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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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lunes, 20 de febrero de 2012

Ejercicios para bebés de menos de 6 meses


Tender la mano hacia un objeto estacionario cuando el niño está en movimiento. Siéntate con el niño ante la mesa y pon sobre ella un objeto interesante. Con el niño en posición sentada, gira poco a poco a la derecha y a la izquierda. Para asir el objeto, tendrá que compensar con la mano el movimiento que estás haciendo con él.

Tender la mano hacia varios objetos en distintas posiciones. Ofrécele juguetes interesantes cuando se halla en tas posiciones, no sólo echado boca arriba, sino también de costado o boca abajo o mientras está sentado en tu regazo. Puedes complicar el ejercicio pidiendo, por ejemplo, a su padre que lo levante en el aire en posición horizontal o vertical y ofreciéndole el objeto en esta posición fuera de lo común.

Tender la mano hacia objetos en combinación con otros movimientos del cuerpo. En el sexto mes, ofrece al niño juguetes de modo que tenga que incorporar otros movimientos al de alcanzarlo, por ejemplo, volverse boca arriba o boca abajo cuando está de costado, o girar a la derecha o la izquierda, cuando está boca abajo. Esto le enseñará a combinar el tender la mano hacia los objetos con otros movimientos, como el giro, la flexión y la extensión. Es importante efectuar este entrenamiento desde el sexto al duodécimo mes, cuando tendrá que aprender a combinar movimientos parciales con movimientos más amplios y complejos.

Tender la mano hacia objetos por encima de obstáculos. En el sexto mes, cuando el niño domina ya por completo el proceso de guiar directamente la mano hasta el objeto visto, enséñale a hacerlo indirectamente, esto es, a evitar los obstáculos. Mete un objeto atractivo en un cajón o en una caja menos interesantes, que no ejerzan sobre él ninguna atracción por sí mismos. Si quiere tocar el juguete, verá que no puede hacerlo directamente, sino que habrá de superar la pared y emplear la mano de la manera apropiada. Puedes colocar la caja de modo que el niño haya de meter la mano en ella por arriba, por la derecha o por la izquierda. Si trata de resolver la situación mediante movimientos de la mano, es señal de que empieza a comprender las relaciones espaciales.

Asimiento asimétrico con ambas manos. Dale un bidoncillo vacío o una taza de plástico, a fin de que la mano izquierda agarre el asa y tenga que presionar la derecha contra el lateral de la taza. Dáselo después en sentido inverso, para que la mano derecha agarre el asa y la izquierda presione el lateral de la taza. Esto le enseñará a asir simultáneamente cosas distintas con ambas manos, una tarea que resulta difícil para un chiquillo de seis meses.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Desarrollo del Lenguaje del Bebé


Sonríele a fin de no inhibir su placer en emitir sonidos, pero no repitas los de esa clase. Y deja poco a poco de recompensarlos, ni siquiera con una sonrisa.

Así lo hacen la inmensa mayoría de las madres —de manera más o menos consciente—, debido a que prácticamente todos los niños del mundo emiten los mismos sonidos durante los primeros seis meses de su vida. Las diferencias en el balbuceo, de acuerdo con las diversas nacionalidades, aparecen hacia finales del noveno mes.

Si empiezas a diferenciar ya en el quinto mes los sonidos emitidos por tu hijo, recompensando algunos y otros no, su repertorio irá incluyendo los primeros con mayor frecuencia, mientras que los segundos desaparecen.

Esto significa que el niño comienza a imitar los sonidos de su lengua materna, siempre, claro está, que haya pronunciado ya espontáneamente algunos similares. Este estadio de modelación precede al de la verdadera imitación, que suele desarrollarse al final del quinto mes.

Veamos ahora cómo enseñar al niño a utilizar sus expresiones vocales como un medio de establecer el contacto social. Durante el quinto mes, empieza a murmurar y a tratar de suscitar deliberadamente reacciones de su entorno. Pronto descubrirá que dichas reacciones son de dos tipos.

Sus murmullos no provocan ninguna reacción en el mundo en general, pero pueden causar un efecto considerable en las personas que le rodean. Esta experiencia es la condición indispensable para que comience a usar sus expresiones vocales como medio de establecer el contacto social. Hasta entonces, había reaccionado pasivamente en sus contactos con la gente.

Por ejemplo, volvía la cabeza en la dirección desde la cual le llamabas. En el sexto mes, en cambio, empezará por regla general a servirse de su voz para establecer un contacto directo contigo. Cuando no le hagas caso, intentará llamar tu atención emitiendo sonidos. Se trata de un estadio importante en el proceso de socialización.

Sin embargo, no es exclusivo de los seres humanos, ya que muchos animales atraen voluntariamente la atención hacia ellos. El murmullo emitido para llamar tu atención tiene el mismo propósito que el llanto primario, pero se distingue de él por el hecho de ser deliberado, no reflejo, y porque va dirigido a una persona específica, no a cualquiera.

lunes, 3 de octubre de 2011

Comunicación Madre y Bebé


«Conversación». Cuando el niño empiece a murmullar a menudo, podrás «charlar» con él. Persuádele para que emita sonidos, como hiciste en otros ejercicios. Cuando lo haga, imítale y en seguida guarda silencio. Cuando murmulle de nuevo! replícale otra vez. Charla con él de este modo con frecuencia, pero ten cuidado de no cansarle con este juego.

«Hablar a gritos». Una vez que el niño se ha acostumbrado a «hablarte» cuando estás cerca de él, intenta hacer lo mismo (durante el quinto y el sexto mes) desde una distancia mayor. Para que el pequeño te oiga, tendrás que gritar. Así aprenderá a gritar alternativamente contigo.

Los niños cuyas madres responden casi siempre a sus murmullos emitirán sonidos con mayor frecuencia que aquellos cuyas madres tienen menos tiempo disponible para ellos o que los niños criados en instituciones, donde las encargadas de su cuidado no disponen del tiempo suficiente para dedicar demasiado a cada niño en particular.

Del cuarto al sexto mes, el niño aprende a formar varias sílabas. Algunas de ellas son similares a las voces de los animales. Otras parecen pertenecer a diversas lenguas. Alrededor del quinto mes, aprende a gruñir, chillar, refunfuñar, ronronear, dar besos sonoros, sacar la lengua y expulsar el aire para emitir vibraciones, etc. Tararea melodiosamente y articula varias vocales, con combinaciones como «a-o-a-o» y otras por el estilo.

Alrededor del sexto mes, empezará probablemente a formar algunas consonantes. Las más frecuentes son: b, p, m, d, t, v (con el sonido que tiene en otros idiomas, no en español, próximo a la f). Algunos niños empiezan ya a esta edad a combinar las vocales con las consonantes para formar una sílaba. Balbucean.

Como he dicho, en el cuarto mes es conveniente repetir todas las expresiones vocales del niño. A partir del quinto mes, hay que empezar a diferenciar. Has de repetir los sonidos que se parezcan a los de vuestra lengua materna, pero pronunciados correctamente. Recompensa menos los que no pertenezcan a ella (por ejemplo, los gruñidos, los chillidos, los refunfuños, el chasquear los labios, los carraspeos).