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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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domingo, 5 de junio de 2011

Método Leboyer - nacimiento sin dolor


En 1974, un tocólogo francés, F. Leboyer, exponía un nuevo concepto del parto en su libro titulado Por un nacimiento sin violencia. Este libro, si bien fue muy bien acogido por el público, suscitó por el contrario una violenta oposición en una buena parte del cuerpo médico, hasta el punto de que la futura madre se halla desorientada, y ya no sabe qué pensar ante tantas opiniones, tanto a favor como en contra.

Pienso que mi posición es óptima para ayudarte a comprender el método Leboyer y las razones de la oposición que ha suscitado en la mayoría de los médicos. En efecto, yo fui uno de los adversarios encarnizados de Leboyer, y la primera edición de mi libro incluía críticas virulentas de sus métodos. Mi oposición se basaba en un enfoque médico del método Leboyer, cuando en realidad éste constituía la aplicación de un conocimiento psicológico.

¿Qué es el método Leboyer?

Para la mayoría de la gente, este método, que ha sido objeto de apasionadas controversias en la prensa, consiste en «realizar el parto en la oscuridad». Por su parte, los parteros ironizan, principalmente, sobre el ritual que caracteriza al método, y sobre el famoso baño que se da al recién nacido; la bañera convertida en objeto indispensable para el parto constituye una fuente inagotable de burla.
Por desgracia, parece que el profano, al igual que el cuerpo médico, se haya anquilosado en los medios utilizados, olvidando lo principal, es decir el objetivo buscado.

Sin embargo, yo creo que es preciso abordar las cosas de un modo completamente diferente; examinar en primer lugar el fin que se busca, para pasar después a estudiar los medios preconizados por Leboyer para lograrlo. De ese modo nos daremos cuenta de que si bien el objetivo es unívoco, los medios pueden ser mejorados o modificados en función de ciertas críticas formuladas desde un punto de vista puramente científico o práctico.

viernes, 3 de junio de 2011

Contracciones Uterinas


Este período está dominado física y psicológicamente por la noción de antagonismo con la madre.

El mundo del feto se halla desquiciado por la aparición de las contracciones uterinas y el comienzo de la fase de dilatación. Hay que destacar que, de vez en cuando, se producían asimismo contracciones menos potentes en el curso de los últimos meses del embarazo, pero eran sentidas como una molestia pasajera.

La aparición de contracciones fuertes crea una situación dramática, con la sensación de atentado contra la vida y diversos signos de incomodidad física. Madre e hijo se convierten en una fuente de dolor para el otro, y se hallan en antagonismo y conflicto biológico.
El sujeto se siente preso en un mundo cerrado y experimenta increíbles torturas físicas y psíquicas.

Esta situación es sentida como eterna y sin esperanza. Ninguna escapatoria parece posible, ni en el espacio ni en el tiempo.

Esta etapa adquiere ¡a dimensión del infierno, caracterizado por un sufrimiento infinito, físico, psíquico y metafísico, tal como es descrito en muchas religiones.

La agonía del nacimiento se une entonces a la agonía de la muerte. A nivel metafísico, este estadio se halla dominado por la noción de que no hay salida posible.

A nivel físico, se mencionan sensaciones de extrema presión sobre la cabeza, silbidos en los oídos, diversos dolores por todo el cuerpo, sensación de ahogo, de trastornos cardiacos y de frío.

jueves, 2 de junio de 2011

Alimentación en el embarazo - Pescado


El pescado magro

Resulta particularmente interesante por ser poco rico en calorías (lo mismo que el marisco).

El pescado se prepara:

- Simplemente escalfado: colocar el pescado en un plato y depositar este plato en la cesta metálica de la olla exprés. Un poco de agua en el fondo de ésta, sal, pimienta, hierbas y e! caldo corto habitual. Cerrar la olla. Dejar cocer a fuego lento unos minutos.

- A la plancha: bajo el grill del horno o en una plancha normal.

- Asado: el mismo procedimiento que para un asado de carne. Colocar el pescado sobre un papel de aluminio abierto; añadir sal, pimienta y hierbas; disponer alrededor tomates, setas y cebollas pequeñas; añadir un poco de vino blanco si se quiere; dejarlo asar a fuego bastante vivo (25 minutos para una dorada mediana, por ejemplo); servir con perejil picado y zumo de limón.

Derrite un poco de mantequilla para las personas de la familia que no tienen problemas de peso.

martes, 31 de mayo de 2011

Primera Etapa de nacimiento


Es el fin del embarazo. Este período se halla dominado, tanto lisica como psicológicamente, por la noción de unión con la madre.
Las condiciones para el niño son entonces óptimas: seguridad, protección, medio líquido y tibio, agradable, y satisfacción de todas las necesidades: nutritivas por medio del cordón umbilical, urinarias por la micción en el medio amniótico (no hay función intestinal, por lo tanto tampoco hay deposiciones).

Esta beatitud puede sin embargo verse alterada. De modo ocasional y superficial, por ruidos externos demasiado intensos, por sacudidas sufridas por la madre, por una molestia pasajera de ésta, por el uso del tabaco o del alcohol, por el examen del ginecólogo, por las relaciones sexuales, etc. La alteración puede ser más duradera y de mayor gravedad a causa de cualquiera de las enfermedades propias del embarazo (hipertensión arterial, toxemia gravídica, choque por el factor Rh), del miedo o la angustia de la madre, de un trabajo penoso efectuado por ésta, etcétera.

A pesar de que todas esas agresiones son bien conocidas por la medicina oficial, ésta sólo ve en ellas la posibilidad de una repercusión en la salud del niño.

Las exploraciones por medio del LSD revelan que el niño puede asimismo sentir esas agresiones a nivel psíquico, con sensación de incomodidad, dolores, angustia, etc., y memorizar después esos recuerdos incómodos de su inconsciente, del que podrán «extraerlos» los métodos psicoterapéuticos ya mencionados. La sabiduría popular ya había reconocido, desde hace tiempo, la influencia de la ansiedad o la angustia de la madre sobre el desarrollo del embarazo y sobre el psiquismo del niño.

En este estadio, las descripciones suministradas por los sujetos experimentales son todas parecidas. Se describen como de tamaño muy pequeño, con la característica desproporción entre el volumen de la cabeza y el del resto del cuerpo (sabemos que el recién nacido tiene una cabeza proporcionalmente mucho mayor que la del adulto).

Pueden sentir el líquido que los baña e incluso a veces el cordón umbilical. Esas percepciones se hallan asociadas a una impresión psíquica de completa felicidad, de fusión perfecta en la unidad cósmica. Los sentimientos mencionados con mayor frecuencia son: paz, tranquilidad, alegría, serenidad, beatitud, esplendor y plenitud del ser, trascendencia del tiempo y el espacio. Todos señalan que las palabras del lenguaje ordinario son insuficientes para traducir la naturaleza de esa sensación y su significado.

domingo, 29 de mayo de 2011

Alimentación en el embarazo - Los huevos


Los huevos

Los huevos constituyen una mina de buenas recetas con pocas calorías:

— huevos duros;
— huevos revueltos en la sartén de teflón con tomate, setas, cebolletas, etc.;
— tortilla a la francesa (siempre en la sartén de teflón, a fuego lento, sin grasa);
— piperada de hortalizas (plato vasco): huevos revueltos con hortalizas diversas, calabacines, berenjenas, tomates, hierbas, etc.

Los huevos permiten también hacer soufflés o flanes, salados o dulces.

Soufflé salado, para una persona:
Dos yemas de huevo, sal, pimienta, hierbas, unos trocitos de jamón (facultativo). Batir las claras a punto de nieve (con una pizca de sal); mezclarlo todo. Meterlo en el horno a temperatura mediana, en un molde especial para soufflés (moldes que no se pegan). Alrededor de diez minutos de cocción.

Soufflé dulce:
Igual que el anterior, pero sin jamón, claro está. Reemplazar la sal por un edulcorante. Añadir una vaina de vainilla y una gota de licor, si te apetece. A fuego vivo, te saldrá un soufflé; a fuego mediano, un flan, que se come caliente o frío.
La clásica «isla flotante» se puede hacer con leche desnatada + edulcorante + yemas de huevo + claras de huevo batidas a punto de nieve firme y puestas encima.

(Veremos más adelante otras recetas a base de huevo, cuando hablemos de los productos lácteos desnatados.)
Piensa en utilizar las providenciales claras (una clara = 20 calorías). Batida a punto de nieve muy firme con un edulcorante (y siempre con una pizca de sal), hace muy buen efecto sobre un café helado o caliente, creando un «café de Lieja», que te quitará el hambre durante la jornada.

viernes, 27 de mayo de 2011

Experiencia perinatal - traumas en el nacimiento


La experiencia perinatal del recién nacido puede dividirse en cuatro etapas, que corresponden por otra parte a las cuatro etapas del parto.
La primera etapa es la que precede al período de dilatación, es decir al final del embarazo.

La segunda etapa es la del comienzo de la fase de dilatación y, más tarde, de las contracciones uterinas. Corresponde a lo que los parteros anglosajones denominan the first stage of labor, la primera clapa de la fase de dilatación.

La tercera etapa corresponde a la abertura del útero y al descenso del niño por las vías genitales de la madre. Es lo que los parteros anglosajones denominan the second stage of labor. Cabe destacar que fisiológicamente, este estadio se desarrolla a menudo en concomitancia con el anterior.

La cuarta etapa corresponde a la salida del niño de las vías genitales maternas. Es el third stage of labor de los anglosajones, la tercera etapa de la fase de dilatación.

Veamos cómo vive y sufre el niño esos diversos fenómenos; después comprenderemos mejor por qué es necesario humanizar y dulcificar el nacimiento.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Nacimiento - técnica de regresión


Revivir el nacimiento se está convirtiendo en un pasatiempo de moda, al menos en Estados Unidos. Agrupaciones especializadas prometen por diez dólares un nacimiento revivido. Estas prácticas, aparecidas con mucha frecuencia en la prensa norteamericana e incluso europea, pueden confundir al lector, por lo que me parece necesario realizar algunas aclaraciones.

Esas experiencias norteamericanas, en las que le prometen a uno revivir el nacimiento en una bañera de agua tibia, no corresponden en absoluto a verdaderos nacimientos revividos. Lo que ocurre es que en el agua caliente, en inmersión total y prolongada, aparecen determinadas sensaciones y emociones que condicionan al sujeto a interpretar la experiencia como un nacimiento revivido.

En realidad, no hacen sino proyectar en esa sensación el deseo de revivir su nacimiento, proyección facilitada por el contexto en que se desarrollan este tipo de experiencias.

Revivir el nacimiento constituye un caso concreto de regresión a la infancia. Este tipo de fenómenos son conocidos desde hace mucho en el ámbito del psicoanálisis, y han sido particularmente estudiados y explotados en cuatro dominios determinados: las terapias e investigaciones psicológicas emocionales de origen norteamericano, las ascesis espiritualistas orientales, la hipnosis o, más en general, las técnicas de terapia por sugestión, y las experimentaciones médicas con ciertas drogas psicodélicas como la mescalina, la psilacibina y el LSD, químicamente vecinas de ciertos mediadores cerebrales, como la dopamina y la serotonina.

Revivir el nacimiento no ha sido nunca un fin en sí mismo, sino un acontecimiento fortuito e imprevisible, una regresión como muchas otras, que se manifiesta a veces, si bien muy excepcionalmente, en ciertos sujetos que se libran a experiencias como las citadas.

La regresión en el tiempo no constituye un fin en sí misma. Se trata, o bien de un medio para llegar al conocimiento total del yo real (psicoanálisis, investigaciones psicológicas norteamericanas, terapia por sugestión), o bien de un medio para estudiar una actividad cerebral concreta. En los demás casos, el conocimiento del yo requiere una dura disciplina, una voluntad firme, sacrificios y años de trabajo en el estudio de las ascesis orientales.

lunes, 23 de mayo de 2011

Terapia Primal


La terapia primal

La aproximación más directa [a las emociones inhibidas] viene representada por la «terapia primal» de ArthurJanov. En esa forma de terapia, todo lo que no es emocional es rechazado en bloque por el terapeuta, que conduce siempre al paciente a la expresión de sus emociones presentes y, después, de las pasadas.

Este método lleva a regresiones temporales muy profundas del paciente, el cual puede así revivir episodios muy remotos de su infancia, incluso el trauma del nacimiento. A pesar o, más bien, a causa de su aspecto antiintelectual, la terapia primal permite una exploración de extraordinario alcance del inconsciente, muy superior a la que efectúan las demás terapias, y lleva al sujeto a una comprensión profunda de su comportamiento.

Hacia el final del siglo XIX, Freud y Breuer habían descubierto la significación fundamental de las inhibiciones emocionales en la etiología de los trastornos psicológicos.

Desgraciadamente, ambos pertenecen a la sociedad «Victoriano», que sentía horror por las emociones, y ellos mismos se encontraban incómodos frente a una expresión emocional violenta. Esa fue la causa de que Freud prefiriese orientarse hacia la constitución de una obra abstracta, antes que acometer directamente las emociones inhibidas de sus pacientes.

domingo, 22 de mayo de 2011

Recién nacido - como siente el nacimiento


Cómo vive y siente el niño su nacimiento

Dice Marilyn Ferguson: «Los descubrimientos de los investigadores del cerebro y los de las disciplinas anexas están produciendo profundos cambios en las teorías científicas y en la sociedad. Ello produce reacciones en cadena en medicina, psiquiatría y pedagogía.

Las teorías sobre la naturaleza de la inteligencia están desquiciadas. Un maremoto arrastra a los científicos a experiencias que, hace apenas diez años, pasaban por maniobras de charlatanes: estados alterados de la conciencia, curaciones no ortodoxas, parapsicología...

»Cuando se hallan reunidos los descubrimientos de las diversas disciplinas, surge una imagen de las posibilidades y complejidades humanas que difiere de la idea que se suele tener del hombre, al igual que el sol es distinto de una bombilla eléc-(rica...
»A medida que se amplía el campo de la investigación, el número de fenómenos aumenta en progresión geométrica, obligando a revisiones continuas de las teorías existentes...»

Dado que los primeros meses de la vida dejan huellas indelebles en la personalidad del niño, algunos pensaron que el nacimiento podía marcar al inconsciente.

Esta idea no es nueva; la expuso por primera vez el psiquiatra vienes Otto Rank, en 1927, en su libro El trauma del nacimiento.
Desde hace unos veinte años, numerosos teóricos del campo de la psicología han atraído de nuevo la atención sobre la prueba, psicológica y físicamente terrible, que supone el nacimiento. Pero sólo podían enunciarse hipótesis con respecto al modo en que un recién nacido vivía y sufría la prueba del nacimiento.

De nuevo la psicoterapia y las investigaciones psíquicas modernas proporcionan la respuesta. Varios métodos psicoterapéu-ticos han permitido a sujetos experimentales —médicos, psicólogos, estudiantes o enfermos— remontarse en los recuerdos grabados en su inconsciente mucho más lejos de lo que habían permitido hasta ahora los métodos del psicoanálisis clásico. Esos sujetos han podido así realizar una experiencia prodigiosa: revivir su nacimiento..

Puede parecer increíble, pero la experiencia ha sido vivida y confirmada por millares de sujetos experimentales de distinta cultura, educación y formación, en fechas y lugares diferentes y con distintos métodos de psicoterapia.

Esta experiencia se describe en el libro de Leboyer citado: «... Puede parecer increíble. Y sin embargo es así. Aquellos que han revivido su nacimiento pueden dar testimonio de ello». Pienso que esta noción de un testimonio vivido arroja una nueva luz sobre las ideas de Leboyer.

La posibilidad de revivir escenas antiguas o muy antiguas supone que esas escenas están real y definitivamente grabadas en el cerebro. Hoy, esa realidad ha sido probada a nivel experimental y anatómico. En efecto, Marilyn Ferguson, en su obra La revolución del cerebro, dice: «...

La estimulación del lóbulo temporal del cerebro, directamente adyacente al rinencéfalo, produce un efecto típico de los ASC [altered state of consciousness, estados alterados de la conciencia]: incidentes del pasado [...] son revividos, casi como si pasara una banda magnética de video. W. Penfield, célebre neurocirujano, descubrió el fenómeno explorando ei cerebro de epilépticos, a fin de localizar con precisión la zona que provocaba la crisis. Pudo constatar que la exploración por medio de sonda electrónica de determinados puntos del lóbulo temporal desencadenaba una «segunda proyección» de acontecimientos pasados».

sábado, 21 de mayo de 2011

La Psiquis del Feto - Parte 2


El psiquismo del feto

De ese modo, la madre nutriría al niño no sólo con su vida y su sangre, sino asimismo con su experiencia psíquica por medio de sus sueños.

«Las pruebas se acumulan en vista del hecho de que el sistema nervioso del recién nacido da a su entorno respuestas de plena madurez. Durante muchos años, se creía que la piel de los lactantes carecía de reacción galvánica2 a los estímulos sensoriales; sin embargo, un investigador demostró que dicha reacción existía en niños de tres a once meses.

Más recientemente, un equipo de la universidad de Hawai ha constatado ese reflejo en niños de pocas horas de vida. Otro equipo ha demostrado que los recién nacidos reconocen olores. Un investigador de Leningrado ha probado que, tan sólo dos horas después de su nacimiento, el niño es capaz de orientarse por los ruidos. Otros científicos han establecido, de modo incontestable, que tanto en el caso del hombre como en el del animal el recién nacido experimenta el temor al vacío.»

Podría multiplicar las citas y los ejemplos página tras página a fin de demostrar lo que constituye en la actualidad una evidencia en el mundo científico: hasta hace pocos años, hemos subestimado vergonzosamente —por no decir ignorado del todo— las posibilidades del feto hacia el final del embarazo, y del recién nacido durante los primeros días de vida.

Tanto el feto como el recién nacido no sólo son capaces de sentir, no sólo son capaces de guardar de modo definitivo el recuerdo de las emociones recogidas antes, durante y después del nacimiento, sino que presentan además una potencialidad de maduración cerebral y sensorial que sólo espera desarrollarse en las horas y días que siguen al nacimiento.

En la última parte de esta obra, procederé a explicar los importantes y recientes descubrimientos llevados a cabo en el dominio del precoz desarrollo intelectual y psíquico del niño. Mostraré cómo esos descubrimientos vuelven a cuestionar las teorías oficialmente establecidas y arrojan una nueva luz sobre la relación madre-hijo —lo que yo denomino el «maternaje»—, en relación con los trabajos de etnólogos y zoólogos.

Por el momento, quisiera sobre todo hacerte comprender que las posibilidades reales del cerebro y de los sentidos del feto y del recién nacido son muy superiores a lo que se creía, y pueden ser mejoradas. En efecto, es cierto que el ser humano, al nacer, está dotado de posibilidades, de capacidades que por ahora siguen siendo mal conocidas u olvidadas.