La encuesta realizada en Ginebra por los doctores Pasini y Char-bonnier sobre el comportamiento sexual de las mujeres encinta muestra que un 63 % de ellas temen las consecuencias que el acto sexual pueda tener sobre el niño. En concreto:
— un 32 % temen un aborto o un parto prematuro;
— un 14%, una infección;
— un 6%, que el niño nazca con alguna anomalía.
Tanto en el hombre como en la mujer, la preocupación dominante la constituye el miedo a lesionar al feto con el pene. Más pronto o más tarde, tales razones mueven a la mayoría de las parejas a abstenerse de todo contacto sexual.
El informe Simón sobre el comportamiento sexual de los franceses
muestra que:
— sólo un 30 o 40 % de las parejas mantienen relaciones sexuales durante todo el embarazo;
— un 50% cesan en su actividad sexual en los últimos meses del mismo;
— de un 10 a un 20 % se abstienen de todo contacto sexual desde los primeros meses.
Quiero hacer notar que la diferencia entre el porcentaje de parejas que no cesan en su actividad sexual (30 a 40 %) y el de las mujeres encinta que temen lastimar al niño durante el coito (63 %) indica duramente que muchas mujeres realizan el acto sexual con aprensión, a fin de satisfacer la voluntad de su marido.
Una mejor comprensión por ambas partes, así como una mejor apreciación de la realidad anatómica y fisiológica, permitirían evitar muchos malentendidos y muchas angustias inconfesadas.
— un 32 % temen un aborto o un parto prematuro;
— un 14%, una infección;
— un 6%, que el niño nazca con alguna anomalía.
Tanto en el hombre como en la mujer, la preocupación dominante la constituye el miedo a lesionar al feto con el pene. Más pronto o más tarde, tales razones mueven a la mayoría de las parejas a abstenerse de todo contacto sexual.
El informe Simón sobre el comportamiento sexual de los franceses
muestra que:
— sólo un 30 o 40 % de las parejas mantienen relaciones sexuales durante todo el embarazo;
— un 50% cesan en su actividad sexual en los últimos meses del mismo;
— de un 10 a un 20 % se abstienen de todo contacto sexual desde los primeros meses.
Quiero hacer notar que la diferencia entre el porcentaje de parejas que no cesan en su actividad sexual (30 a 40 %) y el de las mujeres encinta que temen lastimar al niño durante el coito (63 %) indica duramente que muchas mujeres realizan el acto sexual con aprensión, a fin de satisfacer la voluntad de su marido.
Una mejor comprensión por ambas partes, así como una mejor apreciación de la realidad anatómica y fisiológica, permitirían evitar muchos malentendidos y muchas angustias inconfesadas.