Entrada destacada

Bebés gemelos: Similares pero diferentes

 #bebés #bebésgemelos #padresdegemelos #consejossobrebebés #bebéscomportamiento La naturaleza es tan sabia que proporcionó nueve me...

Mostrando entradas con la etiqueta segundo trimestre embarazo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta segundo trimestre embarazo. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de enero de 2012

La salud mental en el embarazo


Desde el punto de vista psicológico, al empezar el segundo trimestre se aborda la fase más tranquila, la más equilibrada del embarazo, en la que nos sentimos más seguras.

En primer lugar, ya estás prácticamente libre de los riesgos de ¡iborto del primer trimestre y todavía no te angustia la idea de un parto prematuro, ni la del parto propiamente dicho.

Y además, ahora sí que sientes vivir a tu hijo en tu interior. Ahí está, existe, muy presente de día y de noche. Los primeros movimientos del feto representan un acontecimiento capital para la futura madre. Dan testimonio a la vez del embarazo y del niño. Gracias a los movimientos, el bebé existe para ti, tiene un cuerpo, se comunica contigo. Desde ese momento, se inicia el diálogo entre la madre y el hijo.

Con frecuencia, en esta época, la mujer se repliega sobre sí misma, sobre el pequeño ser que va a monopolizar toda su atención. Así quedan los dos encerrados en el interior de una burbuja mágica. Las señales que llegan del lejano mundo exterior parecen amortiguadas por una pantalla de algodón. La mente se vuelve sin cesar al fondo de ese vientre en que se mueve el hijo. La mujer está como «poseída», en plena introversión. La familia, la profesión, la casa, los amigos... Todo pierde interés a favor de un retorno a sí misma.

Ciertas mujeres padecen una «regresión». Al volverse hacia su hijo, se vuelven hacia sí mismas. La primera infancia vuelve de manera natural a la superficie, a bocanadas. Es cómodo y tranquilizador. Se acaban las angustias. Pero la regresión implica una dependencia, una necesidad de protección. La mujer busca apoyo en su marido, en el ginecólogo, que harán las veces de protector, de padre.

El trastorno físico y psíquico vivido por la mujer durante el segundo trimestre del embarazo provoca a la vez una introversión y una regresión, que sirven de muletas para ayudarnos a soportar esta verdadera muda.

En este estadio del embarazo, la mujer embarazada no puede ya querer a su hijo, puesto que no existe todavía. El amor que cree sentir por él no es más que una forma particular del amor de sí misma.

En todo caso, vive plenamente el segundo trimestre de tu embarazo. Se trata de un período de regocijo, de satisfacción profunda para la futura madre. Esta anticipación maravillosa de las alegrías de la maternidad no se compara con nada. Algunas mujeres encuentran incluso tan agradable el hecho de estar embarazadas que, tan pronto como dan a luz a su hijo, empiezan ya a pensar en concebir otro.

En cuanto a mí, el embarazo no me parece atractivo hasta ese punto. Pero hay que confesar que el segundo trimestre supone un período feliz, lleno de satisfacciones. Unase siente serena, atrayente, radiante, con la tez clara. Por lo demás, muchos hombres piensan, que una mujer nunca es tan seductora como cuando vive su embarazo de manera dichosa.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Cuidado de dientes en segundo trimestre de embarazo


Segundo trimestre = segunda visita de comprobación al dentista. El embarazo requiere una vigilancia regular de la dentadura.

Por otra parte, si han empezado a tratarte la boca antes de quedar embarazada, nada te impide continuar. Si fuese necesaria una intervención importante, los únicos que pueden aconsejarte son el dentista y el ginecólogo.

Uno de los pequeños males que más me han hecho sufrir durante mis embarazos, sobre todo en las proximidades del segundo trimestre, es la gingivitis. A priori, parece algo sin importancia, pero en realidad te envenena la vida. Las encías se hinchan, se tensan, sangran por cualquier motivo y a veces duelen muchísimo. Ni pensar en morder una manzana ni en lavarse la boca con un poco de fuerza.

Para colmo, pueden aparecer aftas en la mucosa del interior de la boca. El embarazo causa con frecuencia este género de problemas, clásicos de él. La gingivitis desaparece de modo automático después del parto, y las aftas se alivian localmente mediante un gel prescrito por el médico. A veces ayudan también las gárgaras de agua tibia con un poco de agua oxigenada.

En todos estos casos, utiliza un cepillo de dientes muy suave.

Sabes que estás guapa y te sientes en plena forma. Eso no te autoriza a exagerar. Al contrario, aprovecha este período en que te hallas en estado de gracia para organizar tu vida cotidiana y aligerar poco a poco tus actividades. Mientras estás embarazada, no tienes la misma resistencia que antes. Sé prudente y cuídate a diario, tanto de ti misma como del niño que llevas en tu seno.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Luz verde en el Segundo Trimestre


¿Baños o duchas?
Como ya he dicho, no hay ninguna prohibición relativa a los baños o las duchas en este estadio del embarazo, sino al contrario. Tal vez experimentes la necesidad de refrescarte más a menudo, ya que la transpiración aumenta notablemente.

Prefiere la ducha al baño; es más tónica. Pero en contra de un bulo muy extendido, si deseas relajarte o si no consigues dormirte, no vaciles en darte un buen baño, ni demasiado caliente, ni demasiado frío, ni demasiado largo. Lo ideal es de cinco a diez minutos a 38 °.


El sueño
Durante este primer trimestre, te entrará sin duda con frecuencia un sueño irresistible. Sólo hay un remedio: duerme, duerme, duerme... No resistas al sueño.

Todo vuelve a la normalidad en el segundo trimestre. Acuéstate temprano. Pasa la noche tranquila y relajada, durmiendo por lo menos ocho horas. Si te es posible, echa la siesta después de comer. Ese reposo a mitad de la jornada resulta irreemplazable para evitar el cansancio y favorecer la digestión y la circulación.

La moda prenatal
No te plantea ningún problema. Teóricamente, no habrás engordado un gramo durante los tres primeros meses. Sigue llevando la misma ropa que antes.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Silueta del Segundo Trimestre


Sí, tu silueta es hermosa durante el segundo trimestre del embarazo. Tu pecho se ha ensanchado, tu pequeño vientre aumenta ligera y graciosamente de volumen y te mantienes muy erguida. En resumen, llevas bien el embarazo. No aproveches para abandonarte por completo, ya que esta forma física óptima no durará mucho tiempo.

Si desde el punto de vista psíquico, hay que saber vivir plenamente durante el embarazo el momento presente, desde el punto de vista físico hay que pensar siempre en el futuro, en el después.

Ten en cuenta que el después te planteará muchos más problemas si no te ocupas de él antes. No te dejes desbordar por completo por tu físico, diciéndote: «Por ahora, quiero vivir tranquila. Ya se verá más tarde. Siempre habrá tiempo, después del parto, de solucionar los problemas».

En primer lugar, después del parto, la mujer está con frecuencia muy ocupada con sus nuevas tareas y un poco desmoralizada (lo que los anglosajones llaman el baby-blues). Si a esto se añaden problemas del tipo: «No quepo en mis vestidos, estoy demasiado gruesa; tengo la tripa como la de una mujer embarazada de seis meses, los pechos caídos, completamente flojos, los muslos blandos...», la depresión es inevitable.

Además, merece la pena cuidarse. Los pequeños ejercicios que te recomendamos practicar durante el embarazo no son duros y, cosa nada despreciable, facilitan el parto y ayudan a recuperar tu silueta muy rápidamente, cosa que causa una gran satisfacción.

Por el contrario, si no has hecho nada durante estos nueve meses, tendrás que reparar los daños después. Y en la mayoría de los casos, la cosa no resulta nada fácil.

Muchas de mis jóvenes amigas necesitaron un año para parecerse de nuevo a las mujeres que eran antes de quedar embarazadas. Cuando así ocurre, más vale no tener embarazos muy próximos. Eso era lo que sucedía aún no hace mucho tiempo. Las mujeres no salían nunca indemnes de esta experiencia. Se sometían con todo su físico, en primer lugar al embarazo, después a su condición de madres.

Se convertían en mujeres sin forma y sin edad. Habían vuelto una página de su vida para siempre.