El humor general de una persona está determinado no sólo por factores hereditarios, sino también por factores del medio ambiente. Quizá estos últimos sean los más importantes. Los seres humanos se muestran más receptivos a este respecto durante la primera época de su vida.
Por consiguiente, la alegría de vivir, la necesidad de ser activo y el optimismo dependen en gran medida del medio ambiente educativo al comienzo de la vida. Resumiré una vez más los medios para que el niño se sienta feliz y satisfecho.
Un buen humor exige la satisfacción de las necesidades biológicas y psicológicas del bebé. Entre ellas, hay que insistir sobre la necesidad de actividad.
Ha de disponer de espacio, tiempo y medios para jugar o para ocuparse en pequeñas tareas, de manera que pueda hacer u observar algo por sí mismo. Un niño inactivo no cuenta con nada que le haga feliz y, por lo tanto, se sentirá solitario. Y existen todavía más probabilidades de que ría felizmente cuando juegue contigo o con otras personas allegadas.
Por consiguiente, la alegría de vivir, la necesidad de ser activo y el optimismo dependen en gran medida del medio ambiente educativo al comienzo de la vida. Resumiré una vez más los medios para que el niño se sienta feliz y satisfecho.
Un buen humor exige la satisfacción de las necesidades biológicas y psicológicas del bebé. Entre ellas, hay que insistir sobre la necesidad de actividad.
Ha de disponer de espacio, tiempo y medios para jugar o para ocuparse en pequeñas tareas, de manera que pueda hacer u observar algo por sí mismo. Un niño inactivo no cuenta con nada que le haga feliz y, por lo tanto, se sentirá solitario. Y existen todavía más probabilidades de que ría felizmente cuando juegue contigo o con otras personas allegadas.