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Bebés gemelos: Similares pero diferentes

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miércoles, 31 de agosto de 2011

Bruno Bettelheim


El célebre pediatra Bruno Bettelheim defiende ideas extraordinariamente similares a las expuestas en este blog, a saber: al maternaje debe suceder una educación aportada a ser posible por una persona ajena a la familia; la angustia y la neurosis de los padres afecta y se transmite al hijo; bajo la influencia de la opresión de los padres, el niño pronto rechaza su propia personalidad, para tratar de adoptar la imagen de lo que sus padres esperan de él; cualquier descontento de los padres culpabiliza de modo trágico al hijo.

Veamos lo que dice Bettelheim:

«Paradójicamente, a menudo les resulta más difícil a los padres enfrentarse a los problemas de sus hijos que a los de personas extrañas, porque los padres parten con frecuencia de una posición falsa: "Es mi hijo, yo sé lo que es bueno para él". Ahora bien, los hijos han aprendido a disimular ante sus padres lo que sienten, porque las reacciones de los padres son por supuesto las que les crean mayor ansiedad [...].

»Los niños, todos los niños, detestan que desplacemos sobre ellos nuestros propios problemas. Cuando se les dice: "Haz eso, es por tu bien" y sienten que en realidad uno no se lo pide por el bien de ellos sino por el suyo propio, experimentan un gran resentimiento [...]. Todos los niños sufren al ser utilizados para fines ajenos [...].

»Es preciso destacar que no hay nada más difícil de soportar para un niño que la inseguridad de sus padres. Siempre piensa que si sus padres se preocupan es por su causa, y ello engendra un intenso sentimiento de culpa que a veces puede ser destructor.

»Lo que cuenta en la relación entre padres e hijos no es lo que se es, ni siquiera lo que se hace, sino lo que los niños ven, es decir la imagen que se hacen de sus padres [...]. Pienso que debemos aceptar al niño desde su aparición, desde el primer momento de su nacimiento, como una potencia propia. Y debemos respetarle en tanto que tal.»

lunes, 29 de agosto de 2011

La Maternidad en la sociedad moderna


Freud fue el primero en demostrar que la infancia, e incluso la primera infancia, tenía una importancia fundamental en el desarrollo del ser humano adulto.

Los trabajos de los psicólogos modernos, y en especial de los norteamericanos, van más lejos aún: las neurosis, los «problemas» del adulto dependerían sobre todo de los «traumas psíquicos» experimentados por el niño en los primeros meses y los primeros años de vida. Los psicoteóricos y los psicoterapeutas norteamericanos son en la actualidad, y con mucho, los más avanzados en lo que concierne directamente a la personalidad del adulto de nuestras sociedades modernas, adulto que en general no se siente muy feliz (y es lo menos que se puede decir).

Las nuevas concepciones psicoterapéuticas, que en Estados Unidos rebasan ampliamente el entusiasmo popular que en una determinada época se concedió al psicoanálisis clásico, freudiano o post-freudiano, hacen hincapié en los traumas psíquicos de la infancia, a pesar de que dichas teorías difieran en sus principios y métodos.

Una de las psicoterapias que parece más eficaz y prometedora, la terapia primal de Janov, lo centra todo en las relaciones entre el niño y sus padres. Para Janov, los padres modernos no sólo no «maternan» al niño pequeño, no sólo impiden que se desarrolle su verdadera personalidad, sino que le obligan a ser lo que los padres quieren que sea, en detrimento de lo que el niño es realmente.
El niño es impulsado a rechazar su propia personalidad, y a adoptar, para agradar a sus padres, la imagen del niño bueno que éstos desean que sea.

El niño muy pequeño espera de sus padres que le acepten tal como es y se dediquen a él por entero, estando disponibles en todo momento para aportarle amor y confianza.

Pero prefiero citar al propio Janov: «El niño nace en el contexto de las necesidades de sus padres y empieza a luchar para satisfacerlas desde su nacimiento [...]. Lo hará todo salvo ser él mismo. Esta multitud de relaciones que se establecen entre los padres y el niño, y en las que se dejan de lado sus necesidades naturales, sus necesidades primigenias, significa que el niño sufre.

Significa que no puede ser lo que es y al mismo tiempo ser amado [...]. Si hubiera amor en sus padres, el niño sería lo que es, pues amar significa dejar al otro ser lo que es [...]. En los primeros meses y los primeros años de su vida, el niño se cierra sobre sí mismo, porque en general no tiene otra elección. Para sobrevivir, debe condenar a muerte una parte de sí mismo. Es preciso que juegue el juego de sus padres, no el suyo [...]. Hará todo lo posible para agradar a sus padres pero, por desgracia, lo que se espera de él resulta vago e indefinido, porque sus padres tampoco saben qué hacer para ser libres y felices».

En los humanos, el adiestramiento ha reemplazado al maternaje que los padres modernos no pueden ni quieren dar.
De esta incursión en el dominio del pensamiento psicológico moderno retengamos una única noción: el maternaje es una necesidad vital de todo bebé en la que se le defrauda en nuestras sociedades modernas. La frustración que supone nunca será olvidada, pese a que sea reprimida en el subconsciente, y estará en la base de la mayoría de los problemas del adulto.

Aun cuando esa influencia de los primeros meses y los primeros años de vida sobre el comportamiento del adulto pueda parecer inverosímil a muchos de nosotros, ha quedado demostrada en nuestros días por casi un siglo de investigaciones psicológicas y psicoanalíticas.
El que la mayoría de nuestros contemporáneos lo ignoren todo sobre la psicología y el desarrollo psicológico de la personalidad humana no les autoriza a negarlo todo con ironía.

Convendría quizá no criticar tanto a priori, documentarse antes, mantenerse al día en lo que concierne a las grandes corrientes de pensamiento que florecen y se multiplican allende nuestras fronteras, y después juzgar con pleno conocimiento de causa.

sábado, 27 de agosto de 2011

Lactancia Natural


La lactancia natural

Veamos lo que piensa el profesor Henri Lestraclet, jefe de servicio en el hospital Hérold de París, considerado como uno de los mejores especialistas del mundo en nutrición del recién nacido:

«Cuando consideramos lo que ocurre en los mamíferos, así como en las tribus humanas primitivas, constatamos en primer lugar que el plazo entre el parto y la lactancia es siempre muy breve (unas decenas de minutos), y a continuación que la madre proporciona al recién nacido el alimento que ha elaborado antes que la leche: el calostro.

El dar el pecho de inmediato, además de ser psicológica y emocionalmente satisfactorio para la madre, presenta la gran ventaja de facilitar la subida de la leche. Las mujeres y los médicos de antaño sabían por instinto lo que desmuestran las experiencias más recientes: la rapidez con que la madre da el pecho, así como la frecuencia y duración de la mamada, influyen directamente sobre la cantidad de leche secretada.»

Me limitaré a añadir que la succión del pezón que realiza el recién nacido provoca la secreción de una hormona (la oxitocina) cuyo papel es aumentar el tono muscular del útero, con el fin de prevenir una posible hemorragia. Por el mismo mecanismo, ofrecer el pecho al recién nacido en los minutos que siguen al nacimiento favorece al parecer el desprendimiento de la placenta, es decir una expulsión fácil y sin problemas.

Y he aquí la opinión del doctor Spock, el más célebre pediatra del mundo:
«La sustitución de la mamada por el biberón priva al niño de un intenso contacto, y frustra al mismo tiempo a la madre en la necesaria unión sensual con su hijo.»

jueves, 25 de agosto de 2011

Alimentación en Bebés - Palabras de expertos


Si bien el alimento es necesario para el niño a fin de lograr el crecimiento físico, el amor no le es menos indispensable para desarrollarse emocionalmente. Dar al niño el máximo de amor posible ha sido y sigue siendo uno de los fundamentos de toda sociedad tradicional. Y esa ternura no se contradice con una severidad que sin embargo falta en la educación contemporánea [...] La insuficiencia de los padres en la sociedad contemporánea produce frutos que se manifiestan en el desconcierto de los jóvenes, ya sean obreros o estudiantes. Cosechamos lo que hemos sembrado. A causa de que el principio de su existencia ha sido fallido, millones de hombres y mujeres sienten una insatisfacción tan fundamental que no pueden reconciliarse con el mundo en que deben vivir.
ARNAUD DESJARDINS.

Un niño al que se ama es un niño cuyas necesidades maternales están satisfechas. El niño que no es amado sufre porque se halla frustrado. El amor elimina su sufrimiento. El niño amado no siente la necesidad de ser alabado, pues no ha sido denigrado antes. Es apreciado por lo que es, y no por lo que puede hacer para satisfacer las necesidades de sus padres [...]. La necesidad de ser tenido en brazos y acariciado forma parte de la necesidad de ser estimulado. La piel es nuestro órgano sensorial más extenso, y reclama al menos tantas estimulaciones como los demás órganos de los sentidos.
ARTHUR JANOV.

Los bebés necesitan leche, cierto, pero más aún ser amados y recibir caricias [...]. En los bebés, la piel supera a todo lo demás. Es el primer sentido [...] Es preciso cuidar esa piel, nutrirla. Con amor, no con cremas. Ser llevados en brazos, acunados, acariciados, frotados... constituyen alimentos para los bebés, tan indispensables —si no más— como las vitaminas, las sales minerales y las proteínas.
En los países que han conservado el sentido profundo de las cosas, las mujeres todavía saben todo eso...
FREDERIK LEBOYER.

martes, 23 de agosto de 2011

Maternidad y Psicología Moderna


Durante los primeros meses y los primeros años, el afecto más íntimo del niño se centra en su madre. Ese cariño se inicia antes del nacimiento, cuando madre e hijo, pese a ser dos, constituyen un solo ser.

Sin duda, el nacimiento modifica la situación en ciertos aspectos, si bien menos de lo que hacen suponer las apariencias. A pesar de que ahora viva fuera de la matriz, el niño sigue siendo completamente dependiente de la madre.

Tan sólo al cabo de los días conquista su autonomía; aprende a andar, a hablar, a explorar el mundo por sí mismo...

ERICH FROMM, El arte de amar.

lunes, 22 de agosto de 2011

Aspectos generales de la Maternidad


Mas lo que me parece esencial no perder de vista es que el maternaje no sólo representa un contacto cutáneo de efectos fisiológicos más o menos claros según las especies, sino asimismo un contacto afectivo, con un efecto psicológico extremadamente importante.

Considero que, a medida que nos elevamos en la jerarquía de los mamíferos, el aspecto afectivo del maternaje se hace incluso mucho más esencial, en tanto que el lado puramente fisiológico, orgánico, se vuelve menos marcado.

Pienso que en el hombre, que ha llegado a la cima de la evolución animal, si bien el maternaje ha perdido su importancia fisiológica, adquiere en compensación una importancia afectica y psicológica capital, tanto para la madre como para el hijo.

Todo lo cual viene a confirmarnos en lo que ya apuntábamos al estudiar los datos de la psicología y la psicoterapia: la importancia fundamental del contacto con la madre en la primera infancia y de la relación con los padres en el resto de la misma.

Los datos de la psicología moderna confirman perfectamente la importancia del maternaje para el desarrollo afectivo y psicológico del futuro niño y el futuro adulto.

Anteriormente ya me he referido a los trabajos e investigaciones de los grandes psicólogos norteamericanos contemporáneos, en base a las grandes psicoterapias modernas: terapia Gestalt, bioenergía, terapia primal, análisis transaccional, investigaciones y análisis bajo los efectos del LSD, psicodramas, etcétera.

Todas estas aproximaciones psicológicas a las profundidades del subconsciente y del pasado memorizado conceden una importancia fundamental a las primeras semanas, meses y años de la vida del ser humano, a pesar de que luego difieran en sus conclusiones en el plano psicoterapéutico.

Para Arthur Janov, cuya terapia primal constituye una de las técnicas más eficaces, si no la más brutal, el porvenir psicológico del adulto se decide en los primeros meses y años de la vida del niño. Todos los conflictos del adulto encuentran su explicación, su fuente, en los conflictos cruelmente sentidos y reprimidos de inmediato de la primera infancia.

domingo, 21 de agosto de 2011

Relación Madre e Hijo



Al igual que en los-demás mamíferos, en la especie humana el maternaje comporta siempre una gran parte de contacto físico (caricias, besos, presencia física de la madre, etc.), pero asimismo una parte —más importante que para los mamíferos inferiores— de ternura, de afecto, de «presencia» sentimental.

El niño necesita sentir que su madre sigue allí, dispuesta a tranquilizarle o a calmar sus necesidades vitales fundamentales.

Por desgracia, es inútil engañarse, y es preciso hacerse a la idea de que esa necesidad fundamental ya no se corresponde con las posibilidades de la madre en nuestras sociedades modernas.

Esta ya no tiene materialmente la posibilidad de consagrarse por entero a su hijo durante meses como éste desearía. El ritmo y los imperativos de la vida moderna, así como el hecho de que a menudo la madre trabaja, crean un abismo infranqueable entre los requerimientos del hijo y las posibilidades de la madre.

Es preciso pues tratar de conciliar lo inconciliable, es decir las necesidades del niño y las posibilidades de la madre.

Dar el pecho es una condición importante en la relación entre madre e hijo

De todo lo que he expuesto se desprende la importancia de que la madre dé el pecho a su hijo. Se trata del medio más natural y eficaz de estrechar los lazos físicos entre la madre y su bebé.

Además, la leche materna constituye el mejor alimento posible para el recién nacido.
Como explicaré en el capítulo siguiente, debe darse el pecho durante dos meses como mínimo, lo que por otra parte corresponde en diversos países al período legal de reposo posnatal.

Más articulos informativos sobre maternidad e hijos:

amor madre hijo
frase de madre a hijo
poemas de hijo a madre
los hijos
maternidad

viernes, 19 de agosto de 2011

ICSI - Inseminación Intracitoplasmática


INSEMINACION INTRACITOPLASMATICA (ICSI)

Es el último y más importante avance en el campo de la fertilización asistida y consiste en la inyección de un solo espermatozoide directamente dentro del citoplasma del óvulo. Al igual que para el SUZI, se utiliza una pipeta de sujeción y una aguja de inyección, pero esta última debe tener un diámetro de no más de seis micrones.

La aguja se carga con un solo espermatozoide, seleccionado entre los de mejor morfología aparente, y se introduce atravesando la zona pelúcida y el citoplasma del óvulo, donde se inyecta con el menor volumen posible de líquido.

La principal diferencia que existe entre el SUZI y el ICSI radica en que si bien en ambos casos es suficiente contar con un número muy bajo de espermatozoides, éstos deben ser funcionales para llevar a cabo la primera de las mencionadas técnicas mientras que para el segundo de los casos se pueden utilizar espermatozoides carentes de acrosoma y de movilidad, o sea con ciertas alteraciones en su función.

miércoles, 17 de agosto de 2011

MARILYN FERGUSON - Maternaje y Tradición Ancestral


Maternaje y tradición ancestral

El hombre,- con su largo período de edad temprana y su preadoles-cencia prolongada, con su excepcional plasticidad, tiene todavía muchas más probabilidades que las ratas y los gatos de dejarse influir por las estimulaciones en su primera infancia.

En Uganda, el niño medio, educado según las costumbres de dicho país, camina a la edad de diez meses, si no es a los siete. El niño ugandés es vigilado de muy cerca por su madre, quien lo lleva con ella a todas partes, acechando con cuidado sus menores deseos. En cuanto intenta sentarse o levantarse, ella le ayuda.

En cuanto intenta hablar, le anima a que lo haga. Entre el quinto y el séptimo mes, el bebé ugandés alcanza el estadio de los bebés europeos dos meses mayores por lo que respecta a la aptitud de hablar, de adaptarse, de comunicarse con el entorno. No obstante, los niños ugan-deses criados por padres que han adoptado las costumbres europeas no muestran ninguna precocidad más allá del primer mes.

MARILYN FERGUSON, La Révolution du cerveau.

lunes, 15 de agosto de 2011

La Maternidad Humana


Hemos visto cómo todas las crías de los mamíferos se benefician en cuanto nacen —y durante su edad temprana— de los atentos y constantes cuidados de su madre.

Esos diversos cuidados, designados bajo el vocablo general de «maternaje», se caracterizan por una unión permanente entre madre e hijo, y por la importancia extrema, vital, de los contactos cutáneos entre ambos. Cualquiera que sea la naturaleza y la variedad de esos contactos, su importancia ha sido subrayada por todos los investigadores.

De todos los mamíferos, incluso los más evolucionados, el bebé humano es el único que no recibe esas atenciones. ¿Por qué?
Montagu enuncia una hipótesis explicativa: los contactos cutáneos, y en especial la estimulación sensorial que representan, no serían indispensables en el hombre porque el feto recibiría dicha estimulación durante la fase de dilatación por medio de las contracciones uterinas.

Es un hecho que la fase de dilatación es en la mujer la de más larga duración de todos los mamíferos.

Sin embargo, los niños nacidos por medio de cesáreas efectuadas antes de que comience la dilatación no se benefician de la acción de las contracciones uterinas. Montagu intenta exponer que la mortalidad es más elevada entre los niños nacidos con cesárea, opinión falsa por completo y que por consiguiente yo rechazo enérgicamente.

Por el contrario, se podría señalar que existen contracciones uterinas, no percibidas por la madre, bastante antes del parto, en el curso de los dos últimos meses del embarazo, y que esas contracciones, en una óptica finalista, podrían desempeñar un papel de estimulación sensorial cutánea.

De modo más verosímil, se puede admitir sin duda alguna que el ser humano ha alcanzado un grado de desarrollo tal en la evolución animal que su cría no necesita esas estimulaciones cutáneas para asegurar el buen funcionamiento de sus órganos después del nacimiento. De hecho, parece que sea sobre todo en los mamíferos inferiores donde dichas estimulaciones cutáneas revisten una importancia primordial.