Aproximadamente el 85% de las mujeres tienen algún grado de melancolía después del parto, sobre todo en relación con la nueva rutina y los problemas que ponen en su vida: la depresión posparto. En la mayoría de los casos, los síntomas son leves y desaparecen en unas dos semanas.
Sin embargo, aproximadamente el 10% puede sufrir de depresión posparto, y de éstos, menos de 1% puede desarrollar psicosis puerperal, en cuyo caso la mujer puede sufrir alucinaciones, pérdida del sentido de la realidad y cometer actos extremos, tales como rechazar el bebé práctica o incluso el asesinato. Los dos últimos no surgen por casualidad, que se manifiesta en mujeres con tendencia a la depresión, asociada a factores tales como:
- Cambios en los niveles hormonales;
- Aspectos socio-económico;
- Los problemas maritales;
- La baja autoestima;
- Embarazo no planificado o no deseado;
- El miedo a perder el bebé;
- Cambio de paradigmas en relación a sí mismo, como una madre y su hija, bebé, la pareja y los cambios que se produjeron en su cuerpo;
- Pérdida de la condición de las mujeres embarazadas;
- Inconsciente de revivir el trauma del nacimiento en sí;
- Sensación de perder una parte de sí mismo, para separar al niño de su cuerpo;
- Sentimientos de abandono por parte de los socios, familiares y amigos, una vez que el bebé es larga, el centro de atención;
- El miedo de no ser una buena madre.
Algunos de los síntomas de la depresión posparto o la psicosis posparto son:, depresión, irritabilidad, trastornos del sueño, cambios en el apetito, llanto incontrolable, hiperactividad, somnolencia, depresión, falta de interés en el bebé o el miedo de daño a él, los cambios de la fatiga humor, sentimiento de culpa, falta de interés en actividades placenteras antes, baja autoestima, dificultad para concentrarse y pensamientos sobre la muerte y el suicidio.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría, la manifestación de al menos cinco de estos síntomas por más de dos semanas, lo que indica la necesidad de buscar ayuda médica. En algunos casos, será necesario el uso de antidepresivos recetados por el profesional. En cuanto a la psicosis puerperal, y la medicación, a menudo es necesario hospitalizar al paciente y psicológica.
Además de la incomodidad que genera para la mujer, esta situación puede crear tensión en la familia y que también obstaculizan el establecimiento de un vínculo emocional seguro entre la madre y el niño, lo que puede interferir con futuras relaciones interpersonales establecidas por el niño. Por esta razón, es importante que, además de la atención médica, el apoyo y la comprensión de la familia, evitando la crítica y la hostilidad.
Curiosidad: los hombres también pueden presentar un cuadro de depresión posparto, pero con menor intensidad.
Sin embargo, aproximadamente el 10% puede sufrir de depresión posparto, y de éstos, menos de 1% puede desarrollar psicosis puerperal, en cuyo caso la mujer puede sufrir alucinaciones, pérdida del sentido de la realidad y cometer actos extremos, tales como rechazar el bebé práctica o incluso el asesinato. Los dos últimos no surgen por casualidad, que se manifiesta en mujeres con tendencia a la depresión, asociada a factores tales como:
- Cambios en los niveles hormonales;
- Aspectos socio-económico;
- Los problemas maritales;
- La baja autoestima;
- Embarazo no planificado o no deseado;
- El miedo a perder el bebé;
- Cambio de paradigmas en relación a sí mismo, como una madre y su hija, bebé, la pareja y los cambios que se produjeron en su cuerpo;
- Pérdida de la condición de las mujeres embarazadas;
- Inconsciente de revivir el trauma del nacimiento en sí;
- Sensación de perder una parte de sí mismo, para separar al niño de su cuerpo;
- Sentimientos de abandono por parte de los socios, familiares y amigos, una vez que el bebé es larga, el centro de atención;
- El miedo de no ser una buena madre.
Algunos de los síntomas de la depresión posparto o la psicosis posparto son:, depresión, irritabilidad, trastornos del sueño, cambios en el apetito, llanto incontrolable, hiperactividad, somnolencia, depresión, falta de interés en el bebé o el miedo de daño a él, los cambios de la fatiga humor, sentimiento de culpa, falta de interés en actividades placenteras antes, baja autoestima, dificultad para concentrarse y pensamientos sobre la muerte y el suicidio.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría, la manifestación de al menos cinco de estos síntomas por más de dos semanas, lo que indica la necesidad de buscar ayuda médica. En algunos casos, será necesario el uso de antidepresivos recetados por el profesional. En cuanto a la psicosis puerperal, y la medicación, a menudo es necesario hospitalizar al paciente y psicológica.
Además de la incomodidad que genera para la mujer, esta situación puede crear tensión en la familia y que también obstaculizan el establecimiento de un vínculo emocional seguro entre la madre y el niño, lo que puede interferir con futuras relaciones interpersonales establecidas por el niño. Por esta razón, es importante que, además de la atención médica, el apoyo y la comprensión de la familia, evitando la crítica y la hostilidad.
Curiosidad: los hombres también pueden presentar un cuadro de depresión posparto, pero con menor intensidad.