En el transcurso del embarazo puede producirse un acentuamiento de la celulitis; sobre todo en las mujeres propensas a ella o en las que ya significa un auténtico problema. El grado de intensificación depende del cambio del estado hormonal, que hace más lento el drenaje linfático y favorece la retención hídrica.
Lo más efectivo y seguro es seguir una dieta hiposódica (pobre en sal), para evitar que se manifiesten con más virulencia estas indeseadas adiposidades.
Tomar mucho líquido, por lo menos dos litros de agua diarios y no descuidar una sobria actividad física, son otros consejos a tener en cuenta. El movimiento beneficia la circulación sanguínea y ayuda a eliminar todo resto de líquido. Una gimnasia también es útil para prevenir la hinchazón y la pesadez de las piernas y no permitir la aparición o acentuación de microvárices.
Lo ideal es caminar 30 minutos todos los días, a paso vivo y metódicamente. No se aconseja durante estos 9 meses una actividad física fuerte para no correr riesgos de golpes o agotamientos. En este período conviene desechar rotundamente la práctica de la equitación, la bicicleta o el esquí.
Se recomienda la natación por ser un ejercicio completo y relajante, que se puede practicar hasta el noveno mes de embarazo sin ningún problema, porque en el agua desaparece la percepción del peso de la panza. Puede ser beneficioso, también, hacer ejercicios de yoga.
Lo más efectivo y seguro es seguir una dieta hiposódica (pobre en sal), para evitar que se manifiesten con más virulencia estas indeseadas adiposidades.
Tomar mucho líquido, por lo menos dos litros de agua diarios y no descuidar una sobria actividad física, son otros consejos a tener en cuenta. El movimiento beneficia la circulación sanguínea y ayuda a eliminar todo resto de líquido. Una gimnasia también es útil para prevenir la hinchazón y la pesadez de las piernas y no permitir la aparición o acentuación de microvárices.
Lo ideal es caminar 30 minutos todos los días, a paso vivo y metódicamente. No se aconseja durante estos 9 meses una actividad física fuerte para no correr riesgos de golpes o agotamientos. En este período conviene desechar rotundamente la práctica de la equitación, la bicicleta o el esquí.
Se recomienda la natación por ser un ejercicio completo y relajante, que se puede practicar hasta el noveno mes de embarazo sin ningún problema, porque en el agua desaparece la percepción del peso de la panza. Puede ser beneficioso, también, hacer ejercicios de yoga.