El embarazo no es una enfermedad, y la mujer encinta no es una enferma- Sin embargo, deben tomarse ciertas precauciones, a fin de facilitar un embarazo sin problemas y un feliz alumbramiento.
Te bastará seguir unas reglas sencillas que voy a darte y ceñirte a las consignas de tu médico.
Los cuidados corporales son prácticamente los mismos que fuera del embaraí0, si bien exigen ciertas atenciones especiales.
El cuerpo
Puedes tomar, indistintamente, baños o duchas, pero el agua no debe estar fii muy caliente (lo que perjudica la circulación venosa) ni muy fría (ya que podría desencadenar contracciones uterinas, palpitaciones, fenómenos reflejos), como tampoco deben ser demasiado prolongados (no más de 10 minutos).
A continuación puedes aplicarte leche hidratante por todo el cuerpo, pues la cal del agua tiende a estropear la piel.
El cutis
No tienes por qué alterar tus costumbres; sin embargo, debes saber que el embarazo puede alterar de modo transitorio la piel —incluso mejorarla a veces—, y que corres el riesgo de ser más propensa a las reacciones alérgicas. Utiliza tan sólo productos no alérgicos.
Los dientes
Las molestias dentales son sin duda más frecuentes en tu estado, sobre todo las encías sangrantes o el despertar de una antigua caries, sin que la causa sea, forzosamente, un déficit de calcio. Consulta con frecuencia al dentista. Si es preciso, éste se pondrá en contacto con tu médico a fin de realizar los cuidados necesarios y prescribirte lo más adecuado. De todos modos, utiliza durante estos meses un cepillo de dientes muy suave, dada la acrecentada fragilidad de tus encías.
Te bastará seguir unas reglas sencillas que voy a darte y ceñirte a las consignas de tu médico.
Los cuidados corporales son prácticamente los mismos que fuera del embaraí0, si bien exigen ciertas atenciones especiales.
El cuerpo
Puedes tomar, indistintamente, baños o duchas, pero el agua no debe estar fii muy caliente (lo que perjudica la circulación venosa) ni muy fría (ya que podría desencadenar contracciones uterinas, palpitaciones, fenómenos reflejos), como tampoco deben ser demasiado prolongados (no más de 10 minutos).
A continuación puedes aplicarte leche hidratante por todo el cuerpo, pues la cal del agua tiende a estropear la piel.
El cutis
No tienes por qué alterar tus costumbres; sin embargo, debes saber que el embarazo puede alterar de modo transitorio la piel —incluso mejorarla a veces—, y que corres el riesgo de ser más propensa a las reacciones alérgicas. Utiliza tan sólo productos no alérgicos.
Los dientes
Las molestias dentales son sin duda más frecuentes en tu estado, sobre todo las encías sangrantes o el despertar de una antigua caries, sin que la causa sea, forzosamente, un déficit de calcio. Consulta con frecuencia al dentista. Si es preciso, éste se pondrá en contacto con tu médico a fin de realizar los cuidados necesarios y prescribirte lo más adecuado. De todos modos, utiliza durante estos meses un cepillo de dientes muy suave, dada la acrecentada fragilidad de tus encías.
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