La preparación para el parto puede ser emprendida a partir del sexto o séptimo mes del embarazo.
Normalmente, dicha preparación supone un cierto número de Sesiones (de 6 a 8), reuniendo de cuatro a seis mujeres encinta en torno a una comadrona. Es muy conveniente la presencia del marido en esas sesiones, pues como ya he dicho, tanto el embarazo como el nacimiento deben ser preparados y vividos entre los dos.
Cada sesión se divide en tres partes:
— una primera parte teórica, que describe, con ayuda de esquemas o películas, las nociones anatómicas básicas, así como el mecanismo y el desarrollo del nacimiento;
— una segunda parte de ejercicios prácticos, donde se explican y ejecutan los diversos movimientos respiratorios, de relajación y gimnásticos descritos más adelante;
— una tercera parte de conversaciones libres, en la que se establece entre las participantes una libre discusión sobre cualquier lema que deseen abordar, que haga referencia de un modo u otro al nacimiento, al hijo, a la mujer.
Lo ideal sería que se pudiera añadir a esas sesiones reuniones periódicas con un psicólogo, a fin de abordar los componentes psíquicos del «mito» del parto, ya que, junto con la preparación física, es muy importante la preparación intelectual y psicológica
Como ya he indicado, su objetivo principal es hacer desaparecer el temor eliminando el misterio.
Eliminar el misterio supone proporcionarte algunas nociones esenciales e indispensables sobre tu anatomía y sobre el funcionamiento de tus diversos órganos, a fin de que puedas comprender mejor lo que va a ocurrir dentro de ti.
Dicho esto, hay un punto sobre el que quiero insistir ante todo: el hecho de que asistas regularmente a las clases no debe hacerte pensar que abordarás el alumbramiento sabiendo obstetricia (a modo de comparación, quiero recordarte que las comadronas requieren tres años de difíciles estudios para adquirir los conocimientos pertinentes).
La finalidad de esos cursos es que comprendas lo que acontece dentro de ti en el curso del embarazo y el parto, pero esos conocimientos, forzosamente elementales y esquemáticos, son insuficientes para permitirte analizar una situación obstétrica real.
Es absolutamente necesario que asimiles bien ese hecho, ya que imaginando que lo sabes todo correrías el riesgo de desorientarte al contacto con la realidad; tal desorientación podría hacerte perder todos los beneficios obtenidos durante la preparación.
Normalmente, dicha preparación supone un cierto número de Sesiones (de 6 a 8), reuniendo de cuatro a seis mujeres encinta en torno a una comadrona. Es muy conveniente la presencia del marido en esas sesiones, pues como ya he dicho, tanto el embarazo como el nacimiento deben ser preparados y vividos entre los dos.
Cada sesión se divide en tres partes:
— una primera parte teórica, que describe, con ayuda de esquemas o películas, las nociones anatómicas básicas, así como el mecanismo y el desarrollo del nacimiento;
— una segunda parte de ejercicios prácticos, donde se explican y ejecutan los diversos movimientos respiratorios, de relajación y gimnásticos descritos más adelante;
— una tercera parte de conversaciones libres, en la que se establece entre las participantes una libre discusión sobre cualquier lema que deseen abordar, que haga referencia de un modo u otro al nacimiento, al hijo, a la mujer.
Lo ideal sería que se pudiera añadir a esas sesiones reuniones periódicas con un psicólogo, a fin de abordar los componentes psíquicos del «mito» del parto, ya que, junto con la preparación física, es muy importante la preparación intelectual y psicológica
Como ya he indicado, su objetivo principal es hacer desaparecer el temor eliminando el misterio.
Eliminar el misterio supone proporcionarte algunas nociones esenciales e indispensables sobre tu anatomía y sobre el funcionamiento de tus diversos órganos, a fin de que puedas comprender mejor lo que va a ocurrir dentro de ti.
Dicho esto, hay un punto sobre el que quiero insistir ante todo: el hecho de que asistas regularmente a las clases no debe hacerte pensar que abordarás el alumbramiento sabiendo obstetricia (a modo de comparación, quiero recordarte que las comadronas requieren tres años de difíciles estudios para adquirir los conocimientos pertinentes).
La finalidad de esos cursos es que comprendas lo que acontece dentro de ti en el curso del embarazo y el parto, pero esos conocimientos, forzosamente elementales y esquemáticos, son insuficientes para permitirte analizar una situación obstétrica real.
Es absolutamente necesario que asimiles bien ese hecho, ya que imaginando que lo sabes todo correrías el riesgo de desorientarte al contacto con la realidad; tal desorientación podría hacerte perder todos los beneficios obtenidos durante la preparación.
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