La superficie inclinada, una tabla para gimnasia. Crearás fácilmente una superficie inclinada colocando un extremo de una cama sobre una o dos sillas.
O bien utilizar el tablero de una mesa, de sesenta a noventa centímetros de ancho por metro y medio a un metro ochenta de largo, forrada con algodón o gomaespuma y cubierta de hule.
El niño utilizará este tablero para jugar, o bien, puedes ponerle encima de él y utilizarlo como tabla de gimnasia para los ejercicios.
Si la pones en el suelo y levantas uno de los extremos de modo que forme un ángulo, el niño podrá rodar por ella, intentar subirla a gatas y, más tarde, trepar. Más tarde todavía, coloca el tablero sobre soportes de unos veinte centímetros de alto, y el niño lo empleará para aprender a trepar a una superficie más alta y a descender de ella.
O bien utilizar el tablero de una mesa, de sesenta a noventa centímetros de ancho por metro y medio a un metro ochenta de largo, forrada con algodón o gomaespuma y cubierta de hule.
El niño utilizará este tablero para jugar, o bien, puedes ponerle encima de él y utilizarlo como tabla de gimnasia para los ejercicios.
Si la pones en el suelo y levantas uno de los extremos de modo que forme un ángulo, el niño podrá rodar por ella, intentar subirla a gatas y, más tarde, trepar. Más tarde todavía, coloca el tablero sobre soportes de unos veinte centímetros de alto, y el niño lo empleará para aprender a trepar a una superficie más alta y a descender de ella.
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