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viernes, 18 de febrero de 2011

Malestares del Embarazo - flatulencias y Diarrea



Flatulencia o sensación de vientre hinchado

Esta sensación, que suele ir acompañada por una frecuencia de emisión de gases mayor de lo normal, traduce un exceso de fermentación digestiva, a menudo relacionada con una irritación del intestino grueso (colitis).

Debes suprimir los alimentos que tienden a fermentar (col, legumbres secas), y evitar el exceso de ensaladas y verduras. Pídele al médico un producto adecuado (bismuto, por ejemplo).

Diarrea

Es muy frecuente en las embarazadas, y parece agravarse hacia el final del embarazo. Es preciso tratarla, en especial porque para muchos médicos juega un papel muy importante en la aparición de infecciones urinarias, sobre todo de colibacilos.

El tratamiento básico consiste en beber diariamente un litro y medio —como mínimo— de agua mineral sin gas fuera de las comidas. No olvides el salvado, sea en forma de biscotcs, galletas o pan integral.

Es recomendable evitar las bebidas gaseosas —pues favorecen la flatulencia y la colitis—, la fruta y los zumos de fruta, alimentos en exceso azucarados; el azúcar es un agente diarreico particularmente temible. Por consiguiente, debes reducir o suprimir los alimentos que contengan azúcar.

Por otra parte, no debes utilizar supositorios de glicerina ni los medicamentos por vía rectal (Microlax); los gastroenterólogos (médicos especializados en la digestión) consideran que tales medios favorecen la irritación del intestino. En resumen, consulta al médico, pues las causas de la diarrea son múltiples y complejas, y corres el riesgo de agravar tus trastornos.

Normalmente, el médico te prescribirá un laxante suave y no irritante; y también puedes tomar al acostarte una cucharada sopera de aceite de parafina, que regula la función intestinal. Te recomiendo, asimismo, que acostumbres ir al servicio a la misma hora cada día, aunque no tengas ganas, pues esa regularidad creará un reflejo favorable.

Más articulos informativos sobre malestares en el embarazo:

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cuidado en el embarazo
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molestias embarazo
 

jueves, 17 de febrero de 2011

Alteraciones de la Piel en el Embarazo - El Paño


La piel es un receptor particularmente sensible a las hormonas, y ya antes del embarazo sin duda notabas que tu piel acusaba las variaciones del ciclo menstrual; el cutis, sobre todo, plantea a veces problemas de maquillaje antes de la regla o durante la misma.

Comprenderás pues con facilidad que la saturación hormonal que acompaña al embarazo repercutirá forzosamente sobre el tejido cutáneo.

El cutis
El efecto de las hormonas del embarazo sobre el cutis es bastante imprevisible. Si bien algunas mujeres se quejan de que su piel se vuelve más grasa o más seca, o bien de que les sale acné o acné rosáceo, otras, por el contrario, gozan durante el embarazo de un tono más luminoso o una piel más lisa y perfecta.

En cualquier caso, se debe limpiar con cuidado el rostro cada noche, utilizando cosméticos no alérgicos, cremas hidratantes y nutritivas para mantener el equilibrio dérmico. No elijas ese período para efectuar ensayos o intentar nuevas recetas, ya que la condición de la piel es especialmente frágil y delicada; desconfía incluso de los productos que hasta entonces tolerabas bien, pues incluso éstos podrían provocar reacciones alérgicas. Consulta a un dermatólogo.

El paño
Se trata de una pigmentación oscura, comparable a un bronceado, pero limitada sobre todo a la frente, sienes y pómulos. Se debe a la acción de las hormonas sobre las células pigmentarias de la piel. Idéntico fenómeno puede observarse en la línea media del vientre (línea oscura abdominal), o bien, fuera del embarazo, en ciertas mujeres que toman la pildora.

No hay ningún medio de impedir su aparición, ni ningún medicamento o pomada que pueda atenuarlo. Tan sólo puedo aconsejar que evites formalmente la exposición al sol y la aplicación de cualquier cosmético sobre el cutis (base de maquillaje, polvos, afeites, loción, etc.).

Utiliza tan sólo los productos aconsejados por el dermatólogo, al cual será conveniente que consultes.
En la mayoría de los casos, el paño se atenúa y acaba por desaparecer durante las semanas que siguen al parto. No obstante, el uso de la pildora puede provocar su reaparición.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Trastornos circulatorios del Embarazo - Hemorroides y Tratamientos


Las hemorroides
Son varices producidas en las venas del ano (hemorroides externas) y en la parte baja del recto (hemorroides internas). Pueden manifestarse por medio de dolor, picazón o a veces por sangrar en el momento de la evacuación.

Tienen las mismas causas que las varices de los miembros inferiores, pero se ven agravadas además por la diarrea y por la presión que ejerce la cabeza del niño contra el recto, alterando la circulación venosa.

El médico te prescribirá s¡n duda pomadas o supositorios que, sea cual fuere la marca, contienen productos similares: un anticoagulante, un antiinflamatorio y un anestésico local.

Las hemorroides pueden complicarse dando lugar a una trombosis (coagulación de la sangre), que se caracteriza por un dolor atroz y por la formación de una bola dura en la hemorroide, requiriendo a veces una pequeña incisión.

Pesadez en las piernas
Los dolores y sensación de pesadez en las piernas, acompañados a veces de calambres u hormigueo, sobre todo por la noche, traducen trastornos circulatorios de las venas profundas, del mismo modo que las varices traducen los de las venas superficiales.

Los consejos respecto a las varices son obviamente aplicables aquí.

Tratamiento de los problemas circulatorios
Cuando éstos son provocados por el embarazo, es fácil comprender que no es posible eliminarlos por completo, y que de hecho no remitirán hasta el final del embarazo.

Sin embargo, el médico podrá prescribir medicamentos que ayudarán a las venas a defenderse mejor, y a los que se denomina «tónicos venosos»: extracto de castaño de indias, hamamelis, vitaminas B y C, etcétera.

martes, 15 de febrero de 2011

Trastornos urinarios en el Embarazo


Son frecuentes en la mujer encinta, en especial al final del embarazo. Puede tratarse simplemente de ganas frecuentes de orinar, de incontinencia o de disuria (dificultad de expulsar la orina), sin que haya sensación de escozor y manteniéndose ciará la orina.

Estas molestias suelen ser debidas a la presión que ejerce la cabeza del niño sobre la vejiga, y desaparecen después del parto. Por desgracia, no hay manera de evitarlas. Evita al menos beber antes de acostarte, a fin de que las ganas de orinar no te despierten con frecuencia durante la noche.

No obstante, a veces aparecen trastornos que se traducen en una verdadera infección urinaria, favorecida en la mujer encinta por la presión del útero sobre las vías urinarias, así como por la diarrea, que provoca la aparición de colibacilos, microbios habituales en la infección urinaria. Los signos que deben inquietarte y hacerte consultar al médico son:

— ganas muy frecuentes de orinar, con sensación de escozor;

— dolor o pesadez a la altura de la vejiga;

— orina turbia, oscura, con sedimentos.

El médico te pedirá que te hagas un análisis de orina a fin de aislar el microbio causante de la infección (habitualmente un colibacilo) y prescribirte el tratamiento adecuado (sulfamidas o antibióticos) para evitar que esa pequeña infección de la vejiga alcance al resto de las vías urinarias, llegando a provocar la grave pielonefritis (fiebre alta, acompañada de escalofríos, dolor a la altura de los ríñones, orina muy turbia, incluso francamente purulenta).

Los mejores medios para prevenir la aparición de estas molotias son, por una parte, evitar la diarrea, y por otra, beber cada día una cantidad suficiente de líquido, a fin de mantener un buen drenaje renal.

lunes, 14 de febrero de 2011

Malestares del Embarazo - nauseas, vómitos y dolores


Las pequeñas molestias que aparecen a lo largo del embarazo a menudo se intensifican en los últimos meses. Debes hablar de ellas al médico y no descuidarlas, ya que pueden ser síntoma de una afección más grave. Incluso aunque sean de índole benigna, que por suerte es el caso más frecuente, merecen que le pidas a tu médico un atamiento adecuado.

Nauseas y vómitos
Se suele decir que forman parte del cuadro normal de los tres puñeros meses del embarazo, ya que se hallan presentes en más de la mitad de las mujeres encinta; sin embargo, deben desaparecer espontáneamente a partir del cuarto mes.

Su anormal persistencia más allá de éste sería síntoma de una enfermedad preexistente, del eslómago o de la vesícula biliar sobre todo.
La presencia de vómitos al final del embarazo puede suponer la existencia de una complicación específica del último trimestre del embarazo: la toxemia. No dejes pues de informar al médico.

Dolores y ardores gástricos (pirosis)
La pirosis es una sensación de ardor que sube del estómago hacia la boca. A menudo de gran intensidad, sobreviene generalmente después de las comidas.

El tratamiento de esta dolencia consiste en la ingestión de ciertos productos, en particular gel de aluminio.

El bicarbonato sódico, así como todos los medicamentos que lo contienen, está contraindicado; por una parte, no hace sino aumentar los trastornos, y por otra, aporta una considerable cantidad de sodio, lo que facilita la retención de líquidos. Debes suprimir de tu alimentación todos los alimentos ácidos (cítricos, tomates, ciertos zumos de fruta, ensaladas y platos a base de vinagre), el vino blanco y el tinto tipo beaujolais y los preparados demasiado salados (la mayoría de fiambres y embutidos). En lugar de las dos comidas fuertes tradicionales, es mejor tomar varias comidas ligeras.

domingo, 13 de febrero de 2011

Sobre Mujeres Embarazadas - Modo de vida


El Ritmo de Vida de una Embarazada

La existencia de una mujer encinta debe ser tranquila y regular. El sentido común basta para decidir lo que está permitido y lo que debe evitarse a toda costa.

El trabajo se prosigue normalmente hasta seis semanas antes del parto, momento en que debe comenzar el reposo prenatal.

Ciertos empleos fatigosos, sobre todo los que imponen una prolongada permanencia en pie o el manejo de objetos pesados, precisan a veces una interrupción más temprana por prescripción facultativa, o al menos un cambio de puesto. Debes comunicar al médico cualquier fatiga; él juzgará la conveniencia de que interrumpas antes tu trabajo.

Las vigilias son desaconsejables, al menos cuando son frecuentes. Pueden constituir otro motivo para el cambio de puesto o un arreglo de tu horario de trabajo.

Los trayectos y viajes son asimismo poco recomendables, si bien algunas precauciones mínimas permiten los trayectos cortos —o al menos por etapas—, que facilitan un reposo suficiente, así como los medios de transporte confortables, siendo el avión preferible al tren y al automóvil para los largos trayectos.

Qué duda cabe de que los trayectos largos y penosos en coche o en tren incrementan el riesgo de aborto y de interrupción del embarazo. Por consiguiente, consulta al médico antes de proyectar un desplazamiento lejos de tu domicilio.

sábado, 12 de febrero de 2011

Nutrición en el Embarazo - una alimentación equilibrada


Los alimentos malos deben reducirse en el curso del embarazo a fin de poder aumentar ligeramente los que vamos a compartir a continuación en nuestro post de hoy, indispensables para el crecimiento del bebé, sin por ello correr el riesgo de ganar peso.

El resto de sustancias necesarias son aportadas en cantidad suficiente por una alimentación variada, ya se trate del calcio o de las vitaminas.

A veces, los trastornos atribuidos a una insuficiencia de calcio son debidos, de hecho, a una modificación del mismo en el organismo, causada por las hormonas específicas del embarazo. Incrementar la cantidad de calcio no cambia nada, ya que el exceso se elimina por la orina.

En cuanto a las vitaminas, éstas son ampliamente suministradas en una alimentación normal.

Así pues, las consignas alimentarias pueden resumirse en tres reglas sencillas:

1. Alimentación variada, reduciendo azúcares y grasas en beneficio de las proteínas.

2. Control cotidiano del peso. En ningún caso debes ganar más de un kilogramo al mes, es decir nueve kilos en todo el embarazo. Tu balanza te indicará si es conveniente o no seguir un régimen. Y no olvides que en los últimos meses es cuando más engordarás.

3. Régimen obligatorio en caso de ganar demasiado peso. Se basará en la supresión más o menos completa de azúcares y grasas.
Estos consejos han reducido de modo espectacular ciertas complicaciones graves del embarazo, como la toxemia y la eclampsia convulsiva.

Sin duda comprendes ahora la importancia de seguir escrupulosamente estas consignas, incluso a pesar de la tendencia de ciertos médicos a descuidar la vigilancia del peso.

viernes, 11 de febrero de 2011

Un examen médico completo para embarazadas


Para que el examen sea completo, deberás tomarte la tensión arterial y controlar el peso.

En muchas ocasiones, el médico pedirá una «ecografía» (estudio por medio de ultrasonidos y de sus ecos), que permite una muy precisa visualización del útero, la placenta y el feto. A partir del séptimo mes, la ecografía muestra, en la mayoría de los casos, el sexo del niño.

A lo largo de estos últimos meses, puedes abordar con el médico las condiciones del parto y la cuestión de la clínica. Salvo casos especiales, te aconsejará siempre seguir los cursos de preparación para el parto sin dolor, tanto en tu propio interés como en el de tu hijo.

- Se trata, en efecto, del mejor período para seguir los cursos de parto sin dolor, por las siguientes razones:

1. Estás disponible y a menudo sin otras ocupaciones excepto contar los días que faltan para el alumbramiento. Las clases supondrán una diversión, una ocupación, procurándote el mínimo de ejercicio necesario.

2. La ley, al concederte el reposo prenatal, te permite prepararte para el parto en las mejores condiciones físicas y mentales.

3. Finalmente, comenzando las clases demasiado pronto corres el riesgo de olvidar, en el momento del alumbramiento, lo que aprendiste varios meses atrás, así como de imponerte una inútil sobrecarga de fatiga si sigues el curso a la vez que acudes a tu trabajo (molestias debidas al horario, transporte, etcétera).

Asimismo, te aconsejo que a partir del séptimo mes prepares tu maletín con todo lo necesario para ti y para el niño, a fin de que puedas acudir rápidamente a la clínica en el caso de que el bebé se anuncie antes de lo previsto.

jueves, 10 de febrero de 2011

Higiene en el Embarazo - Cabello e Higiene Íntima


Muy a menudo, basta el sentido común para sugerir lo que es bueno o malo. Sobre todo, debes huir de ciertos viejos dichos y de los consejos que te prodigarán tu madre, tu suegra o incluso tus mejores amigas.

El cabello
Puedes lavarte la cabeza como de costumbre. Durante las semanas que preceden y siguen al parto, el cabello suele caer en mayor cantidad; no te inquietes, volverá a salir. Sin embargo, debes tener cuidado con las tintas y productos decolorantes, pues un tratamiento demasiado enérgico será perjudicial debido al estado de fragilidad de tu cabello.

Por otro lado, puede que soportes mal el tinte, a causa de la hipersensibilidad alérgica propia del embarazo. Utiliza, pues, productos más suaves. No obstante, no sientas ningún temor por el niño; contrariamente a lo que se dice, ni el tinte ni la decoloración tienen efecto alguno sobre él.

La higiene íntima
El aseo íntimo no debe ser ni más ni menos escrupuloso que fuera del embarazo, si bien debes abstenerte de las irrigaciones vaginales, que pueden destruir el equilibrio químico de la vagina.

Utiliza para tu higiene íntima el producto que te aconseje el médico.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tercer Trimestre - Controles médicos a realizar


Elementos importantes que el médico debe controlar en el Tercer trimestre

- En primer lugar; se asegurará de que tu hijo aumenta de tamaño con regularidad midiendo la altura interna, es decir el aumento de tu vientre —o más exactamente del útero, a través de la pared abdominal—, por medio de una cinta métrica de costurera. La altura del útero, medida desde el hueso del pubis hasta la cima del útero —la parte más alta del vientre—, es de 28 cm, al final del séptimo mes, de 30 cm —como término medio— al fin del octavo mes y de 32 cm cuando el embarazo está próximo a concluir. Por supuesto, esta medida no corresponde a la altura del bebé, que se halla acurrucado en el interior del útero, sino que proporciona una orientación sobre el aumento global de éste último.

- Asimismo, el médico debe asegurarse de que el feto ha adoptado una buena posición en el útero. Durante los seis primeros meses del embarazo, el niño está sentado, con las nalgas hacia abajo y la cabeza hacia arriba. Alrededor del séptimo mes, se dará la vuelta, quedando con la cabeza hacia abajo, en dirección a la salida, y las nalgas hacia arriba. Esta rotación es fundamental, y los exámenes médicos están destinados, precisamente, a verificar que el feto se presente del modo adecuado, es decir, con la cabeza hacia abajo (en el 99 % de los casos; el 1 % restante supone la presentación de nalgas) y la espalda en el lado izquierdo del útero (aproximadamente en el 70 % de los casos).

- Otro control consiste en la escucha de los latidos del corazón del feto, mediante la ayuda de un estetoscopio especial para obstetricia. Si el médico dispone de un aparato electrónico, éstos se pueden oír directamente con toda claridad.

- Finalmente, por medio de la exploración vaginal, el médico seasegurará de que la cabeza del feto está bien colocada, de que tu pelvis tiene las dimensiones adecuadas para permitir el paso del niño y de que el cuello del útero permanece todavía cerrado.