En general, estará acorde con tu salud y con tu tez: brillante, suave, sedoso. Todos los peluqueros lo dicen: no hay ningún peligro de que se caiga hasta después del parto.
Trátalo bien desde ahora mismo. Uno o dos lavados de cabeza a la semana (no más) con un buen champú, y cepillados regulares con un cepillo suave.
Muéstrate prudente con las permanentes y los tintes. Pueden provocar alergias, e incluso no surtir ningún efecto. Pide consejo al peluquero. Sin duda te someterá a un «toque de ensayo» unos días antes para comprobar cómo reaccionas.
Mi peluquera opina que el embarazo no es un buen momento para emprender grandes —y tal vez irreversibles— cambios capilares. «Desconfíe de sí misma, de sus caprichos repentinos —me dijo—. Casi siempre son momentáneos y se deben al cambio que se está operando en usted. Cuanto más sencillo sea su peinado, más guapa estará.
Espere hasta dar a luz para saber si le sigue apeteciendo transformarse en punk o en bomboncito sexy.
Trátalo bien desde ahora mismo. Uno o dos lavados de cabeza a la semana (no más) con un buen champú, y cepillados regulares con un cepillo suave.
Muéstrate prudente con las permanentes y los tintes. Pueden provocar alergias, e incluso no surtir ningún efecto. Pide consejo al peluquero. Sin duda te someterá a un «toque de ensayo» unos días antes para comprobar cómo reaccionas.
Mi peluquera opina que el embarazo no es un buen momento para emprender grandes —y tal vez irreversibles— cambios capilares. «Desconfíe de sí misma, de sus caprichos repentinos —me dijo—. Casi siempre son momentáneos y se deben al cambio que se está operando en usted. Cuanto más sencillo sea su peinado, más guapa estará.
Espere hasta dar a luz para saber si le sigue apeteciendo transformarse en punk o en bomboncito sexy.