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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

 #bebés #bebésgemelos #padresdegemelos #consejossobrebebés #bebéscomportamiento La naturaleza es tan sabia que proporcionó nueve me...

viernes, 29 de julio de 2011

Maternaje en la Naturaleza


Numerosos trabajos científicos de zoólogos, antropólogos y fisiólogos han demostrado que el maternaje es indispensable para la supervivencia y el desarrollo normal de la cría. La ausencia del mismo ocasiona con frecuencia la muerte de la cría, y siempre causa graves trastornos fisiológicos del sistema nervioso, principalmente, del aparato digestivo, del aparato urinario, del comportamiento afectivo, etcétera.

En la mayoría de los mamíferos, la madre, desde el nacimiento, lame a su hijo. Se ha demostrado que la lamida no responde en absoluto al deseo de limpieza, sino a una necesidad fisiológica fundamental. El lameteo de la piel, y de zonas específicas como el contorno de la boca, el vientre y el perineo, es necesario e indispensable para el buen establecimiento de las grandes funciones vitales, en especial de las digestivas y urinarias.

Ello no debe sorprendernos, pues sabemos que la piel es el primer órgano nervioso del organismo, punto de partida de una multitud de reflejos orgánicos. Al parecer, el lameteo de la piel ejerce en los mamíferos una estimulación necesaria y beneficiosa que pone en marcha y controla las grandes funciones vitales. Numerosas observaciones zoológicas han confirmado sin duda posible estas nociones.

La cría de mamífero debe ser lamida por su madre para sobrevivir. Si no tiene lugar ese lameteo, muere por disfunción digestiva y urinaria. Sería demasiado tedioso citar la multitud de trabajos efectuados sobre dicho tema por los fisiólogos o por simples criadores profesionales; baste con saber que se trata de una ley indiscutible de la naturaleza, verificada en todos los mamíferos, desde la rata hasta el cordero, pasando por el ciervo y los simios inferiores.

La estimulación cutánea aparece pues como una necesidad imperiosa para las crías de todos los mamíferos.

Curiosamente, sólo los primates superiores, es decir los grandes simios (orangután, chimpancé, gorila) y el hombre, no lamen a sus crías. ¿Tienen al menos alguna actitud que supla esa omisión?

miércoles, 27 de julio de 2011

El Llanto de llamado del bebé


¿Qué hacer cuando el bebé llama a su madre?

(por término medio, las madres hacen como que no oyen los gritos una vez de cada dos), lo único que podrá hacer será renovar su llanto cada vez con mayor frecuencia, y su inquietud y angustia irán en aumento. El operado que toca el timbre para llamar a la enfermera ¿qué crees que hará si ésta no acude?

Incapaz de moverse, clavado en su lecho, como el bebé, se pondrá cada vez más nervioso, y cada minuto que pase verá aumentar su angustia, hasta la tan esperada llegada de la enfermera, cuya mera presencia resulta tranquilizadora. No olvides que para tu hijo los gritos son como el timbre para el operado o el enfermo de gravedad.

¿Dejarías a tu marido, enfermo y solo, perdido en su habitación de hospital, llamar y llamar sin esperanza...? Pues eso es exactamente lo que algunos pediatras aconsejan que se haga con los bebés.

En efecto, muchos son los pediatras que preconizan no responder a la llamada del niño «para que no adquiera malos hábitos». Por un momento, imagínate a ti misma, con una mínima luz o incluso en completa oscuridad, y llamando toda la noche a la enfermera... ¿Qué dirías si al día siguiente te respondieran a guisa de explicación: «La enfermera no se molestó en acudir porque no quería que usted adquiriese malos hábitos»...? Desearía que esos pediatras, tan duros con los indefensos bebés, conocieran a su vez un día, en su propia carne, la angustia de estar solos, de tener miedo y de reclamar en vano una ayuda que no llega. Entonces quizá comprenderían lo que infligen a los bebés.

En una ocasión leí algo horrible: «La famosa relación entre madre e hijo durante los primeros años, tan invocada por la ideología contemporánea para explicar todas las felicidades y todas las desgracias, nos parece una superstición de las más monumentales». La persona que osó escribir esto es un pediatra, que dispone de una amplia audiencia en la prensa, la radio y la televisión francesas. Se trata del profesor Debray-Ritzen; no olvides ese nombre.

Volviendo a la doctora Ainsworth, sus trabajos no sólo han arrojado luz sobre el hecho de que cuantas más pruebas de amor dé la madre a su hijo más feliz será éste y menos llorará, sino asimismo sobre el modo en que la madre debe aportar esas pruebas de amor a su bebé.

lunes, 25 de julio de 2011

IIU - Inseminación intrauterina


IIU (Inseminación intrauterina)

En este caso se estimulan los ovarios con hormonas o medicamentos específicos. Esto posibilita al médico tener un estricto control y determinar cuando se producirá la ovulación. Una vez calculado ese momento se coloca dentro del útero, a través de un catéter, el semen previamente procesado con la técnica swim-up.

Esta técnica se realiza en consultorio.

•¿En qué casos se utiliza? Cuando el esperma no puede atravesar el moco cervical porque es muy débil o tiene poca movilidad. También se la practica en circunstancias de esterilidad sin causa aparente.

• ¿Qué probabilidades de éxito tiene? Si los problemas son leves, el porcentaje de embarazo al cabo de seis intentos se aproxima al 30 por ciento, mientras que oscila entre un ocho y un diez por ciento si se analiza un solo intento.

Sin embargo, una vez pasados los seis intentos de inseminación los porcentajes no aumentan sino que por el contrario comienzan a decrecer, lo que sería la señal de que el método utilizado no es el apropiado para ese problema.

sábado, 23 de julio de 2011

Manifestaciones de placer en el recién nacido


Las cuatro manifestaciones que más placer causan al recién nacido son: tomarlo en brazos, darle el pecho, hablarle y acercarse a él. La eficacia de dichos medios de comunicación puede ser verificada desde los primeros minutos de vida.

Yo les hablo a los bebés pocos segundos después de su nacimiento, y no hay duda alguna de que el sonido de mi voz les tranquiliza. Asimismo, en los minutos que siguen al nacimiento el niño es puesto en brazos de su madre, quien le da de mamar inmediatamente (de hecho, él ya buscaba el pecho materno).

En cuanto a las personas que se acercan o se alejan de la cuna, los sentimientos del bebé fueron analizados en el testimonio de nacimiento revivido de Daniel.

Dice al respecto Olivier Blanc en el número 69 de la revista Parents: «Madres demasiado tiernas, madres demasiado sensibles, siempre a la escucha del pequeño ser salido de vosotras, sois vosotras las que estáis en lo cierto. La "comunicación" es la gran palabra de nuestro tiempo, y hoy se sabe que su necesidad jamás es tan fuerte como en los días siguientes a la venida al mundo»

viernes, 22 de julio de 2011

Inseminación intraperitoneal


IIP
(Inseminación intraperitoneal)

La técnica consiste en colocar los espermatozoides tratados con la técnica de swim-up dentro de la cavidad abdominal. El objetivo es que así como las trompas captan al óvulo del ovarlo también capten a los espermatozoides, de manera tal que el esperma recorra un camino inverso al que naturalmente realiza.

Es decir que en vez de entrar por la vagina hasta el útero y de ahí acceder a las trompas, lo haga subiendo desde el abdomen hacia las trompas, donde fertiliza al óvulo. Este procedimiento es más doloroso que los anteriores a causa de la inyección, pero se realiza en el consultorio sin anestesia.

•¿En qué casos se utiliza? En aquellos que, por alguna lesión, es muy difícil Introducir cánulas en el cuello del útero.

• ¿Qué probabilidades de éxito tiene? Son más bajas que la intrauterina y no se recomienda su utilización a menos que se trate de un caso excepcional.

2) Métodos de alta complejidad. Hay situaciones en las que se debe recurrir a métodos más complejos que transferir espermatozoides a las trompas e implican la necesidad de extraer muchos óvulos. Estos son los principales métodos disponibles en la actualidad:

jueves, 21 de julio de 2011

Bebés prematuros y maternidad


Prematuros y maternaje

La necesidad vital del maternaje es hoy reconocida por todas las personas serias. Cuando las circunstancias obligan a separar al niño de su madre, se plantean grandes problemas tanto en uno como en otro. He aquí las reflexiones del Congreso de la Société Francaise de Médecine Périnatale (Biarritz, 1976) en lo que concierne a los problemas planteados por la hospitalización de los prematuros:

«En lo que al niño respecta, sus necesidades en los primeros días de vida ya no son negadas por nadie actualmente. El recién nacido necesita contacto físico y caricias. Necesita un entorno y, en su dominio relacional primario, la madre es el compañero privilegiado; ella puede captar los deseos de su hijo mejor que nadie.

»Separar al prematuro de su madre resulta pues muy perjudicial. El recién nacido no puede iniciar ninguna relación personalizada durante los primeros días de su vida; ya no puede "fabricarse" la imagen de su madre tal como él la percibe por la vista, el tacto, el calor...

»Del mismo modo, las transformaciones psicológicas en la madre sólo se realizan en contacto con el hijo; la ausencia del mismo, apartado de ella, tiene repercusiones importantes, no sólo en lo inmediato sino también más tarde.»

martes, 19 de julio de 2011

Inseminación intratubaria


(Inseminación intratubaria)

Es una técnica más sofisticada que se utiliza sólo en algunos casos porque no está demostrado que sea más efectiva que la intrauterina. Se puede desarrollar laparoscópica o ecográficamente canalizando las trompas con un catéter (especie de sonda rígida, muy delgada, que pasa por el cuello de la matriz) que contiene el esperma tratado con la técnica de swim-up.

De esta manera se elimina todo el líquido seminal, se recogen los espermas con capacidad fecundante y se garantiza la presencia de los mejores espermatozoides allí donde se produce la fertilización, aunque no se asegura la presencia del óvulo.

El proceso es idéntico al intrauterino, pero la inseminación se lleva a cabo pasadas las cuatro horas de la supuesta ovulación, para estar seguros de que el óvulo ya fue captado por la trompa. Si se concreta a través de una ecografía, esta técnica se realiza en consultorio, mientras que si es por laparoscopía se practica en un quirófano (en estos casos se la utiliza como método de diagnóstico e inseminación al mismo tiempo).

• ¿En qué casos se utiliza? En los mismos casos que el GIFT (ver más adelante), pero con la diferencia de que en esta técnica sólo se colocan los espermatozoides, mientras que en el GIFT los espermas y óvulos van juntos.

• ¿Qué probabilidades de éxito tiene? Se calcula que cerca de un 10 por ciento por ciclo.

domingo, 17 de julio de 2011

Quitar Manchas de la piel


COMO QUITAR LAS MANCHAS DE LA CARA

La particular condición hormonal de la mujer embarazada puede, en ocasiones, provocar un problema estético característico: la aparición de manchas en la frente y sobre el labio superior.

Estos desajustes de pigmentación se hacen más frecuentes en pieles de color mate y tiende, en algunos casos, a intensificarse con la exposición al sol.

Es imposible prevenir estas manchas, pero consuela saber que en la mayoría de los casos, desaparecen rápidamente después del parto. Igualmente, se puede corregir este problema sin esperar a que llegue el fin del embarazo.

Existen en las perfumerías o comercios específicos, cremas que ayudan a desvanecerlas. Algunas se pueden usar durante la gestación; en cambio otras, es conveniente usarlas una vez nacido el bebé, porque contienen sustancias que pueden resultar nocivas.

viernes, 15 de julio de 2011

El Parto y el primer baño del bebé - Parte 2


El papel del baño de agua tibia consiste en crear una etapa confortable, tranquilizadora, agradable (puesto que recuerda el líquido amniótico del útero materno), en el curso de ese terrible y angustioso viaje que en pocos minutos conduce al niño, del cálido y dulce refugio del vientre materno, al ruido, la frialdad y la brutalidad del mundo de los humanos.

En su baño, el bebé se relaja, descubre que puede extender con facilidad los miembros, empieza a abrir los ojos... A menudo, he hecho la prueba de hablarle en voz baja y suave; no hay nada tan sorprendente como ver a un bebé de pocos minutos volver la cabeza hacia esa voz y mirar con sus grandes ojos abiertos a aquel que le habla con dulzura.

El respaldo de la cama de obstetricia habrá sido levantado para que la madre, semisentada, pueda ver a su bebé a pocos centímetros de ella. Extendiendo la mano, puede acariciarlo y tender el dedo a su hijo, quien se aferra de inmediato con su puñito cerrado. También el padre se encuentra allí, con el rostro pegado al de su esposa, a fin de ver mejor los primeros retozos de su hijo.

Aunque sólo fuera por eso, por esa comunicación extraordinaria escasos minutos después del nacimiento, Leboyer tenía sobrada razón para escribir su libro. Los padres que han vivido esos instantes inolvidables han declarado, unánimemente, que ese clima psicológico les parecía maravilloso. Las madres que en ocasiones anteriores han dado a luz según los métodos tradicionales conceden, casi sin excepción, su preferencia al método Leboyer.

Aun en el caso de que, en el curso de un parto con el método Leboyer, el niño no deje de gritar, tal como ocurre en el parto tradicional —lo que no resulta excepcional en absoluto—, estoy convencido de que el hecho de que no se haga desaparecer de inmediato al recién nacido entre bastidores, sino que se le deje vivir sus primeros minutos bajo la enternecida mirada de sus padres, marca profundamente a las parejas.

Al cabo de unos diez minutos, habrá que decidirse a arrancar al niño de su baño y a privarnos de su contemplación. Esto me ha resultado siempre difícil, y de buena gana me quedaría durante horas jugando con el niño en su bañera... Sin embargo, es preciso decidirse a sacarlo de ella a fin de confiarlo a la puericultora, quien le hará sufrir lo que yo denomino su «visita» de incorporación.

El arrancar al niño de ese paraíso líquido ocasiona de inmediato gritos desgarradores. Pero es necesario comprender que el paso brutal del interior del útero al mundo exterior se ha realizado así en varias etapas. El choque ha podido ser atenuado, y el niño se habituará progresivamente a su nueva vida. El baño representa un alto bien merecido en el transcurso de ese duro viaje de un universo a otro...

miércoles, 13 de julio de 2011

El Parto y el primer baño del bebé - Parte 1


En ese clima de tranquila serenidad, la madre podrá practicar el método del parto sin dolor en las mejores condiciones posibles, y no como ocurre en las salas de observación tradicionales, ruidosas y a menudo angustiosas.

Cuando el niño llega, el partero le ayudará a franquear con gran dulzura el último obstáculo, es decir el anillo vulvar. Una vez liberado el niño, el médico lo deposita sobre el vientre de la madre, donde suele lanzar uno o dos gritos al cabo de medio inmuto, aproximadamente. El hecho de que el cordón no sea corlado de inmediato, como ocurre en el parto tradicional, permite al niño pasar sin transición brusca de la no respiración (en el vientre de la madre) a la respiración aérea por medio de los pulmones y, por Otra parte, asegura un aporte permanente de sangre y de oxígeno a su cerebro.

Durante su permanencia sobre el vientre de la madre, se evitará que el niño se enfríe cubriéndolo con un tejido tibio, aunque, por supuesto, también le llega el calor de aquélla.

El cordón no se corta hasta varios minutos después del nacimiento, una vez que el niño se ha habituado a la respiración aérea.
Sobre el vientre de su madre, cada niño tiene un comportamiento diferente, que varía según su personalidad. De modo general, el niño cesa inmediatamente de gritar o de llorar, limitándose a lanzar pequeños gruñidos de vez en cuando, comienza a mover sus miembros y, a menudo, abre los ojos.

Depositado boca abajo, puede ponérsele en contacto con el seno materno; con frecuencia, el niño comienza entonces a mamar. Es interesante destacar que esta succión del pezón puede desencadenar en la madre una secreción hormonal que favorece la contracción del útero y el desprendimiento de la placenta.

Al cabo de unos minutos, el partero coge delicadamente al niño para darle el baño. En su libro, Leboyer aconsejaba que fuera el padre quien diera el baño a su hijo, pero después ha cambiado de opinión; en efecto, el padre, en general demasiado emocionado, demuestra una gran torpeza, torpeza que el niño percibe de inmediato, restándole confianza.

Es pues preferible que ese famoso baño, objeto de tantas burlas, sea dado por el propio tocólogo.

El instante en que, bajo los ojos maravillados (y con frecuencia bañados en lágrimas de emoción) de sus padres, el niño se relaja, testimonia su confianza y abre los ojos a su nuevo mundo constituye sin duda alguna el gran momento del método Leboyer.