Ahora bien: al igual que todo músculo que trabaja, en cada contracción uterina se consume energía. Esta energía, el útero la obtiene quemando en su interior glucosa. La glucosa es el azúcar que está disuelta en la sangre y que el organismo la tiene almacenada en el hígado y en los propios músculos. Cuando tiene necesidad de ella, la saca del de pósito y la ofrece al órgano que la necesita. Pero para quemar el azúcar, el músculo necesita oxígeno. Es un proceso de verdadera combustión, como el que se realiza cuando quemamos un leño o carbón. Para prenderlo, es necesario hacer pasar una corriente de aire, que le suministra el oxígeno.
Por tanto: durante el trabajo de parto la embarazada necesita glucosa y oxígeno. El aporte de glucosa se realiza en algunos países administrándole a la parturienta suero glueosado, es decir, agua y azúcar.
Por tanto: durante el trabajo de parto la embarazada necesita glucosa y oxígeno. El aporte de glucosa se realiza en algunos países administrándole a la parturienta suero glueosado, es decir, agua y azúcar.