La Sangre en el Embarazo

Esto puede parecer una tontería, pero yo aborrezco absolutamente agujas. La sola idea de la sangre se extrae de mis venas me deja frío. Es cierto que existen procedimientos mucho peores que lo han hecho y sé que hay gente que perduran agujas y mucho peor casi a diario. Dios bendiga a esa gente y gracias a Dios yo no soy una de esas personas.

Recuerdo que fui con mi madre a sus citas prenatales como un niño. Allí estaba la parte increíble de escuchar los latidos del bebé. Luego estaba la parte horrible de mi madre que ella realizarse análisis de sangre ... Yo no podía ver ...

Me escondí detrás de una silla. Con ese entendimiento se quema en mi mente, me dije a mí mismo: "No quiero volver a estar embarazada" (porque no quiero que mi sangre). Ahora que es bastante tonto y sin duda no es un buen motivo para evitar el embarazo como un adulto casado.

Las únicas veces que he tenido mi sangre extraída fue en los últimos tres años: con mi primer embarazo y cuando la leche materna donada al banco de leche local. Los análisis de sangre, por supuesto, inevitable durante el embarazo, pero yo todavía no me gusta. Conocer en mi mente de que "no es gran cosa" Todavía estoy ansioso. Mi única preocupación aumenta cuando entramos en el hospital donde se encuentra el laboratorio clínico. Mientras esperábamos a nuestro número en la sala, solo me dan más nervioso.

A medida que la enfermera va a través de la solicitud de laboratorio de mi partera, marca cada prueba en un color diferente, siete en total. Ella me regresa a la silla con el resto del brazo y me invitan a mi marido a seguir.

Me siento en la silla y trata de respirar con normalidad. Los apoyos de enfermería hasta mi brazo y los lazos del torniquete, y luego toma una muestra de mi brazo. Antes de que ella se inserta la aguja, agarro mi mano maridos y apartar la mirada de la aguja. La enfermera me hace preguntas sobre mi primer embarazo para que me relaje mientras se llena rápidamente los siete vacutainers. Con un poco de gasa y esparadrapo, estoy todo hecho y listo para funcionar.

Realmente es una tontería que me siento tan exaltado por conseguir mi sangre. Es la previsión de que me recibe, después de que la aguja esté adentro, estoy totalmente bien.

Nuestra sexta visita prenatal

Esto pudo haber sido más larga de las tres semanas que he visto en bastante tiempo. He sido un poco ansioso por esta visita prenatal dado mi última visita prenatal y mi aumento de peso excesivo. He sido meticuloso estas tres últimas semanas de mi dieta, escribiendo todo lo hecho en mi diario de alimentos. Esperemos que la escala va a hablar por todo mi trabajo duro!

Llegamos para nuestra sexta visita prenatal unos minutos antes, me dirigí al baño cochera con determinación porque tuve que ir! Una vez más mi orina era perfecto (todos los colores emparejados!). Seguimos nuestro camino hasta la escalera de caracol a la zona de reunión. En primer lugar hablamos de conseguir mi realizarse análisis de sangre para comprobar mis niveles de hierro.

Ya que sólo necesitaba vil de sangre para la prueba de la hemoglobina, mi partera sacó la sangre y se había recogido en los controles, lo que nos ahorró un viaje al hospital (gracias a Dios!) Todavía no soy un fan de conseguir mi sangre elaborado pero era agradable estar en un ambiente más relajante!

Mi partera y yo habíamos discutido en mi última cita mis pensamientos sobre la detección de diabetes gestacional. Durante esta visita, he firmado la renuncia a la disminución de la detección de diabetes gestacional (sin ayunar y beber jarabe desagradable para mí!).

A continuación me tomó la presión arterial (que era una maravilla) y ella nos registramos las espinillas y los pies de la inflamación (no había ninguno). Luego vino la parte que me daba miedo (sí, incluso más que conseguir mi sangre extraída) comprobar mi peso. Para mi alivio, estoy en mi camino a volver a estar en la pista con mi aumento de peso!

Hablamos acerca de mi dieta, ejercicio y suplementos de todo lo cual se ven bien (yo comencé a tomar Kelp para complementar yodo ya que no utilice sal yodada). En el tercer trimestre (estoy casi allí) tiene sus clientes comenzar a tomar alfalfa así que tengo que añadir que pronto.

En suma, fue una visita muy satisfactoria. Sólo tengo que estar concentrado en comer postres saludables y evitar (aparte de la indulgencia ocasional de chocolate)!

Nuestra décima visita prenatal

Ha sido una semana corta desde nuestra última visita prenatal con nuestra partera. Esta visita fue un poco diferente de nuestras visitas anteriores, ya que comenzó con un treinta y seis ultrasonido. Nuestra matrona le gusta tener un ultrasonido rápido realizado en torno a los treinta y seis semanas para comprobar la posición del bebé y el nivel de líquido amniótico. Por lo tanto, nuestra visita semanal décimo y primero comenzó en la clínica de la ecografía. Nuestra matrona nos recibió en la clínica.

Los cuatro nos dirigimos hacia la sala de examen (a pesar de que parecía más una sala de estar agradable). El técnico comenzó la ecografía y de inmediato encontró a nuestra hija, no sólo con la cabeza hacia abajo, pero con la cabeza bonita y baja (listo para el nacimiento en unas pocas semanas!). El ultrasonido reveló que el líquido amniótico se encontraba en buen suministro y también confirmó que en realidad estamos teniendo una hija! Todo parecía bueno!

Después de la ecografía que tuvimos nuestra visita a la casa de la partera. A ella le gusta tener una visita a casa alrededor de treinta y seis semanas para conseguir una sensación para el espacio. Tuvimos nuestra primera visita prenatal normal.

Ella me tomó la presión y se fue a través de su serie de preguntas, incluyendo dieta, ejercicio y suplementos. La escala mostró una y media libra de ganancia de peso, no lo que yo esperaba, pero ciertamente no es una ganancia excesiva. La última cosa que hacer antes de la gira, fue la de comprobar la altura del fondo que estaba justo en la marca en treinta y siete centímetros!

El recorrido por nuestra casa era corto con todos los mil trescientos metros cuadrados! Nuestro hijo estaba muy emocionado de mostrar nuestra partera su habitación y de su hermana. Luego le mostró nuestra habitación, la habitación donde habíamos planeado tener el parto en el agua. A pesar de la partera trajo a colación el problema potencial con las escaleras, si hubiera una emergencia.

Volvimos a la planta baja y habló sobre el uso del comedor en su lugar (que era mi plan original). No habría más espacio para sus suministros y que tendríamos acceso a la cocina. Nos sentimos bien acerca de nuestra conversación y los cambios en nuestro plan inicial al igual que nuestra partera!