Durante los primeros meses y los primeros años, el afecto más íntimo del niño se centra en su madre. Ese cariño se inicia antes del nacimiento, cuando madre e hijo, pese a ser dos, constituyen un solo ser.
Sin duda, el nacimiento modifica la situación en ciertos aspectos, si bien menos de lo que hacen suponer las apariencias. A pesar de que ahora viva fuera de la matriz, el niño sigue siendo completamente dependiente de la madre.
Tan sólo al cabo de los días conquista su autonomía; aprende a andar, a hablar, a explorar el mundo por sí mismo...
ERICH FROMM, El arte de amar.
Sin duda, el nacimiento modifica la situación en ciertos aspectos, si bien menos de lo que hacen suponer las apariencias. A pesar de que ahora viva fuera de la matriz, el niño sigue siendo completamente dependiente de la madre.
Tan sólo al cabo de los días conquista su autonomía; aprende a andar, a hablar, a explorar el mundo por sí mismo...
ERICH FROMM, El arte de amar.