El ejercicio vigoroso puede reducir el riesgo de una mujer de desarrollar hipertensión inducida por el embarazo o preeclampsia, una complicación que afecta hasta a un 8 por ciento de los embarazos. Pero un nuevo estudio sugiere una táctica aún más simple: el estiramiento.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill asignado 79 mujeres embarazadas con diagnóstico de preeclampsia anterior y un estilo de vida sedentario ya sea a una caminata o un régimen de estiramiento.
Casi el 15 por ciento de los caminantes desarrollaron preeclampsia en comparación con menos del 3 por ciento de las camillas. No es que el caminar no resuelve el problema, dicen los investigadores.
Pero de estiramiento puede ser especialmente bueno, ya que libera más de un tipo especial de proteína llamada transferrina, que protege contra el estrés en el cuerpo.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill asignado 79 mujeres embarazadas con diagnóstico de preeclampsia anterior y un estilo de vida sedentario ya sea a una caminata o un régimen de estiramiento.
Casi el 15 por ciento de los caminantes desarrollaron preeclampsia en comparación con menos del 3 por ciento de las camillas. No es que el caminar no resuelve el problema, dicen los investigadores.
Pero de estiramiento puede ser especialmente bueno, ya que libera más de un tipo especial de proteína llamada transferrina, que protege contra el estrés en el cuerpo.
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