La piel durante el embarazo
En la gestación, los cambios hormonales son frecuentes y tienen un impacto en diferentes niveles. La pigmentación de la piel es a menudo afectada, causando el cloasma, una situación comúnmente conocida como "piel de embarazada" y que pasa por la aparición de manchas parrachas en la piel de la cara.
Sepa todo sobre el "piel de la embarazada".
Durante la gestación, las mujeres sufren innumerables cambios en lo que se refiere a su apariencia y, aunque algunas de las más frecuentes se prendan con fenómenos como las estrías o la celulitis, la verdad es que también la piel de las gestantes sufre cambios significativos durante el embarazo.
El "piel de embarazo", también conocido, en el medio clínico como cloasma, melasma o máscara para embarazadas.
Este fenómeno se deriva, en gran medida, de las alteraciones hormonales y se debe a la aparición de manchas pardas, de contorno irregular, en la piel de la cara.
Este cambio en la pigmentación de la piel de la cara suele aparecer en el segundo trimestre del embarazo, entre el 4º y el sexto mes y se estima que alcanza cerca de dos tercios de las gestantes.
Aunque puede tratarse de un acontecimiento algo espantoso para las futuras mamás, esta situación no se relaciona con ninguna condición maligna y, en realidad, tiende a desaparecer después del nacimiento del bebé.
Sin embargo, el hecho de convertirse en algo inestable hace que muchas mamás se sientan constreñidas con el surgimiento de esta condición y busquen formas de tratarla y / o ocultar.
Hoy, es para esta situación que miramos para que sepa todo doblar el "piel de la embarazada" y la forma en que debe actuar para prevenir, tratar y esconder, así como las situaciones en que se vuelve imperativa la consulta de un especialista del área de la salud dermatología.
1. Alteraciones en la piel en el embarazo
Son muchas las mujeres que encuentran, durante el embarazo, alteraciones corporales con manifestación cutánea.
Una de estas alteraciones surge como resultado de las alteraciones hormonales y se manifiesta a través de la aparición de manchas irregulares y parduras, a las que comúnmente se llama "piel del embarazo".
Pero, al final, ¿qué es el "piel de la embarazada"? Esta situación resulta del aumento de la presencia de hormonas como la progesterona y el estrógeno y la forma en que actúan sobre los melanocitos, estimulándolos.
En el caso de las células que producen la melanina (el pigmento pardusco que nos permite broncear), ocurre a veces una desregulación en la producción de este componente, siendo esta producida en exceso, quedando acumulada en pequeños núcleos, lo que da lugar a manchas en el núcleo que pueden ser más o menos evidentes.
El piel de la embarazada - también conocido como cloasma, melasma o máscara gravídica - afecta, por norma, zonas del rostro como la parte superior del labio, las mejillas, la frente y la barbilla.
Esta situación puede ser más o menos severa.
Si, en la mayoría de los casos, es meramente superficial, la melanina se acumula sólo en la epidermis; en otros casos esta situación es más fuerte, habiendo la colonización de la dermis o de la dermis y epidermis al mismo tiempo.
Los casos más superficiales tienden a desaparecer con mayor facilidad, mientras que la regresión del cloasma profundo se vuelve más difícil y lento.
Esta situación, aunque no perjudica a la mujer de otra forma, puede causar daño a la autoestima de la embarazada y, por lo tanto, merece toda la atención y debe darse un dermatólogo si la situación persiste.
2. Personas más afectadas
Aunque, como ya se ha señalado, el 70% de las gestantes sufre este problema, la aparición del "piel de embarazada" es más común en algunas circunstancias.
Por regla general, las mujeres con una tonalidad de piel morena tienden a sufrir más con el cloasma, siendo éste aún más común en mujeres que, en gestaciones anteriores, vivieron ya el problema.
El uso de maquillaje o de cosméticos con menor calidad está también asociado a la aparición de cloasma, siendo éste aún común en personas que utilizan productos o perfumes con una gran cantidad de alcohol.
Se cree que existe un componente genético en esta cuestión, siendo que existe una fuerte tendencia para que las gestantes cuyas madres sufra del problema vengan también a sufrir de éste.
3. Formas de prevención y tratamiento
Aunque el deseo de prevenir el "piel de la embarazada" sea grande, la verdad es que no existe una garantía de que, incluso con el recurso a todos los medios conocidos, las hormonas no hagan que aparezcan.
Sin embargo, puede intentar prevenir la aparición de estas manchas utilizando un protector solar eficaz y con un SPF elevado y evitando la exposición solar.
Además, la futura mamá debe tener cuidado con la exfoliación y limpieza del rostro, ya que, si lo hace enérgicamente, puede estimular más aún la producción de melanina.
Evite aún el uso de perfumes y productos que puedan estimular su foto sensibilidad.
El tratamiento del "piel de embarazada" suele ser más eficaz después de que la mamá dé a luz, siendo frecuente que la desaparición de las manchas se dé cerca de 1 mes después del nacimiento.
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