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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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viernes, 2 de diciembre de 2011

Consejos en Yoga para embarazadas


La serie de ejercicios que vamos a indicarte está destinada a procurarte nueve cosas esenciales:

- Toma de conciencia y mayor control de tu cuerpo.

- Buena respiración y aumento del volumen torácico.

- Mantenimiento de los músculos pectorales.

- Mantenimiento de los músculos del perineo y de su región.

- Flexibilización de la pelvis.

- Alivio de los posibles dolores en la espalda.

- Evitar el estreñimiento.

- Concentración.

- Descanso y relajación.

No olvides que, a partir del segundo trimestre, la respiración comienza a acelerarse. El corazón latirá con mayor rapidez al menor esfuerzo. Su cadencia debe aumentar para hacer circular una masa sanguínea mayor. No sobrepases tus posibilidades.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Silueta del Segundo Trimestre


Sí, tu silueta es hermosa durante el segundo trimestre del embarazo. Tu pecho se ha ensanchado, tu pequeño vientre aumenta ligera y graciosamente de volumen y te mantienes muy erguida. En resumen, llevas bien el embarazo. No aproveches para abandonarte por completo, ya que esta forma física óptima no durará mucho tiempo.

Si desde el punto de vista psíquico, hay que saber vivir plenamente durante el embarazo el momento presente, desde el punto de vista físico hay que pensar siempre en el futuro, en el después.

Ten en cuenta que el después te planteará muchos más problemas si no te ocupas de él antes. No te dejes desbordar por completo por tu físico, diciéndote: «Por ahora, quiero vivir tranquila. Ya se verá más tarde. Siempre habrá tiempo, después del parto, de solucionar los problemas».

En primer lugar, después del parto, la mujer está con frecuencia muy ocupada con sus nuevas tareas y un poco desmoralizada (lo que los anglosajones llaman el baby-blues). Si a esto se añaden problemas del tipo: «No quepo en mis vestidos, estoy demasiado gruesa; tengo la tripa como la de una mujer embarazada de seis meses, los pechos caídos, completamente flojos, los muslos blandos...», la depresión es inevitable.

Además, merece la pena cuidarse. Los pequeños ejercicios que te recomendamos practicar durante el embarazo no son duros y, cosa nada despreciable, facilitan el parto y ayudan a recuperar tu silueta muy rápidamente, cosa que causa una gran satisfacción.

Por el contrario, si no has hecho nada durante estos nueve meses, tendrás que reparar los daños después. Y en la mayoría de los casos, la cosa no resulta nada fácil.

Muchas de mis jóvenes amigas necesitaron un año para parecerse de nuevo a las mujeres que eran antes de quedar embarazadas. Cuando así ocurre, más vale no tener embarazos muy próximos. Eso era lo que sucedía aún no hace mucho tiempo. Las mujeres no salían nunca indemnes de esta experiencia. Se sometían con todo su físico, en primer lugar al embarazo, después a su condición de madres.

Se convertían en mujeres sin forma y sin edad. Habían vuelto una página de su vida para siempre.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Estrías y Embarazo


Las estrías

En ellas consiste la angustia de esta fase del embarazo. En la mayor parte de los casos, esas pequeñas estrías hacen su poco agradable aparición hacia el quinto mes, en el vientre, las caderas, la parte superior de los muslos, a veces incluso en los senos. Presentan primero un color rosa violáceo y, después del parto, se vuelven poco a poco de un blanco nacarado. Son indelebles.

¿Qué hacer para evitarlas? Nada, en principio. Es triste decirlo, pero, dado el estado actual de las investigaciones, no existe posibilidad ni de impedirlas, ni de suprimirlas. Se deben a una rotura irreversible de la fibra elástica de la piel. Todo depende de la calidad de la piel desde el principio, y en cuanto a eso...

De todas formas, se ha comprobado que, además de aparecer en la mujer embarazada, se dan también en ciertas personas —hombres o mujeres, indistintamente— que pasan por variaciones de peso espectaculares.

No te hagas demasiadas preguntas, ya que no poseemos las respuestas. Se ha comprobado simplemente que, evitando un aumento de peso excesivo y prestando algunos cuidados a la piel, se obtienen los mejores resultados posibles en la prevención de las veteaduras.

Eso no quiere decir que la cosa funcione siempre. Yo no tengo ni una sola después de tres embarazos. Pero nunca sabré si es una consecuencia directa de la calidad de mi piel o si se debe a ciertas precauciones que tomé y que voy a indicarte.

- No engordes demasiado, no más de 10-12 kilos en total. Sigue concienzudamente el régimen alimenticio. Comerás de manera útil y aumentarás de peso de manera regular, sin fabricar grasa.

- Prefiere la ducha al baño y practica el sistema de la ducha escocesa. Ese masaje con agua, primero tibia y luego fría, favorece la circulación de la sangre y la mejora en un grado considerable.

- Si dispones de medios para ello, haz que un buen kinesitera-peuta te de masajes dos veces por semana. Así tendrás la piel mejor irrigada.

- Después de la ducha, ponte una capa de una buena crema o de aceite de almendras dulces (o de germen de trigo) en todas las partes del cuerpo en que pueden aparecer veteaduras. Hazla penetrar bien, efectuando movimientos circulares con la palma de la mano.

Espero que todas estas precauciones no serán inútiles y que tus esfuerzos se vean coronados por el éxito. En todo caso, vale la pena probar, aunque el resultado no esté garantizado.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Embarazo - aspectos a tener en cuenta


El trabajo casero
No cambies en nada tus costumbres si no sientes la necesidad de hacerlo. Simplemente, mantente atenta a tu cuerpo y así te darás siempre cuenta por ti misma de sus límites.

Un consejo: no te canses demasiado, aun en el caso de que, como le ocurre a la mayoría de las mujeres, se apodere de ti unas ganas irresistibles de arreglar y organizar tu casa con vistas a la llegada del pequeño. No hagas esfuerzos. No lleves paquetes demasiado pesados. Pide ayuda.

Si estás obligada a mudarte de casa, cosa que sucede con frecuencia, procura, si te es posible, hacerlo durante el segundo trimestre del embarazo.

La actividad profesional
No olvides de decirte: «Estoy embarazada, pero no paralítica».

Las mujeres de las sociedades primitivas trabajan hasta el final del embarazo. No te lo aconsejo. De todos modos, te verás forzada a tomar en consideración los límites que has de imponer a tus actividades.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Embarazo normal igual a vida normal


El 95 % de las mujeres disfrutan de un embarazo normal y siguen llevando prácticamente la misma vida que antes de quedar encinta. No obstante, todo y nada va a cambiar durante este período.

Ahora bien, dado que cada embarazo supone un caso especial, no se pueden prever esas modificaciones, ni sus necesidades ni sus caprichos. Por fortuna para nosotras, no se considera como antes el embarazo como una enfermedad, un período maldito lleno de prohibiciones: nada de viajes, nada de relaciones sexuales, nada de baños...

Ya no se reduce todo al cuerpo, sino que se viven plenamente esos momentos fantásticos. Aun así, hay que estar bien informadas y no caer en el exceso inverso y correr riesgos inútiles.

La mayor parte de las mujeres saben ahora que la proporción de abortos es mucho mayor durante el primer trimestre del embarazo.

Por eso, aunque en la vida diaria no se «sienta» todavía embarazada, puesto que no ha engordado, el cuerpo no ha cambiado —a excepción del pecho, más abultado por regla general que antes—, no percibe aún los movimientos del minúsculo feto, tiene que tomar ciertas precacuiones desde el primer momento.

martes, 22 de noviembre de 2011

Yoga en Primer Trimestre del Embarazo


Como he dicho ya en otros artículos sobre el primer trimestre (primer trimestre del embarazo), los ginecólogos recomiendan por regla general esperar al segundo trimestre del embarazo para empezar a practicar a diario una gimnasia suave.

Durante el primer trimestre, la mujer suele sentirse más cansada que de costumbre, pierde más el aliento, tiene menos resistencia. No es el momento ideal para emprender este género de ejercicios físicos. Abandonarías muy pronto.

En cambio, desde el principio del segundo trimestre del embarazo, te encuentras maravillosamente bien. En forma. Radiante. Te «sientes embarazada» por fin, como sin duda lo habías imaginado antes.

Sin embargo, la silueta no comienza a modificarse hasta el final del cuarto mes: la cintura se borra, las caderas desaparecen y el vientre aumenta de volumen.

Pero esta impresión se debe quizá al hecho de que una mujer embarazada por primera vez (se le llama entonces primípara) siente moverse a su hijo hacia los cuatro meses y medio de embarazo y, si se trata del segundo o del tercero (o sea, multípara), sabrá reconocer los movimientos a partir de los tres meses y medio. Por último, el niño está mucho más presente.

Por regla general, los ginecólogos recomiendan una ecografía al comienzo del segundo trimestre. La mujer embarazada toma entonces doblemente conciencia de la existencia de su hijo. No sólo lo siente, sino que también lo ve.

Has llegado a un equilibrio en esta vida de dos. Te sientes bien mentalmente. Aprovéchalo para ocuparte de tu cuerpo. Ya te urge prepararlo para vivir un buen parto y para volver a ser muy pronto «después» lo mismo que eras «antes». ¿Y por qué no mejor?

No obstante, has de respetar un imperativo. No empieces esta gimnasia sin autorización del médico. En ciertos casos, puede haber contraindicaciones. No corras ningún riesgo inútil.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Viajes y embarazo


Quien dice viaje dice cansancio, pero, evidentemente, no es cuestión de prohibir todo viaje a una mujer encinta; como se hacía antes. De todos modos, hay que saber que son particularmente peligrosos durante el segundo y el sexto mes del embarazo.

La mayoría de los abortos espontáneos tienen lugar durante el segundo mes. Por este motivo, el doctor Rene Guglielmina, ginecólogo, se muestra categórico: Nada de viajes durante el segundo mes del embarazo, ni durante el sexto. Pero del sexto hablaremos cuando llegue su momento.

Quien dice viaje dice medio de locomoción. ¿Cuál elegir? Siempre el más cómodo, ya que un cansancio excesivo aumenta los riesgos de aborto espontáneo o de parto prematuro.

El coche se considera con toda razón como el peor de los medios de locomoción. Si no te queda más remedio que usarlo, procura sentarte a gusto, multiplica las etapas y detente a menudo para estirar las piernas.

No olvides nunca ponerte el cinturón de seguridad. Tan pronto como el vientre te moleste, colócalo a ambos lados de éste, a fin de enmarcarlo y no comprimirlo.

El tren no presenta riesgos, salvo el cansancio y el dolor de espalda debidos a la posición sentada prolongada. Para un trayecto largo, viaja en coche cama o litera. Siempre con preferencia al coche.
Para las distancias largas y durante el primer trimestre del embarazo, el avión constituye el medio de transporte más indicado.

Con toda evidencia, el embarazo no es el período ideal para dedicarse a viajar a troche y moche. Un poco de sentido común, y nada de excesos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Consejos sobre ejercicios en el Embarazo


- Regularidad: deberías realizar los ejercicios dos veces al día, durante media hora, con preferencia al levantarte y al acostarte. Si te es imposible, hazlos por lo menos una vez, evitando siempre el momento de la digestión (tiene que transcurrir al menos una hora después de la ingestión de alimentos).

- Tranquilidad: elige con preferencia un momento en que sabes que no te van a molestar, ni los niños (si ya los tienes), ni el timbre del teléfono, ni siquiera el hombre de tu vida.

- Descanso: tómate siempre un momento de reposo, de descanso entre cada ejercicio. No pases nunca al ejercicio siguiente antes de que el ritmo de tu respiración vuelva a ser tranquilo y regular.

- Comodidad: ponte cómoda y adopta una ropa confortable. Los pies deben estar descalzos.

- Respiración: se inspira y se espira siempre por la nariz, profunda y lentamente. Se empieza por vaciar el aire de los pulmones y luego, mediante una profunda inspiración, se hincha primero el vientre, después los pulmones y, por último, la parte superior de la caja torácica. Se espira lentamente, tratando de frenar el aliento.

- Relajación: al final de cada sesión, se observa siempre un momento de relajación total. Echada boca arriba, con los brazos y las piernas ligeramente separados, las palmas vueltas hacia arriba, los ojos cerrados, pasa revista mentalmente a todas las partes del cuerpo e intenta hacerte lo más pesada posible, como si quisieras hundirte en el suelo.

- Desperezamiento: después de la relajación, se despereza una con gran fuerza, muy despacio y todos los miembros, como un gato, bostezando o lanzando un suspiro.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Problemas Urinarios en el Embarazo


Los problemas urinarios

Aparecen en general:
- al segundo/tercer mes,
- al octavo/noveno mes.

Es la primera fase de riesgo, los problemas urinarios se deben esencialmente a un fenómeno de compresión: el útero, al desarrollarse, empuja la vejiga. A esto viene a añadirse un trabajo mucho más intenso de los ríñones y el hecho de que también la vejiga sufre el bombardeo hormonal. La futura madre ha de permanecer muy alerta a la posibilidad acrecentada de una infección urinaria.

 Durante todo el embarazo, se tienen ganas de orinar con mucha mayor frecuencia que antes. Pero cuidado, mantente vigilante:
- No se debe sentir nunca quemazón en el canal.
- No es normal eliminar tres gotas cada tres minutos.

En cualquiera de estas dos hipótesis, ponte enseguida en contacto con tu ginecólogo. Más vale prevenir que curar. No olvides nunca que un problema urinario importante puede provocar una infección en el hijo que estás gestando.

A título preventivo, existe la posibilidad de analizar regularmente la orina en casa con la ayuda de unos bastoncitos que se venden en la farmacia y que puede recetarte el médico.

Pero una vez más, sé prudente. No dejes pasar una infección urinaria!.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La Mente y el Primer Trimestre


El primer trimestre de embarazo se caracteriza sobre todo por el hecho de que la esperanza es por completo inmaterial. Una se siente un poco decepcionada por la falta de manifestaciones positivas del embarazo.

Los senos se hinchan, a veces duelen, se saliva mucho, se está fatigada, nerviosa, se tienen ganas de dormir, de orinar con mayor frecuencia y, no se sabe por qué, dan asco el café, por ejemplo, el tabaco, ciertos olores, ciertos perfumes. Los sentidos se exacerban y es más difícil dominarse. Todo esto resulta más bien desmoralizador.

Pero significa sin la menor duda una manera de materializar lo inmaterial. Porque, en el fondo del cuerpo de la mujer embarazada, vive un niño incapaz de manifestarse todavía. Sólo la inteligencia percibe el embrión. De hecho, todo se resume en una afirmación del médico: «Está usted embarazada».

Algunas mujeres no se convencen de su nuevo estado hasta que sienten a su hijo vivir en ellas. Por fortuna, hoy en día la ecografía permite muy pronto tomar conciencia de la realidad de lo invisible.

A lo largo de todo el embarazo, la mayoría de las mujeres reviven su infancia, pero esto se hace particularmente flagrante durante el segundo y el tercer mes. Esta vuelta atrás puede traducirse por una angustia, que desaparecerá hacia el cuarto mes, cuando la percepción de los movimientos del niño asegurará a la futura madre del embarazo y la presencia del hijo.

El primer trimestre se caracteriza también por el miedo a un aborto espontáneo. Todas las mujeres saben ahora que esos abortos han de temerse sobre todo durante el segundo mes del embarazo.

Además como ya he dicho antes, una mujer, por muy feliz que se sienta de estar embarazada, puede oscilar entre dos sentimientos en apariencia contradictorios: la alegría y el temor a lo desconocido. No hay nada de anormal en todo eso.

La mujer, al aceptar su embarazo, al tomar la inmensa responsabilidad de traer al mundo un nuevo ser, tiene derecho a sentirse a veces invadida por el vértigo. Se trata de un hito que tiene que sobrepasar. Se verá obligada a abandonar de manera definitiva la infancia para convertirse plenamente en adulta.