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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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lunes, 9 de mayo de 2011

Parto Normal - Examenes en el bebé


En el curso de un parto normal, es decir en la mayoría de los casos, el grito es inmediato, el índice de Apgar se sitúa entre 9 y 10 en el primer minuto y los cuidados se reducen a unos pocos. Una vez mantenido el niño a una temperatura apropiada, se llevan a cabo, en orden cronológico, los siguientes pasos:

— desobstrucción de la nariz, de la boca y de la garganta con ayuda de una fina sonda de goma con la que se aspiran delicadamente todas las mucosidades que pueden llenar Enlacedichas cavidades. La desobstrucción se aconseja de modo sistemático en el parto clínico;

— examen corporal rápido a fin de asegurarse de la ausencia de malformaciones; se verifican la cavidad bucal y la nariz, el sexo, los dedos de las manos y de los pies, las caderas, el ano;

— seccionamiento de la porción restante del cordón, al nivel del ombligo, tras haber colocado una pinza especial. El ombligo se limpia de inmediato con m e re u roe rom o, después se realiza una cura con compresas y una banda de gasa enrollada alrededor del vientre del niño, a modo de una faja;

— aplicación de una gota de colirio antibiótico en cada ojo. Esta práctica, obligatoria desde hace muchos años, ha hecho remitir por completo la oftalmía del recién nacido;

— pesaje del bebé en una balanza apropiada, teniendo en cuenta el peso de la pinza del cordón umbilical. El peso normal de un recién nacido oscila como término medio de 3.000 a 3.300 gramos;

— medida del niño desde la cabeza a la planta de los pies: 50 centímetros aproximadamente;

— aseo del bebé; se le lava, peina, y viste antes de serle presentado a la madre;

— toma de las huellas de la planta de los pies y fijación del brazalete de indentificación (nombre, apellido y sexo) alrededor del puño.

Una vez satisfecha su primera visita al mundo de los humanos, podrá ser confiado unos minutos a su madre a fin de que se conozcan.

Después de lo cual será depositado en su cuna para proporcionar a la madre un descanso bien merecido.
En suma, hay que reconocer que la actitud clásica priva a la madre de un contacto inmediato con su hijo, y somete a éste a una serie de controles técnicos que evoca los sufridos por un electrodoméstico al final de la cadena de montaje.
Más adelante te mostraré que una actitud más humana es deseable, posible y beneficiosa.

sábado, 7 de mayo de 2011

¿Desgarros en el Alumbramiento?


¿Corro el riesgo de sufrir un desgarro en el curso del alumbramiento?

Prácticamente, el riesgo de desgarro durante el parto ha quedado suprimido gracias a la utilización de la episiotomía, el abandono de las maniobras de obstetricia peligrosas o acrobáticas (gran extracción manual, aplicación alta del fórceps) y el recurrir a la cesárea en todos los casos difíciles.

jueves, 5 de mayo de 2011

Sala de Parto - Índice de Apgar


Finalmente, señalaremos que la clínica debe disponer, además de dicha mesa de reanimación, de un determinado número de incubadoras artificiales.

Así pues, el niño se halla depositado sobre la mesa de reanimación unas decenas de segundos después de su nacimiento.
Se procede entonces de inmediato a evaluar su vitalidad según los cinco criterios del test de Apgar (por el nombre del médico que lo inventó):

— el vigor del grito; el niño lanza su primer grito en los segundos siguientes a su nacimiento. Ese grito hace que se desarruguen los alvéolos pulmonares y comiencen los movimientos respiratorios;

— el color de la piel; debe ser rosado, testimonio de una buena oxigenación (esta apreciación es incluso posible en los niños de raza negra, cuya piel es siempre más clara al nacer);

— el ritmo cardiaco; normalmente, alrededor de 120 pulsaciones por minuto, más rápido que en el adulto;

— el ritmo respiratorio;

— el tono muscular; el vigor y la actividad espontánea.

Cada uno de estos cinco criterios se puntúa de 0 a 2, siendo la nota 2 la característica normal.

Un recién nacido normal posee pues el índice: 10/10.

Este índice de Apgar, efectuado entre uno y cinco minutos después de la venida al mundo, es una valoración mundialmente admitida para apreciar de modo objetivo el estado de un niño al nacer. Su transcripción resultará muy útil al pediatra, y a veces incluso para la vida adulta.

martes, 3 de mayo de 2011

Toxemia gravídica


La toxemia gravídica es una enfermedad que puede sobrevenir en el curso de los últimos meses del embarazo. De entrada, quiero señalar que una mejor vigilancia de las mujeres embarazadas ha hecho disminuir considerablemente la frecuencia de esta afección. En esencia, se caracteriza por un aumento de tensión arterial, acompañada de retencion de agua y de sal, así como por la aparición de albúmina en la orina.

En la madre puede causar las complicaciones cerebrales u oculares de una subida de tensión, crisis convulsivas y un desprendimiento prematuro de la placenta. En el niño puede originar un retraso en el < Icsarrollo, e incluso la muerte en el interior del útero.

En su origen se revela por tres signos absolutamente fundamentales, que deben ser investigados en cada examen de la mujer encinta. Son los siguientes:

— subida de la tensión arterial por encima de 14;

— aumento notable y rápido de peso con aparición de edemas (luchazón de pies y tobillos, e incluso del rostro). De ahí la importa ncia de un control periódico del peso, así como de seguir un i chimen si la báscula muestra un amumento anormal de peso;

— aparición de albúmina en la orina; de ahí la necesidad de efectuar un análisis de orina al menos una vez al mes, y siempre que vayas a visitar al médico.

El tratamiento de un principio de toxemia comprende reposo absoluto, un régimen hiperproteínico con poco contenido en azúcar y un consumo normal de sal y, eventualmente, según el consejo del medico, la prescripción de medicamentos hipotensores y calmantes, tomo el Valium.

En resumen, la toxemia gravídica es una enfermedad grave, pero se puede decir que sólo sobreviene en las mujeres poco vigiladas o que descuidan los consejos dados por el médico.

lunes, 2 de mayo de 2011

Bebé en mala posición en el Parto


¿En que consiste la presentación de nalgas?

En el 98 % de los casos, el niño presenta la cabeza hacia abajo al salir del útero. En el 2 % restante presenta las nalgas. Esta anomalía se debe, generalmente, a que no se ha producido la rotación del niño en el interior del útero hacia el séptimo mes del embarazo.

En efecto, hasta ese momento el niño se encuentra en posición sentada en el útero; después gira a fin de presentar la cabeza en primer lugar, de cara a la salida (puesto que, siendo la porción más voluminosa, abrirá paso al resto del cuerpo).

Este parto es en general un poco más largo que aquel en que se presenta la cabeza, y es asimismo algo más peligroso para el niño, en base a ciertas complicaciones imprevisibles que pueden surgir (levantamiento de los brazos, detención de la progresión de la cabeza). Hay que tener en cuenta que esta variedad de alumbramiento se efectúa, en cierto modo, «a contrapelo»; de ahí su dificultad.

Eso explica que, cada vez con mayor frecuencia, los parteros utilicen la cesárea para esta presentación, sobre todo cuando se trata de una primeriza o de un bebé de gran tamaño. El riesgo es mucho menor en las mujeres que ya han dado a luz varias veces, o en el caso de un feto pequeño.

domingo, 1 de mayo de 2011

Miedos del Parto - problemas con el cordón umbilical


¿Puede estrangularse el niño con el cordón?

Este accidente es muy poco frecuente. Puede sobrevenir cuando el cordón es muy largo y el feto se mueve mucho; en tal caso, se enrolla el cordón alrededor del cuello. Sin embargo, el partero percibe que el niño sufre, de modo que puede sacarlo rápidamente, sea por cesárea, sea por aplicación de fórceps.

sábado, 30 de abril de 2011

Placenta Previa


¿Qué es la placenta previa?

I'raevia es un término latino que significa «delante del camino». La placenta previa es una placenta que se encuentra insertada, anormalmente, en la parte baja del útero, cerca del cuello, y que en consecuencia constituye un obstáculo para la abertura del mismo; un obstáculo «delante del camino» del feto.

Durante el embarazo, esta placenta situada en una zona anormal tenderá a producir contracciones y a sangrar por efecto de las mismas. Así pues, el riesgo es doble: hemorragia y parto prematuro. Afortunadamente, el tratamiento (reposo, medicamentos que calman el útero) suele ser eficaz.

En el parto, la placenta previa sangrará, entorpecerá la abertura del cuello del útero y podrá constituir un obstáculo en el descenso del niño. En los casos difíciles, el médico no dudará en recurrir a la cesárea, la cual resolverá todos los problemas.

Su diagnóstico es fácil, y se basa en la ecografía, que visualiza la placenta y precisa su ubicación exacta.

viernes, 29 de abril de 2011

Embarazo de Gemelos


¿Es posible saber si espero gemelos?

Si me planteas esta pregunta es sin duda alguna porque ha habido gemelos en tu familia o en la de tu marido. En efecto, hay más probabilidades de tener gemelos si ya se han dado casos en el pasado, pues se trata de un carácter hereditario que multiplica por dos o tres la probabilidad de tenerlos.

Aparte de ese factor familiar, el concebir gemelos se debe habitualmente al azar (uno de cada cien embarazos); la causa es, bien la división en dos de un único huevo, lo que es muy raro y da lugar a Sos gemelos propiamente dichos, o bien —con mucha mayor frecuencia— a la fecundación de dos óvulos distintos por dos espermatozoides distintos, lo cual da lugar a los falsos gemelos, o mellizos, que no se parecen más entre sí que los hermanos y hermanas procedentes de distintos embarazos.

Parece ser que ciertos tratamientos utilizados para luchar contra la esterilidad favorecen la concepción de mellizos, incluso trillizos o cuatrillizos, si bien se ha exagerado mucho ese riesgo, pues tal embarazo sólo sigue produciéndose en casos excepcionales.

Se sospecha la existencia de gemelos cuando el útero alcanza un volumen anormalmente grande (lo cual es lógico, pues contiene dos fetos en lugar de uno). El médico puede reconocer, por medio de una palpación minuciosa del útero, las dos cabezas de los niños, y oír los latidos de ambos corazones con una atenta auscultación.

De hecho, el modo más sencillo de detectar un embarazo de gemelos es la ecografía, ya sea efectuada en modo sistemático en el curso del primer trimestre, o bien requerida ante el desmesurado tamaño del útero. La ecografía muestra con claridad los dos fetos y los dos huevos (con menos frecuencia, un sólo huevo) y, repetida, permitirá controlar la vitalidad de cada uno de ellos.

Quisiera agregar que un embarazo de gemelos suele terminar antes de la fecha prevista para el alumbramiento, dada la gran distensión del útero, lo que da lugar al nacimiento de niños prematuros, cuyo escaso peso puede a veces plantear problemas de crianza. Por otra parte, el mismo parto es más largo y laborioso que un parto ordinario.

Por todas esas razones, el embarazo de gemelos se considera arriesgado, y debe estar sujeto a una vigilancia especial. El parto deberá tener lugar en una maternidad moderna, que cuente con un centro de prematuros o tenga alguno cerca.

jueves, 28 de abril de 2011

Parto occipito-posterior


¿Qué hay que temer si la cabeza del niño no gira normalmente en el curso del parto?

Normalmente, en el momento del nacimiento el niño se presenta con la cabeza hacia abajo, y durante el descenso su nuca se orientará hacia delante (hacia el pubis de la madre); mirará pues hacia el suelo al salir al exterior.

A veces, en lugar de orientarse hacia delante, la nuca se orienta hacia atrás durante el descenso (hacia el hueso sacro de la madre), y el niño sale mirando al techo (si la nuca del bebé, es decir el occipucio, se orienta hacia atrás, la presentación se denomina «occipito-posterior», por oposición a la variedad habitual, que es la «occipito-anterior»).

El parto en occipito-posterior suele ser más largo que el parto habitual. El médico puede verse obligado a utilizar fórceps o ventosa para facilitar la salida del niño.

miércoles, 27 de abril de 2011

La Placenta


¿Qué es la placenta?

La placenta es el lazo de unión entre tu hijo y tú. Por poner un ejemplo, yo diría que la placenta es a! niño lo que las botellas de oxígeno al submarinista; el cordón umbilical representaría el tubo que une al buceador con las botellas. En realidad, la función de la placenta es mucho más compleja, pues no sólo se trata de administrar oxígeno al niño, sino asimismo de proporcionarle todos los elementos nutritivos que necesita.

Desempeña además otros muchos papeles complejos, puesto que a partir del tercer mes del embarazo fabrica notables cantidades de hormonas (foliculina y progesterona), destinadas a asegurar la prosecución del embarazo.

En el momento de su expulsión, la placenta se presenta como una gruesa torta más o menos regular, de unos veinte centímetros de diámetro y con un peso de unos quinientos gramos. Presenta dos caras: una cara lisa y brillante, la cara fetal sobre la que se inserta el cordón umbilical y que estaba en contacto con el líquido amnióiico, y otra rugosa, rojiza, que era la que se hallaba insertada contra la pared del útero. Alrededor de la placenta se insertan las membranas que rodeaban al niño y al líquido amnió-lico, saco contenido a su vez en el útero. El fondo de ese saco es lo que constituye la bolsa de las aguas cuando el cuello comienza a abrirse.

La placenta tiene una constitución mixta; proviene a medias del huevo y del útero. Esas dos mitades, en forma de semicírculo, se hallan muy pegadas la una a la otra, y la placenta se encuentra así lijada en la pared del útero, en general en la parte más alta. Se une al ombligo del feto por medio del cordón umbilical, que flota en el líquido amniótico.

Constituye pues un órgano indispensable para el crecimiento del niño; le sirve al mismo tiempo de pulmones, de hígado, de glándulas secretoras, etc. Durante el embarazo, si el médico te pide análisis para verificar el nivel de hormonas es a fin de asegurarse del buen funcionamiento de la placenta, puesto que, como hemos visto, ésta segrega hormonas.

En el momento del nacimiento, cuando el niño sale al exterior, permanece unido a la placenta (que sigue en el interior del útero) por medio del cordón umbilical. El partero secciona el cordón de inmediato, o tras unos minutos. Quince o veinte minutos después de la salida del niño, la placenta se despegará espontáneamente, y será extraída de la vagina por el médico; es lo que se denomina expulsión.

La expulsión es pues la salida de la placenta y de la porción de cordón umbilical que permanece unido a ésta después de la salida del niño. Va acompañada de una ligera hemorragia, que corresponde al desprendimiento de la placenta y que no rebasa los doscientos centímetros cúbicos.