Continúa haciendo con regularidad los mismos ejercicios de gimnasia suave que te recomendamos en el segundo trimestre y que a estas alturas debes conocer ya de memoria.
La sesión está calculada para que se adapte a los últimos seis meses del embarazo. El vientre no te molestará, y esos movimientos, que tienden, extienden y flexi-bilizan tu cuerpo, te enseñarán también, de manera inconsciente, la relajación y la manera correcta de respirar, preparándote, en las mejores condiciones, para vivir el parto ya cercano.
Cuidado con no forzar. Si un ejercicio te cansa o te parece demasiado difícil, no insistas. Ya lo intentarás unos días más tarde. De momento, pasa al siguiente. Por otra parte, las cifras que doy en cuanto al número de veces que se ha de repetir cada ejercicio no tienen más que un valor indicativo. Si estás demasiado cansada, detente antes de terminar la serie. Tú sola puedes juzgar lo que te ocurre. Permanece siempre atenta a tu cuerpo, que será tu mejor guía.
Importa saber que la sesión representa un todo homogéneo y equilibrado. Existe una relación lógica entre los diversos ejercicios.
Si uno de ellos fatiga un poco, allí está el segundo para procurar el descanso y la relajación. Si uno pone en movimiento ciertos músculos y ciertas partes del cuerpo, el siguiente moviliza los que no trabajaron en el anterior. Por ese motivo, más vale ejecutar toda la sesión al propio ritmo, en vez de forzar al principio y detenerse a medio camino.
La sesión está calculada para que se adapte a los últimos seis meses del embarazo. El vientre no te molestará, y esos movimientos, que tienden, extienden y flexi-bilizan tu cuerpo, te enseñarán también, de manera inconsciente, la relajación y la manera correcta de respirar, preparándote, en las mejores condiciones, para vivir el parto ya cercano.
Cuidado con no forzar. Si un ejercicio te cansa o te parece demasiado difícil, no insistas. Ya lo intentarás unos días más tarde. De momento, pasa al siguiente. Por otra parte, las cifras que doy en cuanto al número de veces que se ha de repetir cada ejercicio no tienen más que un valor indicativo. Si estás demasiado cansada, detente antes de terminar la serie. Tú sola puedes juzgar lo que te ocurre. Permanece siempre atenta a tu cuerpo, que será tu mejor guía.
Importa saber que la sesión representa un todo homogéneo y equilibrado. Existe una relación lógica entre los diversos ejercicios.
Si uno de ellos fatiga un poco, allí está el segundo para procurar el descanso y la relajación. Si uno pone en movimiento ciertos músculos y ciertas partes del cuerpo, el siguiente moviliza los que no trabajaron en el anterior. Por ese motivo, más vale ejecutar toda la sesión al propio ritmo, en vez de forzar al principio y detenerse a medio camino.