Una vez más, no dejes que el peso de tu vientre acentúe la curva natural de la espalda. No lleves a tu hijo como un globo en el vacío.
Toda tu musculatura, desde los abdominales hasta la espalda e incluso la nuca, se hallaría en un estado de tensión permanente para sostenerlo. Imagina el cansancio suplementario que eso supone para todo el cuerpo.
Yérguete y oxigénate mediante respiraciones profundas, muy amplias y relajadas. No olvides que tu hijo se nutre no sólo de lo que comes, sino también de tu sangre, que debe estar bien oxigenada. Respira profundamente. Eso te ayudará siempre a relajarte.
A menudo, al final del octavo mes, los dolores lumbares se atenúan porque la cabeza del niño entra en la pelvis. El vientre desciende entonces, cambia de forma, y la futura madre experimenta una sensación de aligeramiento general, respira mejor, porque la presión del feto sobre la caja torácica disminuye.
Es evidente que, al final del embarazo, no se puede dormir sobre el vientre, aunque antes se acostumbrase a hacerlo. En cuanto a dormir de espalda, sin duda se tendrá una sensación de aplastamiento, de opresión.
La posición ideal en este momento consiste en dormir echada de lado, teniendo buen cuidado de estirar la pierna de debajo y doblar lo más alto posible la de encima, colocándose un cojín bajo la rodilla para no comprimir el vientre y para despejar bien la pelvis.
Posición incorrecta
El centro de gravedad del cuerpo se proyecta hacia atrás, lo que causa tensiones, principalmente a nivel de la espalda.
Buena posición
La línea de gravedad del cuerpo recobra su equilibrio.
Toda tu musculatura, desde los abdominales hasta la espalda e incluso la nuca, se hallaría en un estado de tensión permanente para sostenerlo. Imagina el cansancio suplementario que eso supone para todo el cuerpo.
Yérguete y oxigénate mediante respiraciones profundas, muy amplias y relajadas. No olvides que tu hijo se nutre no sólo de lo que comes, sino también de tu sangre, que debe estar bien oxigenada. Respira profundamente. Eso te ayudará siempre a relajarte.
A menudo, al final del octavo mes, los dolores lumbares se atenúan porque la cabeza del niño entra en la pelvis. El vientre desciende entonces, cambia de forma, y la futura madre experimenta una sensación de aligeramiento general, respira mejor, porque la presión del feto sobre la caja torácica disminuye.
Es evidente que, al final del embarazo, no se puede dormir sobre el vientre, aunque antes se acostumbrase a hacerlo. En cuanto a dormir de espalda, sin duda se tendrá una sensación de aplastamiento, de opresión.
La posición ideal en este momento consiste en dormir echada de lado, teniendo buen cuidado de estirar la pierna de debajo y doblar lo más alto posible la de encima, colocándose un cojín bajo la rodilla para no comprimir el vientre y para despejar bien la pelvis.
Posición incorrecta
El centro de gravedad del cuerpo se proyecta hacia atrás, lo que causa tensiones, principalmente a nivel de la espalda.
Buena posición
La línea de gravedad del cuerpo recobra su equilibrio.