño parezcan depender del azar, si bien con una clara pero imprevisible influencia de los ascendientes más directos: los padres y los abuelos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Sobre Mujeres Embarazadas - Modo de vida


El Ritmo de Vida de una Embarazada

La existencia de una mujer encinta debe ser tranquila y regular. El sentido común basta para decidir lo que está permitido y lo que debe evitarse a toda costa.

El trabajo se prosigue normalmente hasta seis semanas antes del parto, momento en que debe comenzar el reposo prenatal.

Ciertos empleos fatigosos, sobre todo los que imponen una prolongada permanencia en pie o el manejo de objetos pesados, precisan a veces una interrupción más temprana por prescripción facultativa, o al menos un cambio de puesto. Debes comunicar al médico cualquier fatiga; él juzgará la conveniencia de que interrumpas antes tu trabajo.

Las vigilias son desaconsejables, al menos cuando son frecuentes. Pueden constituir otro motivo para el cambio de puesto o un arreglo de tu horario de trabajo.

Los trayectos y viajes son asimismo poco recomendables, si bien algunas precauciones mínimas permiten los trayectos cortos —o al menos por etapas—, que facilitan un reposo suficiente, así como los medios de transporte confortables, siendo el avión preferible al tren y al automóvil para los largos trayectos.

Qué duda cabe de que los trayectos largos y penosos en coche o en tren incrementan el riesgo de aborto y de interrupción del embarazo. Por consiguiente, consulta al médico antes de proyectar un desplazamiento lejos de tu domicilio.

jueves, 10 de febrero de 2011

Higiene en el Embarazo - Cabello e Higiene Íntima


Muy a menudo, basta el sentido común para sugerir lo que es bueno o malo. Sobre todo, debes huir de ciertos viejos dichos y de los consejos que te prodigarán tu madre, tu suegra o incluso tus mejores amigas.

El cabello
Puedes lavarte la cabeza como de costumbre. Durante las semanas que preceden y siguen al parto, el cabello suele caer en mayor cantidad; no te inquietes, volverá a salir. Sin embargo, debes tener cuidado con las tintas y productos decolorantes, pues un tratamiento demasiado enérgico será perjudicial debido al estado de fragilidad de tu cabello.

Por otro lado, puede que soportes mal el tinte, a causa de la hipersensibilidad alérgica propia del embarazo. Utiliza, pues, productos más suaves. No obstante, no sientas ningún temor por el niño; contrariamente a lo que se dice, ni el tinte ni la decoloración tienen efecto alguno sobre él.

La higiene íntima
El aseo íntimo no debe ser ni más ni menos escrupuloso que fuera del embarazo, si bien debes abstenerte de las irrigaciones vaginales, que pueden destruir el equilibrio químico de la vagina.

Utiliza para tu higiene íntima el producto que te aconseje el médico.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tercer Trimestre - Controles médicos a realizar


Elementos importantes que el médico debe controlar en el Tercer trimestre

- En primer lugar; se asegurará de que tu hijo aumenta de tamaño con regularidad midiendo la altura interna, es decir el aumento de tu vientre —o más exactamente del útero, a través de la pared abdominal—, por medio de una cinta métrica de costurera. La altura del útero, medida desde el hueso del pubis hasta la cima del útero —la parte más alta del vientre—, es de 28 cm, al final del séptimo mes, de 30 cm —como término medio— al fin del octavo mes y de 32 cm cuando el embarazo está próximo a concluir. Por supuesto, esta medida no corresponde a la altura del bebé, que se halla acurrucado en el interior del útero, sino que proporciona una orientación sobre el aumento global de éste último.

- Asimismo, el médico debe asegurarse de que el feto ha adoptado una buena posición en el útero. Durante los seis primeros meses del embarazo, el niño está sentado, con las nalgas hacia abajo y la cabeza hacia arriba. Alrededor del séptimo mes, se dará la vuelta, quedando con la cabeza hacia abajo, en dirección a la salida, y las nalgas hacia arriba. Esta rotación es fundamental, y los exámenes médicos están destinados, precisamente, a verificar que el feto se presente del modo adecuado, es decir, con la cabeza hacia abajo (en el 99 % de los casos; el 1 % restante supone la presentación de nalgas) y la espalda en el lado izquierdo del útero (aproximadamente en el 70 % de los casos).

- Otro control consiste en la escucha de los latidos del corazón del feto, mediante la ayuda de un estetoscopio especial para obstetricia. Si el médico dispone de un aparato electrónico, éstos se pueden oír directamente con toda claridad.

- Finalmente, por medio de la exploración vaginal, el médico seasegurará de que la cabeza del feto está bien colocada, de que tu pelvis tiene las dimensiones adecuadas para permitir el paso del niño y de que el cuello del útero permanece todavía cerrado.

martes, 8 de febrero de 2011

Consejos dietéticos para mujeres embarazadas


A título indicativo, transcribo a continuación los consejos dietéticos que doy a las pacientes cuyo aumento de peso es superior a un kilogramo mensual.

1. Reemplazar el azúcar por sacarina.

2. Alimentos terminantemente prohibidos: pan, mermeladas, pastas, legurnbres secas harinosas (alubias, etc.), cuscús, pizza, aceite de oliva, embutidos, fiambres, carne en salsa, despojos, pimientos, frituras, nata, quesos grasos, pasteles, chocolate, frutos secos (dátiles, nueces, etc.), bebidas alcohólicas, cerveza, agua con gas.

3. Alimentos qUe se pueden consumir con moderación: leche, café, té, mantequilla, nuevos, pescado azul, carne de cerdo, patatas, coles, vino.

4. Alimentos recomendados: biscottes de régimen, leche descremada no azucarada, verdura de hoja, tomates, alcachofas, carnes rojas a la plancha, pescado blanco a la plancha, lechugas, limones, yogur y quesos de régimen, frutas frescas (con moderación), agua-mineral sin gas.

Es recomendable eliminar la sal y también el azúcar. El régimen sin sal, antañp impuesto hacia el final del embarazo, ya no se suele aconsejar, ahora que se conoce mejor la fisiología de la mujer encinta. Eso nq significa que haya que salar demasiado los alimentos; el exceso es Siempre perjudicial. La prudencia aconseja utilizar la sal moderadamente, sin suprimirla por completo, lo que podría alterar el equilibrio biológico de la futura madre.

Sin embargo, es absolutamente imprescindible suprimir el azúcar si se tiene tendencia a engordar. No hay que olvidar que se trata de un factor esencial en el aumento de peso. Y no sólo el azúcar con que endulzamos el café, sino sobre todo en sus restantes formas: pasteles, refrescos, zumos de frutas, frutas frescas o secas, mermelada, etcétera.

domingo, 6 de febrero de 2011

Ropa de Embarazadas - Aspectos generales de la vestimenta


En la actualidad, los establecimientos especializados disponen de una gran variedad de prendas para la futura madre, que resultan favorecedoras y bien adaptadas a todos tus problemas.

Las prendas deben ser confortables, prácticas, amplias, lo bastante cálidas o ligeras, según la estación. No deben constreñir el vientre, la parte alta de los muslos o la pantorrilla (cuidado con las varices).

Así pues, no utilices medias con ligas elásticas o bragas demasiado ceñidas a la cintura; usa leotardos (hay modelos especiales para mujeres encinta, muy bien estudiados).

Por supuesto, debes adaptar la ropa a la evolución del embarazo, y evitar las prendas «próximas al cuerpo» a partir del quinto mes. En ese momento, rechaza los suéteres ajustados, fajas, pantalones y las faldas ceñidas a la cintura, que subrayan y exageran tu vientre.

La faja de embarazo
Como la mayoría de los médicos, soy contrario al uso de la faja, vestigio de un pasado lejano en el que la mujer sufría su embarazo de modo pasivo. El mantenimiento del útero debe quedar asegurado por los músculos de la pared abdominal, que fortalecerás con 10 minutos de gimnasia por la mañana y otros 10 por la noche (ejercicios para los músculos abdominales).

La faja de embarazo no hace sino debilitar esos músculos; siguiendo el ejemplo clásico, tiene el mismo efecto sobre el vientre que el enyesado sobre la pierna: la atrofia de los músculos.

Así pues, nada de faja; debe ser reemplazada por la gimnasia cotidiana. No obstante, en ciertos casos la faja puede ser útil: cuando la pared abdominal esté demasiado distendida a causa de varios embarazos, la faja impedirá que el útero se descuelgue hacia delante; si el peso del útero es considerable, por contener gemelos o demasiado líquido amniótico, la faja será un buen auxiliar de la pared abdominal; asimismo, cuando una espalda demasiado arqueada —arqueamiento exagerado por el embarazo— proyecta el vientre demasiado hacia delante, tendiendo a exagerar la curva de la espalda, la faja restablece un mejor equilibrio mecánico entre el peso del útero y el arqueamiento de la columna vertebral.

Sin embargo, en todos estos casos hay que seguir el consejo del médico.

El sujetador de embarazo
Es indispensable. Hallarás numerosos modelos, adaptados a tu constitución, en las tiendas especializadas.

El calzado
Debe asegurar un apoyo estable, y evitar que la columna vertebral se combe en exceso. Usa los zapatos que tengas por costumbre, si bien no son recomendables los de tacones altos y finos, inestables y causantes de dolores inútiles, ni las suelas planas, que fatigan la bóveda plantar.

sábado, 5 de febrero de 2011

Calambres embarazo


Es decir: ustedes mismas van a asegurar el aporte de oxígeno que el organismo necesita para su trabajo. ¿Qué pasa cuando un músculo trabaja en un medio pobre de oxígeno? En general trabaja mal: sufre. Y este sufrimiento se traduce por dolor. El mejor ejemplo de esto lo tenemos en los calambres musculares de la pantorrilla que les aqueja a muchas de ustedes, sobre todo en los últimos meses del embarazo. ¿Qué es un calambre? ¿Por qué tienen a menudo calambres las embarazadas? El calambre no es más que la contracción permanente de un músculo cansado, agotado, por haber sido sometido a un trabajo permanente. La embarazada, por la presencia del propio embarazo, debe adoptar actitudes especiales de su cuerpo, para poder mantener la posición de equilibrio, estando de pie. Esto hace que los músculos de la pantorrilla estén casi permanentemente contraídos: se cansan, se agotan y entran en contracción permanente: el calambre.

viernes, 4 de febrero de 2011

Embarazo - Respiración


Respiración torácica.

Respiración torácica. Normalmente nosotros realizamos la llamada respiración torácica, es decir, con el pecho. Esta consta de dos tiempos. El primer tiempo, que consiste en la entrada del aire en los pulmones, se llama inspiración. Para realizar la inspiración, los músculos del cuello, los pectorales y los músculos intercostales, se contraen. La caja torácica se ensancha por la elevación de las costillas y el aire entra en los pulmones por la diferencia de presión que se establece.

Los pulmones tienen una pared elástica y entonces se dilatan por la presión del aire. El segundo tiempo, la espiración, consiste en la salida del aire de los pulmones. Basta dejar en reposo los músculos nombrados anteriormente y el aire sale de los pulmones expulsado por la propia elasticidad de éstos, salvo una pequeña cantidad, llamada aire residual, que para expulsarlo debemos hacer un esfuerzo. Podríamos comparar los movimientos respiratorios a lo que pasa con una pelota de fútbol: cuando se infla, el aire entra a presión y distiende la goma. Para que salga ese aire basta desatar el "piripicho" de la pelota y el aire sale solo, expulsado por la elasticidad de la goma.

Tercer Trimestre - El más difícil en el Embarazo


Sin duda, los tres últimos meses te parecerán los más largos de todo el embarazo, y el sentimiento de que «esto no se acaba nunca» se agudizará en los últimos días. La espera desde luego es larga, una vez superado el asombro y la fascinación de los primeros meses.

De pronto, te sientes impaciente, ardes en deseos de ver y acariciar a esa criatura que sientes moverse dentro de ti desde hace semanas, semanas que te parecen años.

Sin embargo, debes tener paciencia, incluso aunque el vientre te pese cada vez más y sientas pesadez en las piernas. No hagas caso de esas pequeñas molestias de tu estado que te asaltan cada vez con mayor frecuencia, no te impacientes, pues los tres últimos meses son muy importantes para tu hijo; es el momento de «dar los últimos toques», el momento en que el niño adquiere por completo el alto grado de perfeccionamiento que hace del ser humano el animal más extraordinario del planeta.

El bebé va a dar un perfecto acabado a la fabricación de sus órganos, en particular el cerebro, los pulmones y el hígado. Eso explica por qué un nacimiento prematuro es perjudicial para el niño, y será más perjudicial cuanto más prematuro sea. Si bien a partir de los ocho meses se puede considerar que el niño ha concluido, prácticamente, su «puesta a punto», antes de los ocho meses, por el contrario, pueden surgir ciertas dificultades a causa de la maduración incompleta de los centros respiratorios, el hígado y el cerebro. Así pues, el niño requiere un mínimo indispensable de ocho meses para alcanzar el grado de madurez necesario.

Al mismo tiempo, tu hijo aumentará de talla y peso. Al concluir el séptimo mes de embarazo medirá 35 cm, aproximadamente, y pesará de 2.000 a 2.500 g; al final del octavo mes, las cifras serán 45 cm y de 2.500 a 2.800 gramos. Y en el momento de su nacimiento, la talla del bebé es de 50 cm y pesa entre 3.00 y 3.500 g, como término medio.

Finalmente, manifiesta su presencia moviéndose, de un modo más o menos violento y continuo. Al comienzo del cuarto mes del embarazo, percibes por primera vez su movimiento, con gran estupefacción y alegría. Después lo notas muy claramente varias veces al día, y el niño se manifiesta incluso durante la noche, despertándote.

Sus movimientos pueden producir «protuberancias» sobre tu vientre, en el lugar en que apoya la cabeza o las extremidades, pero dichas protuberancias son siempre localizadas, muy distintas de las contracciones, las cuales provocan un endurecimiento global de la pared uterina. Las contracciones son casi siempre anormales durante el embarazo, y debes consultar al médico si éstas se producen.

Por otra parte, el niño tenderá a calmarse y a moverse más suavemente y con menor frecuencia durante el último mes, lo cual no debe inquietarte. Sin embargo, no sería normal que dejaras de sentir sus movimientos; de ser así, no dudes en avisar al médico de inmediato.

martes, 1 de febrero de 2011

Embarazo peso


El peso extra durante el embarazo
Durante este período que les falta para el parto, ustedes van a practicar diariamente los ejercicios de respiración abdominal. Ello les permitirá aprender a manejar el diafragma y los músculos del vientre, a la vez de tonificarlos. Pero la repetición de estos ejercicios les
reportará grandes beneficios.


El desarrollo del embarazo provoca importantes modificaciones: en el vientre se desarrolla una enorme masa cuyo peso oscila alrededor de los 7 kilos: 3 1/2 kilos del feto; 1 1/2 kilos de líquido amniótico; 1 kilo de útero; 1/2 kilo de placenta.

domingo, 28 de marzo de 2010

Embarazo e incompatibilidad


Embarazo e incompatibilidad

Existen diversos tipos de "incompatibilidad" entre las personas para poder concebir. Puede haber alteraciones del "factor cervical", esto es la normal relación que debe existir entre los espermatozoides y el moco del cuello uterino, u otras del tipo inmunológico (felizmente muy poco frecuentes), que impiden que se implante o desarrolle normalmente el huevo en la cavidad uterina, De todas formas, esto representa una muy pequeña fracción del total de aquellas parejas que tienen problemas de fertilidad (del 5 al 15 por ciento del total de la población de los distintos países).