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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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jueves, 8 de diciembre de 2011

Régimen embarazadas delgadas


Régimen para embarazadas delgadas

Es muy raro ver a una mujer embarazada demasiado delgada, pero sucede a veces.

Si este es tu caso, tendrás que:
Regla general: observar el régimen básico sin saltarte nada de nada. Añade a este régimen en cada comida:
— 5 cucharadas soperas de alimentos feculentos cocidos y salados, a los que pondrás un buen trozo de mantequilla cruda,
— 80 g de queso,
— galletas secas, si te apetecen.

Atención: las galletas suponen un suplemento. No hay que comerlas en lugar de otro alimento que te guste menos. Engordarías, cierto, pero no te alimentarías de modo conveniente.

Ten cuidado en no subalimentarte por coquetería, por no engordar demasiado. La subalimentación es peligrosa para el niño, claro está (peligro de nacimiento prematuro, con un retraso marcado en su crecimiento), pero también para la salud de la madre.
Si no engordas más de 10-12 kilos durante el embarazo, no tendrás ningún problema de peso después del parto, convéncete de eso.
En este momento, tienes una doble responsabilidad, la de tu persona y la de tu hijo. No te prives inútilmente.

Las cantidades de proteínas y de calcio contenidas en estos tres regímenes están perfectamente calculadas. No hagas lo que te venga en gana. Muy pronto sentirías los efectos. Se traducirían, por ejemplo, en un aumento de peso excesivo, que te costaría mucho trabajo dominar.

Y come diciéndote que todo lo que estás tomando es bueno para el niño. Una alimentación sana y equilibrada supone el primer regalo —y no el de menor importancia— que se hace al futuro hijo.

El segundo trimestre del embarazo causa muchos menos problemas determinados directa o indirectamente por la alimentación que el primero.

martes, 6 de diciembre de 2011

Deporte y caminatas en embarazadas


El hecho de que te sientas mejor, en plena posesión de todas tus facultades psíquicas, no significa que te permitas hacerlo todo. Una amiga mía esquió hasta el séptimo mes de embarazo. Siempre se ha vanagloriado de eso y, sin embargo, no había de qué pavonearse. ¿Y si llega a caerse?

Lo mismo que en el primer trimestre, los dos deportes recomendados a la mujer embarazada son la marcha y la natación.


Entiendo por marcha al andar a pie, es decir, ni participar en un maratón, ni dedicarse a mirar los escaparates. Procura caminar tranquilamente durante un cuarto de hora, por la mañana y por la tarde. Trata de encontrar un lugar en que puedas oxigenarte al máximo y no respirar el humo que sale de los tubos de escape.

Ten cuidado. Cuando emprendas una marcha, has de pensar siempre en el regreso. No presumas de tus fuerzas. Me acuerdo de que, durante mi segundo embarazo, salí sola a dar un gran paseo, tan fatigoso que creí que nunca conseguiría volver. No se veía un taxi libre, los autobuses iban atestados...Hubiese llorado de agotamiento.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Luz verde en el Segundo Trimestre


¿Baños o duchas?
Como ya he dicho, no hay ninguna prohibición relativa a los baños o las duchas en este estadio del embarazo, sino al contrario. Tal vez experimentes la necesidad de refrescarte más a menudo, ya que la transpiración aumenta notablemente.

Prefiere la ducha al baño; es más tónica. Pero en contra de un bulo muy extendido, si deseas relajarte o si no consigues dormirte, no vaciles en darte un buen baño, ni demasiado caliente, ni demasiado frío, ni demasiado largo. Lo ideal es de cinco a diez minutos a 38 °.


El sueño
Durante este primer trimestre, te entrará sin duda con frecuencia un sueño irresistible. Sólo hay un remedio: duerme, duerme, duerme... No resistas al sueño.

Todo vuelve a la normalidad en el segundo trimestre. Acuéstate temprano. Pasa la noche tranquila y relajada, durmiendo por lo menos ocho horas. Si te es posible, echa la siesta después de comer. Ese reposo a mitad de la jornada resulta irreemplazable para evitar el cansancio y favorecer la digestión y la circulación.

La moda prenatal
No te plantea ningún problema. Teóricamente, no habrás engordado un gramo durante los tres primeros meses. Sigue llevando la misma ropa que antes.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Consejos en Yoga para embarazadas


La serie de ejercicios que vamos a indicarte está destinada a procurarte nueve cosas esenciales:

- Toma de conciencia y mayor control de tu cuerpo.

- Buena respiración y aumento del volumen torácico.

- Mantenimiento de los músculos pectorales.

- Mantenimiento de los músculos del perineo y de su región.

- Flexibilización de la pelvis.

- Alivio de los posibles dolores en la espalda.

- Evitar el estreñimiento.

- Concentración.

- Descanso y relajación.

No olvides que, a partir del segundo trimestre, la respiración comienza a acelerarse. El corazón latirá con mayor rapidez al menor esfuerzo. Su cadencia debe aumentar para hacer circular una masa sanguínea mayor. No sobrepases tus posibilidades.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Silueta del Segundo Trimestre


Sí, tu silueta es hermosa durante el segundo trimestre del embarazo. Tu pecho se ha ensanchado, tu pequeño vientre aumenta ligera y graciosamente de volumen y te mantienes muy erguida. En resumen, llevas bien el embarazo. No aproveches para abandonarte por completo, ya que esta forma física óptima no durará mucho tiempo.

Si desde el punto de vista psíquico, hay que saber vivir plenamente durante el embarazo el momento presente, desde el punto de vista físico hay que pensar siempre en el futuro, en el después.

Ten en cuenta que el después te planteará muchos más problemas si no te ocupas de él antes. No te dejes desbordar por completo por tu físico, diciéndote: «Por ahora, quiero vivir tranquila. Ya se verá más tarde. Siempre habrá tiempo, después del parto, de solucionar los problemas».

En primer lugar, después del parto, la mujer está con frecuencia muy ocupada con sus nuevas tareas y un poco desmoralizada (lo que los anglosajones llaman el baby-blues). Si a esto se añaden problemas del tipo: «No quepo en mis vestidos, estoy demasiado gruesa; tengo la tripa como la de una mujer embarazada de seis meses, los pechos caídos, completamente flojos, los muslos blandos...», la depresión es inevitable.

Además, merece la pena cuidarse. Los pequeños ejercicios que te recomendamos practicar durante el embarazo no son duros y, cosa nada despreciable, facilitan el parto y ayudan a recuperar tu silueta muy rápidamente, cosa que causa una gran satisfacción.

Por el contrario, si no has hecho nada durante estos nueve meses, tendrás que reparar los daños después. Y en la mayoría de los casos, la cosa no resulta nada fácil.

Muchas de mis jóvenes amigas necesitaron un año para parecerse de nuevo a las mujeres que eran antes de quedar embarazadas. Cuando así ocurre, más vale no tener embarazos muy próximos. Eso era lo que sucedía aún no hace mucho tiempo. Las mujeres no salían nunca indemnes de esta experiencia. Se sometían con todo su físico, en primer lugar al embarazo, después a su condición de madres.

Se convertían en mujeres sin forma y sin edad. Habían vuelto una página de su vida para siempre.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Estrías y Embarazo


Las estrías

En ellas consiste la angustia de esta fase del embarazo. En la mayor parte de los casos, esas pequeñas estrías hacen su poco agradable aparición hacia el quinto mes, en el vientre, las caderas, la parte superior de los muslos, a veces incluso en los senos. Presentan primero un color rosa violáceo y, después del parto, se vuelven poco a poco de un blanco nacarado. Son indelebles.

¿Qué hacer para evitarlas? Nada, en principio. Es triste decirlo, pero, dado el estado actual de las investigaciones, no existe posibilidad ni de impedirlas, ni de suprimirlas. Se deben a una rotura irreversible de la fibra elástica de la piel. Todo depende de la calidad de la piel desde el principio, y en cuanto a eso...

De todas formas, se ha comprobado que, además de aparecer en la mujer embarazada, se dan también en ciertas personas —hombres o mujeres, indistintamente— que pasan por variaciones de peso espectaculares.

No te hagas demasiadas preguntas, ya que no poseemos las respuestas. Se ha comprobado simplemente que, evitando un aumento de peso excesivo y prestando algunos cuidados a la piel, se obtienen los mejores resultados posibles en la prevención de las veteaduras.

Eso no quiere decir que la cosa funcione siempre. Yo no tengo ni una sola después de tres embarazos. Pero nunca sabré si es una consecuencia directa de la calidad de mi piel o si se debe a ciertas precauciones que tomé y que voy a indicarte.

- No engordes demasiado, no más de 10-12 kilos en total. Sigue concienzudamente el régimen alimenticio. Comerás de manera útil y aumentarás de peso de manera regular, sin fabricar grasa.

- Prefiere la ducha al baño y practica el sistema de la ducha escocesa. Ese masaje con agua, primero tibia y luego fría, favorece la circulación de la sangre y la mejora en un grado considerable.

- Si dispones de medios para ello, haz que un buen kinesitera-peuta te de masajes dos veces por semana. Así tendrás la piel mejor irrigada.

- Después de la ducha, ponte una capa de una buena crema o de aceite de almendras dulces (o de germen de trigo) en todas las partes del cuerpo en que pueden aparecer veteaduras. Hazla penetrar bien, efectuando movimientos circulares con la palma de la mano.

Espero que todas estas precauciones no serán inútiles y que tus esfuerzos se vean coronados por el éxito. En todo caso, vale la pena probar, aunque el resultado no esté garantizado.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Embarazo - aspectos a tener en cuenta


El trabajo casero
No cambies en nada tus costumbres si no sientes la necesidad de hacerlo. Simplemente, mantente atenta a tu cuerpo y así te darás siempre cuenta por ti misma de sus límites.

Un consejo: no te canses demasiado, aun en el caso de que, como le ocurre a la mayoría de las mujeres, se apodere de ti unas ganas irresistibles de arreglar y organizar tu casa con vistas a la llegada del pequeño. No hagas esfuerzos. No lleves paquetes demasiado pesados. Pide ayuda.

Si estás obligada a mudarte de casa, cosa que sucede con frecuencia, procura, si te es posible, hacerlo durante el segundo trimestre del embarazo.

La actividad profesional
No olvides de decirte: «Estoy embarazada, pero no paralítica».

Las mujeres de las sociedades primitivas trabajan hasta el final del embarazo. No te lo aconsejo. De todos modos, te verás forzada a tomar en consideración los límites que has de imponer a tus actividades.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Embarazo normal igual a vida normal


El 95 % de las mujeres disfrutan de un embarazo normal y siguen llevando prácticamente la misma vida que antes de quedar encinta. No obstante, todo y nada va a cambiar durante este período.

Ahora bien, dado que cada embarazo supone un caso especial, no se pueden prever esas modificaciones, ni sus necesidades ni sus caprichos. Por fortuna para nosotras, no se considera como antes el embarazo como una enfermedad, un período maldito lleno de prohibiciones: nada de viajes, nada de relaciones sexuales, nada de baños...

Ya no se reduce todo al cuerpo, sino que se viven plenamente esos momentos fantásticos. Aun así, hay que estar bien informadas y no caer en el exceso inverso y correr riesgos inútiles.

La mayor parte de las mujeres saben ahora que la proporción de abortos es mucho mayor durante el primer trimestre del embarazo.

Por eso, aunque en la vida diaria no se «sienta» todavía embarazada, puesto que no ha engordado, el cuerpo no ha cambiado —a excepción del pecho, más abultado por regla general que antes—, no percibe aún los movimientos del minúsculo feto, tiene que tomar ciertas precacuiones desde el primer momento.

martes, 22 de noviembre de 2011

Yoga en Primer Trimestre del Embarazo


Como he dicho ya en otros artículos sobre el primer trimestre (primer trimestre del embarazo), los ginecólogos recomiendan por regla general esperar al segundo trimestre del embarazo para empezar a practicar a diario una gimnasia suave.

Durante el primer trimestre, la mujer suele sentirse más cansada que de costumbre, pierde más el aliento, tiene menos resistencia. No es el momento ideal para emprender este género de ejercicios físicos. Abandonarías muy pronto.

En cambio, desde el principio del segundo trimestre del embarazo, te encuentras maravillosamente bien. En forma. Radiante. Te «sientes embarazada» por fin, como sin duda lo habías imaginado antes.

Sin embargo, la silueta no comienza a modificarse hasta el final del cuarto mes: la cintura se borra, las caderas desaparecen y el vientre aumenta de volumen.

Pero esta impresión se debe quizá al hecho de que una mujer embarazada por primera vez (se le llama entonces primípara) siente moverse a su hijo hacia los cuatro meses y medio de embarazo y, si se trata del segundo o del tercero (o sea, multípara), sabrá reconocer los movimientos a partir de los tres meses y medio. Por último, el niño está mucho más presente.

Por regla general, los ginecólogos recomiendan una ecografía al comienzo del segundo trimestre. La mujer embarazada toma entonces doblemente conciencia de la existencia de su hijo. No sólo lo siente, sino que también lo ve.

Has llegado a un equilibrio en esta vida de dos. Te sientes bien mentalmente. Aprovéchalo para ocuparte de tu cuerpo. Ya te urge prepararlo para vivir un buen parto y para volver a ser muy pronto «después» lo mismo que eras «antes». ¿Y por qué no mejor?

No obstante, has de respetar un imperativo. No empieces esta gimnasia sin autorización del médico. En ciertos casos, puede haber contraindicaciones. No corras ningún riesgo inútil.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Viajes y embarazo


Quien dice viaje dice cansancio, pero, evidentemente, no es cuestión de prohibir todo viaje a una mujer encinta; como se hacía antes. De todos modos, hay que saber que son particularmente peligrosos durante el segundo y el sexto mes del embarazo.

La mayoría de los abortos espontáneos tienen lugar durante el segundo mes. Por este motivo, el doctor Rene Guglielmina, ginecólogo, se muestra categórico: Nada de viajes durante el segundo mes del embarazo, ni durante el sexto. Pero del sexto hablaremos cuando llegue su momento.

Quien dice viaje dice medio de locomoción. ¿Cuál elegir? Siempre el más cómodo, ya que un cansancio excesivo aumenta los riesgos de aborto espontáneo o de parto prematuro.

El coche se considera con toda razón como el peor de los medios de locomoción. Si no te queda más remedio que usarlo, procura sentarte a gusto, multiplica las etapas y detente a menudo para estirar las piernas.

No olvides nunca ponerte el cinturón de seguridad. Tan pronto como el vientre te moleste, colócalo a ambos lados de éste, a fin de enmarcarlo y no comprimirlo.

El tren no presenta riesgos, salvo el cansancio y el dolor de espalda debidos a la posición sentada prolongada. Para un trayecto largo, viaja en coche cama o litera. Siempre con preferencia al coche.
Para las distancias largas y durante el primer trimestre del embarazo, el avión constituye el medio de transporte más indicado.

Con toda evidencia, el embarazo no es el período ideal para dedicarse a viajar a troche y moche. Un poco de sentido común, y nada de excesos.